Diario de un alma vacía.

25/07/19

Hoy algo estuvo un poco diferente, el bus en el que me subí para ir la escuela de cocina tenía un aire melancólico, ahí va de nuevo la dramática "Yo". Llegué al lugar, olvidé esa melancolía al reencontrarme con un ex compañero de estudio, resulta que él también estudia en ese escuela, pero está haciendo un técnico diferente, al menos hay alguien conocido; entré junto a él, unos muchachos cerca le empezaron a preguntar por mí y otros, me empezaron a llamar, no le presté atención a ninguno de ellos, se fijaron en mí, tienen un pésimo gusto. 

Luego entré al salón, mierda ahí está de nuevo Iván, ¿se habrá dado cuenta de mi presencia? ¿Será que yo también le llamo la atención? ¿Se acordará de mi nombre? ¿Sabrá acaso de mi existencia? Creo que sí, mi risa escandalosa hace que voltee a verme todo el salón así no lo quiera, que vergüenza.

Odio sentirme así, yo siempre soy la que tengo que ser conquistada, yo siempre soy la que los atrapo mirándome, yo siempre soy la desinteresada, yo siempre soy la que rechaza y dice un rotundo "NO", ahora ¿Por qué tiene que ser él el que tome este papel? ¡Agh!

Salimos a receso, él salió primero, cunado yo también salí lo vi sentado en las escaleras solo, me hubiese gustado sentarme con él a platicar, pero no "Señorita fobia social leve" apareció. Yo estaba con las mismas personas que ayer, así que les dije que nos sentáramos muy lejos, gracias al universo ellos aceptaron, y así pasó el receso. Luego entré al salón, mi mirada de nuevo fija en él.

-Pon atención.

-Sí, tienes razón, lo siento.

Estaba concentrada en la explicación del instructor, de repente sentí una mirada sobre mí, voltee la vista hacía el lado izquierdo y...Fuck, chocamos miradas...fuck, otra vez. Mierda ¿Y ahora cómo me concentro? ¡No, espera, espera, no sonrías de nuevo! ¡MIERDA!