BLOOD PUZZLE (TERMINADA)

21

Se sentía muy mal, vomitando por casi diez minutos.

Tenía los ojos rojos y dolores fuerte de cabeza.

-Mierda...-Limpió su boca.

Se puso de pie y se miró en el espejo, sentía odio.

Un odio profundo por si mismo, odiaba lo que había pasado.

El cruel destino de Eren.

Lavó su rostro con agua fría, salió del baño.

Se sentó en la cama, apoyó su rostro en sus manos.

Miraba el piso, no sabía que hacer.

-Tengo que ir por él...-susurró-Tengo que ir por Eren-

Decidido, se puso de pie.

Ya eran cerca de las ocho de la noche, las calles estaban oscuras.

Fue a un supermercado veinticuatro horas, compró una pala y una linterna.

En automóvil fue hacía la orilla del bosque.

Vio por unos minutos aquella casa, que en el pasado era hermosa.

Fruncio el ceño molesto.

Se encaminó al bosque, guiándose sólo por la linterna.

Muchas cosas estaban diferentes a ese tiempo.

-¡Ahg!-Tropezó con una raíz de un árbol y cayó al piso.

Su tobillo dolía, seguramente se había provocado un esguince.

Sintió como unas gotitas caían, pero no le importó nada.

Aguantó el dolor de su pie, luego la intensa lluvia que comenzó a caer.

Poco le importaba su salud, sólo quería encontrarlo.

-...-Vio aquel lugar.

El lugar secreto de Eren.

Estaba igual que antes, la bella vista del pueblito, pero las estrellas no se podían ver por las nubes.

Apretó la pala con su mano, sus ojos estaban posicionados en el suelo.

-Eren... Ya voy por ti-comenzó a cavar.

El hoyo se llenaba de agua por la lluvia.

Sentía escalofríos, cada vez que sacaba lodo, hasta que escuchó un sonido cuando la pala chocó contra algo del suelo.

Terminó de cavar con sus manos, sentía aquel objeto.

El baúl.

Lo sacó con todas sus fuerzas, aunque las uñas quedaron llenas de astillas.

-¡Eren!- Puso la pala contra el candado y lo golpeó.

Intentó tres veces y cuando al fin lo rompió, sintió un fuerte dolor en su pecho.

De a poco lo abrió.

- Eren...-Cayó de rodillas frente al baúl-Lo siento mucho, Eren. En verdad lo lamento por todo lo que pasaste-

Frente a él, se encontraba el cuerpo de Eren, ya en sus huesos.

Cerró el baúl, para que no se mojada más.

Lo llevó arrastrando por el lodo, para luego dejarlo en el automóvil.

Al fin supo todo sobre lo que sucedió en el pasado.

Al fin había encontrado a Eren.

El inocente jovencito, que tuvo que sufrir un cruel destino, sin tener la posibilidad de obtener el descanso eterno.

Levi quería contarle todo a Eren, pero se quedó pensando por mucho tiempo.

Si le contaba a Eren, el adolescente iba a desaparecer.

Y eso era lo que menos quería.

Quería estar con Eren, quería obtener el perdon de Eren y que su pecado sea saldado.

Prefería vivir con todo eso a perder nuevamente a Eren.

No sabía que decisión tomar.