capitulo 18 (primera parte)

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*Una semana antes*
Thomas

Me bajo del coche ya en él garaje, entro por la puerta que da a la cocina de la casa y me encuentro con mi esposa preparando algo, no se que será, pero huele delicioso, mi esposa cocina de maravilla.

-¿Qué tal el trabajo?- me pregunta desde la otra esquina de la cocina.
-Lo normal- me acerco a ella y la abrazó de la cintura- Hoy no tuve que hacer ninguna operación.

Mi Esposa cree que soy médico, ella no tiene idea de que es el verdadero trabajo que realizó, si se llegará a enterar de que se alejaría de mi, y eso es lo menos que quiero.

-Eso está bien.
-Claro que si.

Otro trabajo echo, matar a ese hombre a sido más fácil de lo que pensé, pero lo que me da algo de nostalgia es que qué pasará con la familia, aunque no sé por qué me preocupo si no lo conocía.

Son las 3 de la tarde, eh quedado en una reunión en la casa de los Fleming.

Tienen una reunión con varios amigos.

Al llegar a la casa nos recibe la esposa del Brent.

-Pasen, que gusto que vinieran- saluda acercándose para abrazarnos- mi esposo te está esperando en su oficina- se dirige a mi- y tú Clarisse ven conmigo, acompáñame al jardín.

Desde que nos mudamos a Virginia los Fleming son los primeros que nos han recibido, pero desde ya hace varios años atrás yo conozco al señor Brent Fleming.

Me dirijo a la oficina de Brent, el cual se encuentra revisando unos papeles con una copa de vino en mano.

-Brent,amigo ¿Cómo as estado?- digo entrando y centrándome en el sillón que se encuentra al frente de su escritorio.
-Thomas, tanto tiempo sin vernos- dice con un tono irónico.
-Lo se, bastante- le menciono con el mismo tono.
-¿Quieres una copa?- me pregunta refiriéndose a la botella de vino que tiene en una esquina del escritorio.
-Claro,una no haría daño- digo incorporandme  en el sillón para agarrar la copa.

Brent es un hombre del que muchos tienen envidia, tiene mucho dinero, lidera una de las más grandes mafias del país, sin quitar los miles de contactos que tiene en otros países, de tantas personas decidido que yo le sería de gran ayuda.

Muchas personas le temen y ¿quien no? Asta yo le temo a ese hombre.

Estuvimos hablando durante un gran rato cuando la esposa de Brent entro para decirnos que ha estaba lista la cena.

Nos dirigimos para el comedor,es bastante grande y hermoso, tiene grandes adornos por varios sectores de la casa.

Cuando todos estábamos en la mesa del comedor, la hija menor de Brent se me quedó viendo, eso me incomodo. Ya habiendo terminado de cenar me dirijo nuevamente a la oficina de Brent pero en lugar de él se encuentra su hija.

-Hola Thomas- esta sentada en el escritorio de Brent dejando sus pies al aire.
-Que se te ofrece Amanda- digo con un todo de repugnancia.
-¿Acaso no te puedo saludar?- se levanta de dónde está y se acerca a mi.
-Muy gentil de tú parte-le digo con una sonrisa-pero no es necesario, ya enserio que necesitas- lo digo en un tono cerio.
-Se en lo que trabajas- dice poniéndose detrás de mi- necesito de tus servicios- pasa una mano por mi hombro.
-Y según tú cómo me vas a pagar- ella tenía bastante dinero, pero no el necesario para pagar algo así.
- Tranquilo,que el dinero no me importa- se pone al frente mío y me toma del mentón- y si hace falta lo podemos arreglar- me da una sonrisa ladida.
- Por que no lo haces tú misma?- me safo de su agarre.
- No me gustaría manchar mis manos.
- Tú sarcasmo es tan notable, lo as echo más veces que yo, ¿Que te preocupa?
- Que a la persona que vas a asecinar-hace una pausa- por más que me gustaría matarla yo, no podré.
- necesito que me des la información de a quien quieres que traté- me aparto de su lado.
- Mañana te lo iré a dejar a tú casa.
- Está bien- me retiré del lugar y me dirigí a la sala de estar de la casa, ahí se encontraba mi esposa hablando con Carmen la esposa de Brent.
- Cariño- me llama mi esposa.

