Capitulo 10

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Theo

Esos ojos...

Desde que la conocí, mi vida cambio, ella es simplemente perfecta, tiene algo especial, su hermosa sonrisa que me cautiva, bueno todo de ella me fascina.

Por fin ya puedo estar cerca de ella sin que nos jodamos la vida, pero, Amanda es capaz de cualquier cosa y eso me preocupa.

-Preciosa.

-Si?

-Me haces la persona más feliz del planeta.

-Y tú a mí.

-Que románticos-nos interrumpe Emma- ya es hora de irnos chicos ya es muy tarde.

-Tienen razón, pero vallan ustedes dos, yo me voy con Theo.

-Está bien, si le haces algo te mato-Amenazo Caleb.

-Tranquilo, yo a ella no le quiero hacer ningún daño.

-Chao, nos vemos mañana.

Después de que ellos se fueron nos quedamos Emili y yo un rato más, ella llamo a la mama y le dijo que llegaría tarde por estar conmigo y ella estuvo de acuerdo, le caigo bien.

-Princesa que quieres hacer?

-Qué te parece ir a aquel lago que me llevaste aquel día?

-Me parece perfecto.

-Vamos- se puso de pie y me tomo de la mano para ir en dirección al auto.

Duramos menos que la otra ves en llegar, en el camino Emili se puso a cantar una canción a todo pulmón y no pude evitar y me le uní.

-Llegamos preciosa.

-Una carrera- salió corriendo del auto y quitándose la blusa y el pantalón.

-No me vas a ganar- la alcance e hice lo mismo, la pase y le gane ella me reclamo.

-No es justo, eres más rápido.

-Eso no importa en este momento- me acerque a ella para abrazarla ya que el agua estaba fría, ya estaba anocheciendo.

-está haciendo frio- ella se estremeció y salimos del agua, no trajimos toallas entonces me quede con ella sentada a la orilla del lago para observar a las estrellas.

Nos acostamos y ella se quedó dormida por un momento, me quede observándola un rato , es hermosa.

-Preciosa- la llame para que se despertara.

- ¿Qué paso?

-Vístete para que no te resfríes.

-Bueno.

Se puso de pie y fue en dirección a la ropa que seguía extendida en el césped.

Se vistió y me alcanzo mi ropa, me vestí y me puse de pie.

- ¿Nos vamos? -pregunto.

- ¿Quieres irte?

-La verdad es que no.

Se acercó a mí y me abrazo, obvio yo le correspondí.

Ella se separó de mi un momento, me miro a los ojos y yo a ella.

- ¿Te gustaría ir a algún restaurante?

-Ya es muy tarde, ¿Por qué mejor no vamos a comer a mi casa? – mencionó ella.

-Eso me encantaría.

Seguido de eso nos dirigimos a la casa de ella, al bajar me miro con una gran sonrisa en los labios, no pude evitar sonreír yo también, antes de entrar la tome de la cintura la acerque a mí y uní nuestros labios que encajan a la perfección.

Malditos SentimientosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora