- ¿Y bien? – Karl preguntó con impaciencia en cuanto Choromatsu entró a su habitación.
- No esperes mucho – respondió el menor revisando los papeles entre sus manos – te dije que es muy poco tiempo para lograr una investigación a profundidad – aclaró entregando los documentos al otro – tal parece que ese hombre es simplemente un empresario – comenzó a explicar mientras su hermano revisaba detenidamente la información – tiene numerosas inversiones y es un conocido benefactor de diversas causas, es alguien apreciado por la comunidad por sus constantes donaciones y obras de beneficencia.
- ¿Qué hay de su familia? – cuestionó sin despegar la vista de los papeles.
- Tiene un hijo, el tal Atsushi que has conocido, fuera de ello no hay nadie más.
El mayor le miró confundido - ¿Sólo ellos dos? ¿Estas completamente seguro?
- Te lo he dicho, con tan poco tiempo para averiguar esto es lo que hay, ¿Ahora podrías explicarme de que va esta repentina curiosidad por estos sujetos?
- Son conocidos de un amigo... - murmuro mientras dejaba los papeles sobre su cama y andaba en dirección a su armario.
- Nii san, si realmente quieres mi ayuda tendrás que ser sincero – se cruzó de brazos mostrándose ligeramente molesto.
- No quisiera involucrarte – respondió mientras se colocaba una gabardina negra.
- Es demasiado tarde, me involucraste desde el momento en que me pediste investigarlos.
El mayor suspiró – Tiene que ver con Osomatsu – respondió mientras miraba el reloj en su muñeca, las manecillas marcaban poco más de las once de la noche.
- Oh, ese chico, presiento que los problemas vienen de la mano con él, ¿Cómo esta relacionado con ese hombre?
- No lo sé, pero pretendo averiguarlo ahora – caminó hasta la cama, revisando una vez más los papeles.
- ¿Qué piensas hacer?
- Me veré con alguien a la medianoche.
- ¿Con quién?
- No sé su nombre.
- Tiene que ser una broma, te verás a medianoche con un desconocido, ¡Nada sospechoso! – finalizó en tono sarcástico y colocando una mano en su frente; la actitud de su hermano mayor le preocupaba en ocasiones.
- No tengo más opciones, Osomatsu necesita mi ayuda.
- Osomatsu, Osomatsu, Osomatsu, ese chico realmente afecto tu cerebro, ¿Por qué demonios estas interesado en él? – inquirió con fastidio.
- Porque... creo que me enamore – confesó con una ligera sonrisa.
El menor no dijo nada, su hermano era de aquellas personas que no dudaba en exteriorizar sus sentimientos, generalmente de forma dramática y hasta cierto punto dolorosa, pero debía admitir que nunca lo había visto enamorado – Bien, vámonos entonces – indicó al caminar a la salida.
- ¿Piensas acompañarme?
- Prefiero eso a ser interrogado por papá en torno a tu paradero, además, así podre vigilar que no hagas ninguna tontería – finalizó antes de salir.
Karl sonrió, agradecía tener a Choromatsu de su lado pese a todo. Del mueble cercano a la puerta tomo el MP3 y la nota con la dirección, guardando ambos en su bolsillo se dispuso a seguir al menor.
Un maserati negro se estaciono en una solitaria calle, apenas algunos faroles alumbraban los alrededores y el ruido más cercano provenía de un bar cruzando la calle.
ESTÁS LEYENDO
Juguete
أدب الهواةOsomatsu no es más que un simple juguete, un peón que no tiene derecho alguno de soñar y recibir la más mínima muestra de afecto, o al menos, eso creía hasta que conoció a un singular DJ.