☆𝓙𝓸𝓷☆
Ya era hora de ir a trabajar, Eduardo me llevó como todos los días, casi nunca hablamos por el camino, pero hoy quise que fuera diferente, a sí que tome la iniciativa por esta vez.
-Hey, Edu ¿Qué tal tu trabajo?
-Amm, bien, ¿y el tuyo? Muy marica supongo.
-Solo pregunté sobre tu trabajo ¿Por qué siempre tienes que responder así?
-Porque lo eres Jon, solo mira tu uniforme, mira como actúas, te arreglas más que una chica y nunca te he visto con novia.
- Wow, no sabía que preocuparme por mi aspecto físico, me volvía gay.
-Acaso vez que yo me ando ¿depilando la ceja o enchinado las pestañas?
Estoy harto de que este idiota me esté insultando por cosas que no son de su importancia, pero bueno, voy a darle razones para que me siga haciendo insultos de este tipo; tome valor y aire para por fin confirmarle sus sospechas.
-... ¡Sí, soy gay! ¡¿Y qué?!
Eduardo frenó de golpe, solo lo miré enojado, este volteo a verme y dijo...
-Qué asco.
Eduardo volvió a arrancar el auto, mire por la ventana, no le mire y mucho menos le dirigí la palabra todo el camino, después de unos minutos por fin llegamos a mi trabajo.
-Ya ba...
-Cállate.
-Maldito anormal.
Solo bajé del auto azotando con fuerza la puerta para demostrar mi molestia con él, no quiero verlo para nada, no quiero pensar en él, no quiero escucharlo, no quiero su presencia.
.
.
.
El trabajo era mi único lugar seguro en estos momentos, sabía que cuando llegara a casa todo seria un total infierno para mí, Mark no será lo suficiente para parar las burlas e insultos que Eduardo me dirá por todo el tiempo que esté viviendo ahí, o sea posiblemente toda mi vida.
Pasaron las horas que para mí fueron minutos, termine de hacer mis tareas en el trabajo y tome mis cosas para irme; no quiero ir en el transporte público, quiero caminar, admirar los árboles y el clima de la tarde, noche que se mira en el cielo y se siente en el viento, quiero escapar de la realidad un rato.
Por fin llegué a casa, fácil, me tomo una hora llegar a ella, pero estaba disociando tanto de la realidad que ni siquiera sentí el camino; di un suspiro al ver el auto de Eduardo afuera, lo menos que quería ahora es toparme con él, pero ¿Qué mas podía hacer? entre sin mas, solo para dirigirme a mi habitación.
- Oh Jon, que bueno que ya llegaste estaba preocupado.
- Hola Mark.
- ¿Pasa algo? ¿Por qué Eduardo no paso por ti?
- No es nada, voy a mi habitación.
-Oye, ya hice la cena.
- No tengo hambre, pero gracias.
Iba dando pasos a mi habitación, con cada pregunta Mark me detenía, no quería ser grosero con él, no tiene la culpa de nada, pero en verdad que me urgía irme a mi habitación, cuando al fin llegué me dispuse a cerrar la puerta, algo me detuvo, pude sentir que alguien la freno, era Mark otra vez.
-Jon ¿Eduardo te hizo algo?
Lo miré, que ganas tenía de abrazarlo y llorar como magdalena mientras le decía todo lo que sentía, es como una madre para mí, pero solo pude mirarlo y decirle.
-Si, ya sabes como es él, es muy explosivo y le cuesta medir sus palabras, pero no pasa nada, de verdad.
-Uh mm... Esta bien, te guardaré la cena en el microondas por si cambias de opinión, es espagueti.
-Gracias Mark, buenas noches.
-Buenas noches, Jon.
☾ Quisiera que todo esto solo fuera una pesadilla... ☽
Capítulo editado.
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•Perdóname Jon• -Eduarjon- (Eddsworld) EDITANDO
Fanfiction- Jon. - ¿Si? -Me gustas. - Eduardo. - ¿Qué pasa? - Me gustas.