LOST GIRL- VAUSEMAN

Five

Las dos estaban aprisionadas la una contra la otra, Alex podía sentir, algo no muy nuevo para ella, la humedad en su ropa interior, se hizo presente al tener a la menor tan apretada contra ella.  Al tratar de ocultarse de esa mujer.

—Perdón, yo...—dijo Piper—Vi a alguien, solo eso—

—No te preocupes—acotó Alex apartándola de ella—Vamos, Nicky nos esta esperando.

—Si, seguro—dijo cortando la tensión.

—¿A quien viste?—preguntó inocente la morena.

—Alguien desagradable, no te preocupes—dijo la niña.

—Piper...—mencionó la chica.

—¿Que sucede?—preguntó.

—Hoy tenemos que hacer un viaje, no va a ser agradable, pero tenemos que ir.

—Seguro, pero no voy a darte el dinero Alex.

—¿crees que iba a pedirte?—preguntó.

—¿No ibas a hacerlo?—recriminó la rubia.

—Dios, no—dijo.—Ahora, ¿podrías salir del vestidor?

—Si, perdona—dijo la ojiazul.

La rubia salió del lugar para poder ver que la mujer ya no estaba ahí, en cierto modo tenía razón, debían irse, a un lugar donde posiblemente no las encontrarían.

Así pasaron el día, viendo ropa, comprando cosas, olvidándose de todo, hasta que llegó el momento de irse, Piper no estaba muy entusiasmada de ir al lugar en el que estaban acostumbradas Nicky y Alex, pero lo hacía para no estar sola.

Tuvieron que tomar varios autobuses para llegar a su destino. Era más como un lugar muy pobre, parecía un basurero, por la cantidad de basura que había.

—Bienvenida a casa—dijo Alex—necesito que me prestes dinero Piper.

—¿Para que?—cuestionó—específicamente te dije, que no te daría nada.

—Necesito pagar nuestra estadía acá, por favor—dijo la morena.

—Bien, vamos.—dijo sin más la rubia.

Cuando pisaron el lugar, había varias miradas sobre ellas, pues las dos chicas eran conocidas, pero la rubia no.

—¿Que me traes hoy?—preguntó el anciano.

—La paga de hoy—dijo Alex agarrando la mochila que cargaba Piper para sacar dinero de esta.

—No nena, vos me debes la paga de toda la semana pasada.—dijo quitándole el dinero de las manos.—¿Cuanto más tenes ahí?

—No hay más—dijo la rubia.

—A vos no te pregunté—dijo agarrando la mochila.

—¡No!—grito Piper tironeándola con todo lo que podía.

—Pedazo de...—dijo antes de largarle un golpe a la niña el cual la dejo en el piso.

—¡Piper!—gritó Alex.

—Esto va a bastar para que se queden el resto de la semana— dijo mirando a las tres—las tres me van a tener que pagar.—tirándole las llaves.

—Gracias—dijo Alex ayudando a Piper—enfermo—susurró.—Déjame ayudarte Pipes.

—¿¡ayudarme!? Se llevó todo mi maldito dinero—gritó.

—Healy puede ser así a veces pero nos deja quedarnos—dijo Nicky.

—Sin mencionar su horrible odio por las lesbianas—dijo Alex.

—¿Lesbianas?—preguntó la rubia recibiendo una risa de Nicky.

—Lesbianas,¿No sabes lo que es?—preguntó Alex conteniendo una risa.

—No—dijo sin más.—¿Podemos ir a nuestro lugar?

—Seguro rubia—respondió Nicky.

Las tres niñas se dispusieron a ir a una de las casuchas que ocupaban, estaba hecha de ladrillos y sus lamentos. Alex había cuidado de Nicky en ese mismo lugar desde que eran más niñas. Y lo habían utilizado hasta ahora como hogar temporal, claro, tenían que pagar una renta haciendo trabajos forzados, pero todo tenía su costo.

—¡No puedo creer que nos quitaran el dinero!—gritaba Piper.

—Nicky, anda afuera—dijo la morena.

—Seguro.—dijo sin más.

Después de que Nicky saliera, se tomaron su tiempo para discutir, pues Piper estaba más que molesta.

—¡Todo esto es tu puta culpa!—gritó la rubia.

—¿Mia?—Preguntó—¿me estas jodiendo?

—No, nada de esto hubiera pasado si no me hubiera cruzado con ustedes.

—Entonces, ¿Decís que es nuestra culpa el que nos hayas encontrado en la calle? Es estupido—dijo suspirando.

—No, si no hubiéramos venido acá— dijo dandole un empujón.

Empezaron una serie de tirones los cuales Piper no podía ganar, gracias a la altura y edad de la morena.
Ambas quedaron enfrentadas, viéndose directamente a los ojos.
La rubia no sabía que le pasaba pues nunca había experimentado algo así.
La morena sabía lo que le pasaba, lo sabía desde el primer momento en que la vio.

—¿Queres que te enseñe el significado de la palabra lesbiana?—preguntó coqueta la mayor.

—¿Que significa?—preguntó una inocente Piper.

—Déjame mostrarte—dijo para agarrar las mejillas de la rubia para plantarle un tierno beso en los labios.

El beso no duró mucho, ya que ninguna tenía la suficiente experiencia en esos términos.
Pero ambas lo habían disfrutado, ambas sabían lo que significaba.