|°Capítulo 9°|

4.6K 634 155
                                    

Jimin pensó que aquel día era perfecto para faltar al trabajo y quedarse en casa con Jungkook, ya que el pequeño aun se tenía que adaptar. Era su primer día con él y no le parecía bien dejarlo solo en su departamento durante tantas horas. Aparte debía realizar cientos de cosas, tales como ir de compras al supermercado, pasar por el centro comercial y comprarle ropa a Jungkook, comprar una cama, comprar pintura para las paredes de lo que sería la habitación de Jungkook, pintar las paredes, lavar la ropa, terminar de desempacar y tantas cosas más que Jimin se sentía realmente abrumado.

Además había algo mucho más importante que debía hacer: conocer al pequeño. Necesitaba pasar el mayor tiempo posible con él pues, quería adentrarse en su vida para dejar de ser un desconocido y de esta manera conseguir que Jungkook se sintiera totalmente a gusto con él. Estaba ansioso por saberlo todo acerca del ojiverde. Ya hasta tenía planes para pasar la tarde entera junto a él.

Sin embargo, todos los planes se fueron directo al cesto de la basura en cuanto llamó al trabajo para avisar que no iría. Grave error. Su jefe lo reprendió al saber el motivo por el cual uno de sus agentes quería faltar, no podía dejar pasar por alto aquello, no justo ese día que tenían una importante junta de investigación. Siwon lo obligó a ir diciendo que si no asistía a la reunión quedaría fuera del caso.

Así que refunfuñando esperó a que Jungkook saliera de tomarse su baño y mientras éste, cubierto solo con una toalla, buscaba en su bolso ropa que ponerse, Jimin se metió en la ducha. No tardó más que seis minutos. Salió del baño con una toalla envuelta en su cintura y se dirigió a su habitación, al entrar se encontró con el castaño quien se estaba atando los cordones de sus converse.

Jungkook nunca se imaginó que al levantar la vista se llevaría la sorpresa de toparse con el cuerpo semidesnudo de Jimin, ni siquiera sabía que se había ido a tomar un baño. No pudo evitar sonrojarse al ver el torso del mayor, el cual tenía los abdominales un poco marcados. Gotas que caían de su cabello húmedo se dispersaban por su pecho tatuado, el rizado sin darse cuenta se mordió el labio inferior mientras seguía con su mirada el recorrido que efectuaban las gotas por su abdomen.

No tenía ni la menor idea de que era lo que estaba comenzando a sentir, pero antes de que sus ojos llegaran un poco más abajo desvió su vista del cuerpo de Jimin y, avergonzado, se retiró sin decir palabra alguna de la habitación.

Sin embargo, Jimin estuvo tan distraído pensando en dónde diablos podía hallar su uniforme limpio, que no se había percatado de la reacción que causó en Jungkook.




—Por favor, Tae, solo serán unos veinte minutos o tal vez treinta o cuarenta, bueno... No lo sé, pero por favor —le suplicaba Jimin al rubio de ojos azules.

Taehyung lo miró frunciendo la nariz. Ambos muchachos estaban caminando por la inmensa cocina del edificio de la corporación mientras Jungkook los seguía por detrás con su osito entre sus manos tratando de no separarse mucho de Jimin.

Faltaban tan solo diez minutos para que la tan importante junta de investigación a la que debía asistir Park comenzara.

—No lo sé, Jimin, mi descanso no dura tanto tiempo —respondió el rubio dudando ante el pedido del otro.

—¿No le puedes pedir a alguien que te cubra? Por favor, por favor, por favor... —insistió ya que Taehyung era su única opción disponible.

El susodicho se acarició el cuello haciendo una pequeña mueca, la idea del pelinegro no le estaba convenciendo del todo.

—¿Y no puedo dejárselo a otra persona cuando mi descanso termine? —cuestionó al fin.

—No, no quiero que Jungkook se quede con cualquiera. Por favor, Tae —dijo tratando de poner su mejor cara de perrito mojado.

Peligro de Extinción (Jikook) [Adap.]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora