Joaquín:
Después de que Emilio le había soltado aquellas palabras a su padre sin siquiera detenerse a pensar los problemas que seguramente traerían detrás, me tomó de la mano y salimos de ahí en una situación digna de una película dramática en su totalidad.
Me encontraba realmente confundido y sin creerme aún lo que acababa de pasar. Emilio se veía bastante irritado; tenía la cara roja y el ceño fruncido, era claro que era por el enojo y decepción que aún llevaba dentro de sí.
Yo no sabía si enojarme con él o preocuparme por lo que nos fuera a pasar de ahora en adelante.
Me decidí por las dos.
—¿Estás consciente de lo qué acabas de hacer?—Habíamos llegado fuera del edificio y me rendí al impulso de soltar su mano por primera vez en todo el trayecto.
—¿Qué?—Volteó su mirada hacia mí, haciendo un gesto de confusión.
—No mames Emilio, ¿Cómo que, qué? ¡Le dijiste a tu papá que tú y yo somos novios!
—No le veo nada de malo.
—¿Es en serio?—Él me miraba extrañado, a la expectativa de lo que le fuera a decir después.—Emilio, te recuerdo, porque al parecer ya se te olvidó—Rodé los ojos—que no somos novios.
—¿Pero es como si lo fuéramos, no?—Me dijo con una ligera sonrisa en su rostro, y no pude evitar abrir mis ojos con un poco de sorpresa.
—M-mira, podrá ser así, pero eso no quita que le mentiste, y que eso nos va a traer muchísimos problemas, tu papá es muy fiel a su palabra.
—Lo sé, y no sabes lo mucho que me duele que haya llegado al punto de amenazarme con quitarme una de las cosas que más amo hacer, me parece casi irreal.
—Tienes que hablar con él, dile que sólo somos amigos, yo no quiero ser el motivo por el cual te cierre puertas.
—Joaco, ¿Qué estás diciendo? Tú no tienes la culpa de nada.
—Claro que si, todo fue porque no me comprendiste, por eso te pedí que nos distanciáramos. Mira lo que acabamos de provocar, y todo por un mal entendido.
—Yo acepté lo que me propusiste, ¡Esto fue una estupidez! Tú mismo lo dijiste, fue un mal entendido, no sabes como me molesta que al instante cambias de pensamiento cuando estás en aprietos.
—¿A qué te refieres?
—Me refiero a que quiero al Joaquín fuerte y decidido que ví hace unos momentos, que me defendió y que sabe que lo que sucedió no estuvo mal. No al que se aterra al mínimo error.
Miré a Emilio con detenimiento y pude ver como un par de lágrimas amenazaban con salir de sus ojos, y sentí como mi pecho dolía. Lo que menos quería era hacerlo sentir mal, pero algo dentro de mí aún no quería pasar por esto, no tan pronto y no de esta manera.
Tomé sus manos y las entrelacé con las mías, acercándolo un poco más a mi cuerpo.
—Escucha, eres de las personas más importantes en mi vida, te quiero como a nadie, por eso necesito que estés bien.—Le dije juntando nuestras frentes sin previo aviso.—No quiero perjudicarte, mucho menos con algo que tiene que ver con tu carrera, tienes mucho futuro por delante.
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¿Puedes sentir mi corazón? | Emiliaco |
FanfictionJoaquín y Emilio se conocieron gracias a su cariño por la actuación. Dando la maravillosa casualidad de darles la oportunidad de crear un proyecto juntos y darle vida a unos grandes personajes. Lo que ellos no sabían era que iban a terminar enfrentá...