LOST GIRL- VAUSEMAN

Eighteen

—¿Quien es?— preguntó por el otro lado de la línea.

—Soy yo, Taylor—dije cerrando mis ojos para escuchar su respuesta.

—¿Para que me llamas?—preguntó haciéndome reír.

—Nicky dijo que querías hablar conmigo.—dije pegada a la línea.

—¿Así que volviste?—preguntó interesada.

—Si, volví ayer, me quedé dormida pero ya sabes, no debería contarte esto.—dije cerrando los ojos por vergüenza. Sintiendo su pequeña risa al otro lado.

—Podes decirme lo que quieras Tay—dijo haciéndome sonrojar.

—Hace unos días no parecías estar tan de acuerdo—dije dudando.

—Estaba enojada, pero eso no quita que necesitemos hablar—dijo con voz tierna.

—¿Nosotras?—dije abrumada—¿De que deberíamos hablar?— dije extrañada.

—Pipes?—escuché detrás mío sabiendo que Alex había cortado su murmullo—¿Te parece si uso este pijama?—preguntó entrando con mirada somnolienta a mi cuarto.
—Claro Mad, usa lo que quieras—dije.

—¿Estas con alguien?—preguntó Alex seca del otro lado de la línea.—debemos hablar por que, conozco tu secretito.—dijo haciendo que abra mis ojos, y se me corte la respiración.

—¿De que hablas?—dije nerviosa.

—Si quieres que te diga ven conmigo a la dirección que voy a mandarte, es donde estoy ahora—dijo haciéndome dudar.

—¿Estas en un bar?—pregunté.

—Ven y averígualo— dijo para después colgar.

Mierda, carajo, mierda, esto no puede estar pasando, es imposible. ¿Y si Nicky contó algo? ¿Y si lo sabe su madre? ¿De que quiere hablar conmigo?  Seguirla a un muy posible bar no es prudente, para nada. Pero si todo esta yendo al carajo entonces vamos a seguir la corriente ¿no?

Mad me miraba sin entender mucho, pero aún así tenía esa leve sonrisa en su cara, dando a entender que intuía algo.
Me cambié y me puse una musculosa junto unos shorts color negro. Para cuando terminé de arreglarme, Alex me estaba mandando varios mensajes preguntándome si era lo "bastante valiente" como para ir, junto con la dirección.

Mad me deseó una "buena noche" y me despidió  con una sonrisa burlona en su cara.

A decir verdad estaba intrigada por lo que pudiera pasar, pero tenía bastantes ganas de mandar todo al infierno. 
Subí a mi moto y el aire que cruzaba mi cara a través del casco era abrumador, emocionante, atrevido. Estaba por hacer algo que solo en mis sueños podría. Pero al mismo tiempo moría de miedo, estaba aterrada, ¿y si no era un juego y ella sabía la verdad? Probablemente estaría frita, debería de huir, pero no voy a hacerlo.

Al llegar a la dirección efectivamente era un maldito bar. Bajé de mi moto y la aseguré mientras mi vista no dejaba de ser a la puerta y lo que me podría esperar del otro lado.

Fui hasta esta y me dejaron entrar, había un gran telón y dentro las luces titilaban en colores pero la mayoría estaba oscuro, sería un gran problema encontrarla.

Saqué mi teléfono y le pregunté donde estaba, por lo que ella respondió "en la barra" bien, esto no podría ser más sencillo si no fuera por la cantidad de personas.
Después de empujar a varias, y quitarme de encima a otros quienes querían bailar conmigo y se pegaban a mi parte trasera como si quisieran cogerme ahí mismo, llegué a ella.