—Hijo... ¿Ya estás listo? Milo no tardará en llegar, y yo de salir, tengo algo que arreglar con él señor Cardinale... —No esperó respuesta al girar la perilla del cuarto, al asomarse por dos pasos se encontró con que el rubio seguía en su cama, de espaldas con leves jadeos y llanto.
—Shaka, ¿qué es lo que ocurre?, creí que estabas en la sala y no aquí, ¿acaso Milo te canceló? Porque de ser así, yo iré a "hablar" con ese chico. —Se veía preocupado, de esas veces en las que no sabía como tratar a un adolescente. Supuso que había pasado algo malo como para verlo en ese estado de tristeza.—No es eso, Padre... Simplemente me siento mal... —Shaka susurraba cortando el silencio. ¿Cómo podía ver a Shijima en esa forma?
—Entonces dime qué pasa, dime el motivo por el cual has sucumbido entre las lágrimas y que no te ha dejado vivir. —Decía con lentitud a medida que se acercaba a la cama, sentándose en la orilla. Alzando la mano y sobando la espalda del menor.
La vista del azul del muchacho se levantó, encarando a su mayor. La timidez le revocaba todo intento de acción, la vergüenza le quitaba todo rastro de valor y ya no soportaba. No quería esto más, necesitaba liberarse.
—Papá... —Llamó con tristeza.
—¿Si?
—¿Tú me quieres, no es así? —Titubeo, pero no recibió ninguna respuesta, aun dispuesto a hablar.
—¿Tu me aceptarías si soy diferente, verdad?, ¿Me seguirías apoyando si yo tengo otros gustos? —Se contenía para no llorar más.Shijima se heló con sólo escuchar la palabra "gustos". Simplemente le tomó por sorpresa, pero sabiendo de que se trataba, así dando un pesado suspiro.
—No te quiero... Te amo y mucho, Shaka... No creas que por ser diferente de sentir o de pensar a mi, te dejaré de amar, eso es absurdo... —Se acercó mas al cuerpo contrario, ahora sobando su rubia melena. —Shaka, eres mi hijo, lo más valioso de mi vida, y no soporto verte en esas condiciones, de ser así, yo también soy diferente con gustos en "florecitas"...
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¿Piropos? || Milo x Shaka |Editando|
Fanfic»Quien fuera hambre, para darte tres veces al día.- »¿Hambre?, ¿darme?, ¿darme qué?- Milo Escorpio, joven de apenas 18 años, se mete a una aventura para conquistar al hombre de su vida pero con una inusual técnica. »Piropos« Pero simplemente su amad...