Capitulo 17

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Me desperté por el sonido de un celular.

Me encontraba acostada en la parte de atrás del auto, estaba  solo con mis bragas y la camisa de Theo puesta, me inundó las fosas nasales el aroma de su perfume.

Me trate de levantar pero no pude, tenía la mano de Theo alrededor de mí cintura, en el momento en el que me volví a mover, escuché un pequeño gruñido por parte de él.

- Buenos días Theo- le susurré mientras le daba en beso en su mejilla- ya levántate.

- Buenos días preciosa- se acomodó en el asiento y me tomo de los brazos para acercarme a él y unirme en un abrazo- yo quería seguir durmiendo contigo a mí lado.

-Yo también, pero tú celular está sonando desde hace rato pero no lo encuentro- dije viendo para ambos lados- me despertó y no me quedó de otra que despertarte a ti también.

-El celular está debajo del asiento del conductor- me dijo en un bostezo- ayer cuando nos estábamos besando se me salió de la bolsa.

-No tienes que contestar?- le pregunté acostándome en su pecho- tal vez es algo importante.

- Tienes razón- me levanté de en sima de él para que pudiera sacar el celular, cuando lo tomo puso cara de desagrado- no es nada importante.

Me preguntaba quien era, pero por respeto voy a esperar a que el me lo diga, no sé quien pueda ser y por la cara que puso no creo que sea algo bueno

-De acuerdo- me quedé sentada en silencio por un momento con la mirada pérdida- qué hora es?

-Son las 9 am preciosa- dejo el celular a un lado y se volteó para mirarme -¿Quieres que te lleve a tu casa o quieres hacer algo más?

-Estoy cansada- le dije con el tono de una niña de 5 años- llévame a casa a descansar un rato.

-Esta bien preciosa- me dijo sonriendo ladido- tu mamá seguro está preocupanda.

-¿Todo en orden?- le pregunté por la cara de preocupación que tenía.

-Si, no te preocupes preciosa- me sonrió y no me quedó de otra que quedar como una idiota enamorada al verlo sonreír.

El viaje fue corto, en el camino la pasamos cantando, la mayoría de las canciones de Shawn Méndez, varios momentos de silencio en los que sirvió para que cada uno pensará en lo suyo.

(...)

Son como las tres de la tarde, he pasado toda el día en mí cuarto desde que llegué, mí mamá no estaba, Theo no se pudo quedar por qué dijo que tenía un asunto que resolver, no sé que sería,pero dijo que a las 7 de la noche iba a pasar por mí que ayer no me pudo dar o llevar al lugar de la sorpresa.

Me dijo que me vistiera con algo elegante y la verdad no sé que, creo que le voy a decir a Emma que me prmeste un vestido de los de ella, yo no tengo muchos vestidos.

En este momento estoy acostada en mi cama observando un punto fijo en el techo.

Me quedé dormida asta que unos toques a mi puerta me despertaron.

-Cariño- escucho a mi madre del otro lado de la puerta- ya llegó Emma con tu vestido.
-Ya escuche mamá- de digo mientras me incorporo en la cama.

Me levanto y voy en dirección del espejo, mi cabello está echo un asco, me dirijo a la puerta y cuando la h abro Emma está con cara de fastidio.

-Estoy aquí desde hace media hora, ya se te está haciendo tarde, pronto pasará Theo-me dijo entrando en la habitación, dejando el vestido y unos tacones muy altos.
-Emm, hola.
-ve a darte una ducha tengo que prepararte rápido- puede notar un poco de enojo en el tono en el que me lo dijo.
-Claro fiera- mencioné- cálmate un poco amiga.
-Lo siendo, es que me altere en que no me abrieras.
-Esta bien,en 15 minutos vuelvo.

Y así fue, dure quince minutos y al salir me vestí, el vestido se ajustaba a mi cintura y me llegaba por los tobillos dejando al descubierto una pierna y la espalda, me seque el pelo y Emma me lo riso.

-Emili siéntate o no tendré otra opción que amarrarte - me amenazó.
-No me vas a maquillar- le reclamé- por una ves no hace malo.
-No seas ridícula, sientate-sabia que no iba a tener complación de mi, así que obedecí.
-Pero que no sea muy llamativo- le dije en un puchero.
-Esta bien- me dijo con una enorme sonrisa en su rostro- vas a quedar más hermosa de lo que eres.
-Gracias amiga.

Tardo como unos 30 minutos en termimar,  en el momento en el que me vi en el espejo no me lo podía creer, me encantó, el maquillaje no es muy llamativo y me gusta como combina con el outfit que llevo.

Al final termine poniéndome los tacones, camine con un poco de dificultad, me hizo unos centímetros más alta.

Tengo el presentimiento de que algo va a salir mal pero decidí darle caso omiso.

Decidí revisar mi celular para ver si no tenía algún mensaje de Theo, pero  no tenía nada, bueno son las 6:45 pm, ya es hora de que baje.

-Creo que ya tengo que bajar, ya casi viene Theo-le dije mostrándole el celular para que vea la hora.
-Si, es mejor que viajemos.

Baje y mi madre me recibió con una sonrisa.

-Te ves preciosa mi amor- mamá me abrazó.
-Gracias mamá,te amó.
Mi papá estaba en el sillón viendo algún programa trivial, lo apago y me volteo a ver.
- Princesa, te ves preciosa.
- gracias papá- me acerqué y lo abrace, cuando me separé, pude notar que tenía los ojos aguados- papá no es para tanto.
- lo sé, lo sé, es solo que mi bebé ya está creciendo.

No le dije nada solo lo abrace otra vez, el sonido de la puerta nos hizo separarnos, ya llegó Theo.

-Yo abro- dice mi mamá saliendo por el pasillo de la puerta.

Theo entra con un hermoso ramo de flores, mi madre viene atrás de él.

Se acerca y salida a mi padre el cual con orgullo le estrecha la mano, puedo notar que mi padre está muy feliz por el gesto de Theo, pero yo estoy encantada con eso.

Se acerca a mi dirección.

-Hola preciosa- me dice entregándome el ramo, y dándome un abrazo cuando se separa miro sus ojos y puedo ver el brillo que tienen-te ves hermosa.
-Gracias- le digo un poco sonrojada.

Nos despedimos de todos y ya con la puerta cerrada atrás de nosotros nos encontramos en el porche, Theo aprovecha y me toma desprevenida dándome un beso, yo quedé quieta por un momento pero reaccione y le correspondí rápido.

-hora de irnos preciosa- me dice tomando mi mano dirigiéndonos al auto.
-¿Me dejas conducir?
- De regreso preciosa, por el momento es sorpresa, yo llevo el auto.
- Está bien amor.

Era la primera ves que lo trataba de esa forma, siempre le suelo decir Theo.

Me senté y me puse el cinturón y Theo imitó el mismo gesto.

Nos encontrábamos en dirección a no se dónde, solo sé que íbamos cantando una canción a todo pulmón, cuando siento un golpe en seco contra el parabrisas, él cristal empezó a quebrarse a mi alrededor, sentí una pesadez en mis párpados, luche por no cerrarlos, lo último que vi fue a Theo acostado contra el volante, mis ojos se cerraron por último, los abrí y me di cuenta de que estaba en una ambulancia pero los volví a cerrar.

Malditos SentimientosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora