Capitulo 24

16 3 0
                                    

Theo

Me despierto por la luz del sol que se cuela por la ventana y me da directamente a los ojos. Me quedo acostado un momento y miro el reloj que tengo a mi lado y son las 10 de la mañana, probablemente no escuche la alarma.

Me llega el recuerdo de lo que paso ayer con Amelia.

Rápidamente me pongo de pie y salgo de mi habitación para dirigirme a la de ella, pero no está ahí, la cama esta echa y en el baño no hay nadie, bajo las escaleras y la busco por el resto de la casa, pero no está.

-Buenos días- dice mi madre desde la cocina.

-Hola- me dirijo en su dirección y me siento.

-Si buscabas a Amelia, ella se fue hace media hora, iba muy apresurada.

-Gracias, en un rato le escribo para quedar con ella- me levanto y voy a salir de ahí pero mi madre habla primero.

-Theo, otra cosa, ¿otra vez son pareja?

-No, ella es solo una vieja amiga, además todavía estoy saliendo con Emili, la amo mucho y la esperare lo que sea necesario.

- ¿Estás seguro? No es por matarte la ilusión, pero, qué tal que sean años los que ella este así.

Me lo pienso un poco, pero la verdad es que la quiero mucho y tal vez después de un tiempo pierda la ilusión.

-lo sé, pero esperare un poco más- pienso en los meses que hemos pasado juntos- mama la extraño mucho- ella rodea la cocina y se acerca a mí.

-Cariño lo sé, pero va a estar bien- me abraza y yo hundo mi cabeza en su cuello.

Nos quedamos así por un rato hasta que me separo de ella y me voy para mu cuarto para darme una ducha.

Una hora después bajo otra vez y me despido de mmi madre para ir a buscar a Amelia a su Departamento.

Una vez me dijo cuál era, pero no me acuerdo muy bien. Subo en el ascensor a el piso 5 y salgo para ir a la habitación 43, toco la puerta, pero nadie habré, vuelvo a tocar, pero me sorprendo al ver quien habré la puerta.

- ¿Qué haces tú aquí? - pregunta este.

-Lo mismo digo, ¿Esta Amelia?

Se queda un momento callado, pero- No esta.

- ¿y no sabes dónde está? - digo con desagrado, simplemente su presencia me desagrada.

-No, no se y ni me interesa, ya que sabes que no está te puedes retirar.

-Y si entro y la espero allí adentro?, después de todo el departamento no es tuyo.

-No lo es, pero que clase de huésped seria si dejo pasar a alguien sin el permiso de la dueña.

Este imbécil ya me está tocando los cojones.

-No quiero tener problemas, solo déjame pasar.

-no- me da una sonrisa y cierra la puerta de un portazo.

- ¡hijo de puta! - dije dándole un golpe a la puerta.

Estuve esperando un rato y decidí por mejor irme, llevo unos días sin ir a visitar a Emili, creo que iré.

Al llegar al hospital me da un escalofrió al saber que Emili está ahí inconsciente, la semana antepasada el doctor dijo que, en lugar de seguir avanzando, lo único que hizo fue empeorar más, los padres de Emili están pensando en rendirse y desconectarla, literalmente, solo vive de una máquina. Pero los logre convencer que si enserio aman a Emili que piensen en que es lo que ella querría que hicieran.

Malditos SentimientosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora