La Estaba Mirando.

La estaba mirando, otra vez.

Al otro lado del aula, agachada, lejos de todos, oculta en una miserable esquina.

Y aun así lucía más reluciente que todos los demás.

Con esa mirada perdida, pareciendo ciega. Con esos labios rosados tan secos, esas mejillas encendidas, esa ternura que ella irradiaba. Le encantaba.

Realmente le atraía, ella lo hacia detenerse, le ponía un alto, le hacía ver la vida más sencilla. Pero el sabia que no la estaban pasando bien. Así que evito mirarla nuevamente, girando la cabeza.

Los días eran oscuros para el y solo dos pensamientos invadían su cabeza. La venganza y ella. ¿Quién demonios era ella?. El no lo sabia pero sea quien fuera, ella tenia la respuesta.

El era oscuridad pura, hundido en debilidad y dolor, en augurio. Necesitaba una pequeña luz, solo una para no terminar pudriéndose por dentro. Necesitaba aquella luz que ella irradiaba, de aquel corazón que ella podía intercambiar.

O por el contrario, necesitaba a alguien para llevarse con el. No podía estar solo en esa maldita oscuridad.

Ella tenia dos opciones con el y en ninguna quedaba libre. Hinata Hyuga era de el. La quería, anhelaba tenerla entre sus brazos, entre el y su destino cruel.

lo salvaba o se iba con el.

Como todos los días, la siguió retorno a casa. El no tenia a nadie que lo esperara, sin embargo ella si. Esta vez el no tenia la intención de sólo mirar de lejos como ella caminaba y admirar como los rayos del sol hacían brillar su cabello. No, el tenia otra idea en mente.

Como era de esperarse los Uchihas conseguían lo que querían a cualquier precio, y el no era la excepción. El quería a Hinata. El obtendría a Hinata y la obtendría ese mismo día.

Iba sola, caminando tranquila y relajada sin saber que el la observaba, que la seguía.

Hinata no podía darse cuenta de que Sasuke Uchiha estaba detrás de ella, tres pasos atrás. Esperando el momento perfecto en el cual poder actuar, acercarse a ella, apreciarla. Sasuke estaba ansioso y casi podía olerla.

Decidido a todo se adelanto unos pasos, a un lado de Hinata.

La morena pareció no darse cuenta de esto, ni tener idea de el. Cuando lo vio, cuando por fin lo vio a su lado, no fue la reacción que sasuke esperaba que tuviera. Un poco temerosa fue atrasando el paso mientras miraba sus pies apenada, no había notado al muchacho y no tenia intenciones de molestar al Uchiha.

Esto enfureció a Sasuke. ¿Por qué no seguía? Entonces su furia se calmo unos segundos al recordar que la Hyuga podía ser o muy inocente o muy tímida.

-Sigue caminando.- la Hyuga se impacto un poco, algo confundida y dudosa de si le hablaba a ella.- ¿Eres sorda? Sigue caminando, no tengo todo tu tiempo.- en realidad Sasuke tenia todo el tiempo.

Hinata al ver que si era a ella quien le hablaba apuro el paso, confundida, hasta llegar a el y seguir caminando a su lado. Estaba confundida. Mucho.

-¿Tengo algo en la cara?.- pregunto Sasuke, cuando noto que Hinata lo veia con mucha curiosidad. Esta solo negó apresurada y avergonzada por su grosería.- Entonces mira al frente, no quiero que te tropieses.- esto parecia ser típico en ella por lo que bajo la mirada y siguió en sus pies. Talón punta, talón punta.

Sasuke a su lado, caminando a casa. El acompañándola. ¿Qué estaba pasando?. A su lado se veía tan serio como siempre, era intimidante, tenia ese aire oscuro que aterraba a Hinata, pero al mismo tiempo llenaba de curiosidad. ¿Por qué?.

Sasuke por el contrario en su interior se sentía morir, estaba asustado, nervioso y con su corazón palpitando rápidamente. No sabia si era por la emoción de estar junto a su luz, o por el contrario lo que estaba apuntó de decir al llegar a su casa. A la gran finca donde los Hyugas habitaban.

No era normal ver a Sasuke Uchiha acompañando a una chica a casa. Pero nadie pareció notarlo o si quiera haber pensado que estaban yéndose juntos. Lo cual ni siquiera Hinata podía creer.

Era demasiado inocente para notarlo. Para saber si quiera. Aunque el Uchiha tampoco dejaba ver mucho estas intenciones. Puesto que no hablaba mucho o buscaba interés en hacer una conversación. Por lo menos, y para satisfacción de ambos, el silencio era reconfortante.

Sasuke estaba buscando cortejarla. A su manera, pero buscaba hacerlo. Realmente nunca le enseñaron a como cortejar a una mujer, a tratarla si, pero nunca a cortejarla. Su madre siempre le decía que toda mujer merecía respeto. Su corazón dolió al pensar en esto y pensó en hacerle honor a los modales que su madre le concedió. Sin embargo también a los de su padre.

Siempre tan directo.

Estaban a punto de llegar a la finca de los Hyugas, faltaba poco recorrido y Hinata aun seguía nerviosa por esto.
¿En serio el moreno pensaba llevarla a su casa?, Dioses, ¿qué diría su padre al respecto?. No entendía el porque el Uchiha la acompañaba de regreso, si el camino para el hogar del Uchiha estaba lejos del camino por el que iban.

Se preguntaba si planeaba intimidarla, bueno, si ese era el caso lo estaba logrando. Hinata era una bola de nervios, estaba asustada, conmovida, extrañada, pero sobre todo confundida.

El chico a su lado jamás le había dirigido la palabra o siquiera una mirada en la academia y de un día para otro parece estarla acompañando a su casa. ¿Sera que el Uchiha quería un amigo? No podía ser, el había dejado muy claro que no quería tener ninguna clase de relación con alguien de la academia, más específicamente nadie en el planeta. Sin embargo podía ser que estaba buscando un amigo en ella, aunque era poco probable. Hinata era muy aburrida, callada, por no decir extraña. Hinata no creía que el quisiera algo así.

Sasuke quería ser otra cosa de Hinata, algo más profundo. Y lo quería ya.

Cuando matara a su hermano, el obtendría lo que quería, quizás seria más inteligente dejar un sucesor antes de pelear con Itachi, pues si ambos morían en combate. Los Uchihas perdurarían. Mientras tanto, seguiría con el plan inicial. Pues no solo quería a Hinata para resurgir su clan.

Quería a Hinata porque era luz pura para el. El la quería.

Justo al llegar a la entrada de la finca de los Hyugas. Sasuke se detuvo y con eso detuvo a Hinata.

Esta la miro confundida.

-desde este momento eres mi novia.- la soltó y comenzó a caminar tranquilo hacia su casa.

Hinata no pudo soportarlo más y termino desmayandose. Los guardias rápidamente al ver esto fueron a ayudarla.