Thirteen

219 42 60
                                    



Al dejar al descubierto mi intrusión en el cuarto de la morena, sentí varios pasos que se dirigían hacía la puerta, por lo que dejé todo como estaba antes de ponerme de pie y salir de ahí.

—¿Que estabas haciendo ahí dentro?—preguntó quien creo sería una mucama.

—Me confundí de habitación—dije intentando desviar mi mirada de la mujer quien me miraba con recelo.

—A la señora no le va a gustar nada—dijo dando a entender que me delataría.

—Como dije, me perdí, ni se de quien es esa habitación—dije poniéndome en marcha para salir de ahí.

Al emprender paso pude escuchar el ruido de mi celular a todo lo que daba, dando a entender que la persona que quería mi atención no pararía hasta ser atendida.
Al sacarlo de mi bolsillo color negro pude notar el nombre en la pantalla "Zelda" pero decidí ignorarlo, lo que pudiera decir probablemente tendría que esperar, ya que, si me encontraban en horas de trabajo con mi teléfono, no solo Carol tendría razón alguna para arruinarme, si no debería darle la razón.

Importándome poco, decidí deslizar mi dedo para dar por finalizada la llamada, sin darme cuenta, que había chocado con una persona un poco más alta que yo, específicamente una mujer.

—Hola ¿Tay?—preguntó—¿Cierto?

Al caer en cuenta quien era la mujer que decía mi nombre, quedé estupefacta viendo lo mucho que había crecido, lo mucho que había cambiado, y el tiempo que había tardado en contestarle lo que me había dicho.

—Si, si, soy yo—suspiro—¿Necesita algo señora?—pregunté de la forma más profesional que pude.

—Primero, no me llames señora, mi nombre es Alex—dijo largando una pequeña risa—y segundo, si, necesito algo de ayuda.

—¿Que necesita?—pregunté de nuevo sintiendo como mi boca parecía un desierto.

—No encuentro la remera de mi equipo, y necesito jugar en unos días—dijo sin despegar su hermosa mirada de mi.—¿Me ayudarías a buscarla?—preguntó.

—Si, seguro—dije sin desviar mis ojos de ella teniendo un contacto visual extremadamente duradero.

—¿Seguro que?—Preguntó una voz detrás nuestro.

—Carol—dijo Alex con una facción que no denotaba ninguna expresión.

—Alexandra—dijo haciéndome a un lado para abrazar a su hija—¿Viniste con Artesian?—preguntó dejándome descolócala.

—No, ella seguramente esta entrenando—dijo sacándose de su abrazo para poder dirigir su mirada hacía mi.

—¿Y vos que esperas? Anda a traernos algo de comer a las dos—dijo Carol mirándome con desprecio.

—No la trates así, además, ella me estaba por ayudar con algo—dijo mirando a su madre.

—¿Se puede saber con que?—preguntó volviendo a dirigir su frívola mirada hacía mi.

—No encontré una remera, y creí que ella podría saber donde estaba—dijo saltando en mi defensa.—Y justo ahora iba a ayudarme—dijo dirigiéndose hacía mi.

Mi teléfono comenzó a sonar de nuevo haciendo notarse en el vacío pasillo donde compartía espacio con las dos mujeres.
Lo saqué y volví a ver el nombre de Zelda grabado en este, junto a una sugerente foto de nosotras dos posando dándonos un pequeño beso "Dios mío" pensé para mis adentros volviendo a dirigir mi mirada a Alex quien miraba la pantalla también.

—En otra oportunidad, necesito contestar—dije apartándome de sus caminos dejándolas a las dos solas para contestar mi celular.

—¿Que sucede?—pregunté notoriamente enojada.

LOST GIRL- VAUSEMANDonde viven las historias. Descúbrelo ahora