Me acerco y me siento a su lado.

Amanda entra y se sienta en el sofá que está al frente de mi y me giña un ojo, esta chica si que me da escalofríos.

Una hora más tarde nos despedimos y nos encontrábamos en dirección a  nuestro hogar.

Todo iba en silencio, pero Clarisse decidió cortar el silencio.

-¿Que quería la hija de Carmen?- preguntar observando la carrera.
-Me estaba preguntando por nuestro hijo- odiaba mentirle, pero no le podía decir la razón exacta.
- Ah si? ¿Y que quería saber?- dirige su mirada a mí.
- Supuestamente está enamorada de él, pero no es de mi agrado como para que esté con nuestro hijo.
- Tendríamos que saber la opinión de él primero que todo- se vuelve otra vez en dirección a la carretera- quizás él sienta cierta atracción por ella, es muy atractiva.
- Lo sé, pero no me gustaría que él saliera con ella.
- Enserio Thomas, casi nunca estás en casa, está bien que te preocupes, pero deja de controlar tanto a tu hijo- está enojada.
- Clarisse, no me vengas a reclamar lo de que no estoy en casa, tú sabes que es por mi trabajo.
- ¿Acaso no te puedes conseguir otro?
- Es complicado.
- ¿¡Que es complicado!?, No creo que sea tan difícil buscar otro trabajo en un hospital en esta ciudad. Con la experiencia que tienes, en cualquier lugar te contratarian.

Y ese es el problema, no puedo dejar a la Mafia, hice un contrato, si la dejó, asesinaran a mi esposa y a mi único hijo. No tuve otra opción eso sucedió hace tiempo.

-Clarisse, a su tiempo te lo contaré, este no es el  momento.
-De que demonios me estás hablando?
-¡Clarisse! No te puedo explicar,no lo entenderías.
-Thomas soy tu esposa, como no lo iría a entender?
-Esto bien te contaré pero en la casa.
-Esto me será difícil de explicar- fijé aparcando me al lado de nuestra casa.
-Mas te vale que no me estés engañando- dijo bajándose de el auto.
-No esactamente.

La seguí asta llegar a el porche de la casa, entramos y nos dirigimos a la sala de estar, por suerte Theo no se encuentra, eso me será más difícil de explicar, ¿Me entenderá? ¿Se enojara? ¿Me pedirá el divorcio? No lo sé, pero todas esas opciones me asustan.

-Bueno, necesito que no me interrumpas en ningún momento, hablas asta que termine.
-Esto bien.
-Todo esto empezó hace mucho tiempo- hice una pausa- primero que nada no trabajo en un hospital, hace 10 años deje el trabajo que tenía en el hospital, no era suficiente, o más bien no era lo que me complacía o a ti y a Theo, tuve que cambiar de empleo, desearía regresar en el tiempo, pero las cosas ya están.

Un leve recuerdo llega a mi mente.
Pero lo aparte enseguida.

<<Mi empleo no es el mejor, pero nos a alludado, y por eso estamos aquí, Clarisse yo te amo, quería lo mejor para ustedes, es por eso que me uno a una de las mejores mafias del país- se llevó las manos a la boca- por favor entiendeme, esto lo hice por ustedes.

-¿Que es exactamente lo que haces?

-No te lo puedo decir.

-Thomas, llevas ocultándome esto por 10 años, vas a seguir escondiendome cosas?

-no sé cómo decirlo- la verdad era que no la quería perder- si te lo digo, sé que te vas a alejar de mí.

-Llevamos 25 años de casados, enserio me vas a hacer esto?

Se levantó del sofá y se fue en dirección de la habitación.

-Clarisse- trate de llamarla pero no sé detuvo.

Tres horas más tarde me encontraba en un bar, seca del centro de la ciuda.

Al llegar a casa me dirijí a la cocina, me comí algo y me fuí en dirección a mi oficina,en ella se encontraba una carta a nombre de Amanda.

La empecé a leer:

"Se lo mucho que quieres a tu esposa, así que más te vale seguir mis indicaciones si no quieres que algo le suceda, sé que llevan varios años juntos, y sé que tienen a un hijo, el cual es muy sexy- dejé la carta encima del escritorio, estaba muy cansado, después la terminaría de leer.

Malditos SentimientosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora