Malditos Sentimientos

Capitulo 1

Hoy es el primer día de clases y me decidí despertar temprano para que no me agarre tarde como todos los años, quiero que este año sea diferente a los demás. Me desperté a las 5:40 am porque a esa hora sonó la alarma porque de lo contrario seguiría dormida y llegaría tarde pero no, me levante y me fui en dirección a el baño me di una corta ducha de unos quince minutos. Al salir me vestí y me puse una blusa blanca, unos vaqueros azules y mis deportivas blancas, después bajé a desayunar y ahí se encontraba mi madre preparando el desayuno y mi padre sentado en la mesa leyendo el periódico.

-Buenos días ma, buenos días pa-salude a mis padres entrando a la cocina.

-Buenos días preciosa-respondieron los dos al unísono.

- ¿Preparada para el primer día? - pregunto mi madre.

- Algo así- le dije a mi madre.

- Te deseo suerte en este otro año hija- menciono mi padre.

-Te lo agradezco pa- le dije a mi padre con una sonrisa. Cuando tocaron el timbre.

- ¡YA VOY! - grite desde la cocina para dirigirme a la entrada.

Al abrir la puerta me encontré con Caleb, llevaba una camisa gris, unos vaqueros azules y unos deportivos negros.

-Hola! – dijo el apenas abrí la puerta.

-Hola Caleb- le respondí.

- Pasa ya regreso con mis cosas para ir al instituto- le dije y seguido de eso subí las escaleras para dirigirme a mi habitación y traer mis cosas.

Al bajar me dirigí para la cocina para irme con Caleb para el instituto, y de paso recoger a Emma, esa es la rutina desde que yo empecé a juntarme con ellos y desde entonces se volvieron mis mejores amigos.

- ¿vamos? - pregunto Caleb apenas entre a la cocina.

-si- le respondí a Caleb mientras me despedía de mis padres.

Al salir de la casa me dirigí a el auto de Caleb y me senté de copiloto después el entro y se dirigió a la casa de Emma que era una que se encontraba en el lugar de la ciudad de las casas más lujosas ya que su padre era un empresario y su madre una abogada, yo no me quejaba de mi casa porque, aunque es pequeña es muy hermosa y me gusta mucho vivir hay. Cuando llegamos Emma estaba apenas saliendo de casa y cuando nos vio se dirigió a el auto y entro en la parte de atrás del auto.

-Hola chicos- nos saludó Emma al entrar al auto.

-Hola- respondimos Caleb y yo al unísono.

- ¿Cómo han estado? - pregunto Emma, aunque nos hayamos visto el día antes en la cafetería de siempre.

-Bien- respondió Caleb encendiendo el auto.

-Bien, ¿y tú? - le dije a Emma.

-Bien por dicha, hoy no quería ir a el instituto- menciono Emma, seguido Caleb se dirigió rumbo a el instituto.

-Tu nunca quieres hacer nada- le dijo Caleb.

-Oye, eso no es cierto- reclamo Emma.

-Claro que si- dijimos Caleb y yo al unísono.

-Como sea- dijo Emma riendo, seguido Caleb y yo nos reímos.

Cuando llegamos al instituto Caleb aparco el auto y los tres salimos para dirigirnos a nuestra respectiva aula. A los tres nos toca juntos por dicha. Emprendimos en dirección a Matemáticas por suerte el aula aún no estaba llena solo había tres personas. Como de costumbre nos sentamos en los últimos asientos. La clase se pasó muy rápido y al salir nos dirigimos Emma y yo a las taquillas.