¿Piropos? || Milo x Shaka |Editando|

#17??

»Shaka, no me mires, no me hables, solo déjame saber, con la dulzura de un beso, que me empiezas a querer...

El rubio con cierta vergüenza, se abre paso por su mentón, mientras que las yemas de su mano izquierdo tocaban gran parte de sus mejillas y las comisuras de sus labios. Tentado a querer cometer un terrible pero gustoso pecado.

Virgo ya no podía más, su autocontrol se había perdido desde hace rato y se había dejado guiar por su nublada razón que provocaba el placer de tenerlo. Porque lo quería, de una forma tan indescriptible que las palabras no alcanzaban.

»Y yo creyendo que estaba sano... Pero resulta que estoy enfermo de ti...
—Musitó con cierta dulzura.

Después de observarse entre estrellas, ambos se tomaron entre brazos, dispuestos a continuar para querer fundirse en un aclamado beso.

Pero esto no sería perfecto si alguien no llega e interrumpe ese magnífico momento.

—¡Así te quería agarrar!, ¡Con que queriendo besar a mi Milito!
—Entró derrumbando una puerta de "Puertas falsas", porqué nadie sabia porque había una puerta. —¡Maldita rubia, te dije que no pusieras tus ojos en él! ¡Y te atreviste, escuincle baboso!

—¿Disculpa, remedio de Elsa? ¿Quien te crees que eres? ¡El papucho de Milo es mío! —Dijo para abalanzarse contra el francés y darle con todo.

—¡Te va a pesar! ¡Te voy a dar una paliza que no vas a olvidar el resto de tu vida! —Dijo mientras era atacado con tirones de cabellos.

—¡Ay, estos hombres están locos!, ¡Se les han metido el demonio!

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Hospital.

—¿Y cómo dices qué me fue? —Adolorido pregunto el Virgo, pues desde unas horas de la riña, terminaron por acabar en el hospital. Donde Milo esperaba su despertar, que justo fue ahora.

—Uhm... No lo dejaste hasta que tiraste de un gran mechón de su cabello, desde ahí lograron separarte de él, para poder llevarte hasta aquí. —Contó demasiado divertido, aquel cabello jalado en sí, era un claro recordatorio el nunca hacerlo enojar.

—Ja, ja, ja-Auch!.. —Era gracioso pero aún así dolían los golpes.

—No te esfuerces tanto, diste batalla y eso te dejo en esas condiciones.
—Murmuro. —Fue parte de mi culpa, así que dejame remediarlo al ser tu enfermero privado...
—Sonrió pícaro, cosa que sólo él podía hacer. Milo paso su mano por la frente del rubio, alzando unos cabellos y seguido se acercó para besarle...

Si, que mejor suerte justo tenía Shaka.

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—¡Ya dejate ayudar, Camus, qué no me dejas poner bien la pomada ni las vendas! —Se escuchó bastante molesto.

—¡Auch, Saga, con delicadeza! ¡De verdad que duele!.. —Con sonora queja hacia el Géminis, y no era menos, perdió contra el Virgo y eso no  le tenía nada contento.

—Deberías darme las gracias que estoy aquí para cuidarte, tonto...
—Puso la última venda y seguido le dio un golpe el pecho.

—...¡Auch!, ¿Qué te sucede? —Exclamó con dolor.

—¡De verdad que me preocupaste, maldito imprudente! —Replicó.
—Y tú, aventando te a pelear y yo con el Zeus en la boca.

—Uhm, ya... Perdón, Saga... —Su mirada se agacho, tal perro regañado.

Saga suavizo la mirada, no podía evitar sentirse así. Con suma delicadeza, posa sus labios unos segundos en la mejilla del Acuario.

—Esta bien... Sólo no te metas en problemas de esa manera... Me preocupaste... —Le miro con seriedad sin perder el tono dulce.

—...Lo sé... —Dijo desviando la mirada con rubor en sus mejillas. ¿Porqué le sucedía eso?

Esto no va a la continuación de la trama, como muchos otros.

✔ #17??