Léeme - Bradley Simpson (terminada)

Lee esta carta cuando me extrañes mucho.

" A esta altura, seguramente, estaré necesitando esos abrazos tan lindos tuyos, que hacen que todas mis partes se unan devuelta. (Qué poético Bradley, muy bien) Pero ahora estamos lejos.
No hago esto para que llores, aunque yo te admito que estoy bastante emocionado escribiendo esto, lo cuál es un poco estúpido, porque mientras escribo esta carta, tu te encuentras durmiendo en el sillón, pero para cuando la leas, yo estaré en otro continente y tú en nuestra hermosa casa.
(Te dejo una foto que me encantó, la tomé recién mientras dormias.)

No hay momento en el que no te extrañe, Jude, y eso seguro que lo sabes, lo que más me hace falta cuando estoy lejos es sentir tu aroma, tus caricias, y obviamente las galletas que te gusta tanto cocinar, que por cierto, son mis favoritas. Puede que no extrañe el sonido de tu alarma por la mañana, suena muy temprano y tienes que ir a trabajar, aún así fuera de eso, me encanta levantarme contigo a desayunar, ver cómo te arreglas, cocinar juntos, y pasar los fines de semana viendo series y jugando con Jesse.

No puedo esperar a estar juntos así otra vez.

Love you💖
Bradley x

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Puse las llaves en la mesada de la entrada, dejé mi saco colgado en el perchero, y me deleité con el sonido que provenía del estudio, me acerqué despacio y escuché bufar a Brad.

- Hola - veo como deja su libreta en el piano, rasca su nuca y me saluda desganado - ¿Qué tienes?
- Estoy intentando componer hace horas, pero estoy bloqueado, no me sale nada - tomó un poco de té, puso fea cara, seguro estaba frio y lo dejó. Fui hacia donde él estaba, y lo abracé por detrás, sobre sus hombros, dejándo un beso en su mejilla. Cuándo él estaba estresado se notaba a kilometros, y quería hacer lo posible para que esté bien.
- Te prepararé más té - sonrió de costado y rascó su nuca otra vez, mirando su piano fijamente.

Tomé la taza, y fui a la cocina, agarré galletas, y las preparé para llevarlas al estudio. Acaricié a Jesse que se recostaba en el suelo.

- Gracias - sonrió, mientras dejaba las cosas sobre la mesa. Encaminé hacia la puerta -¿Te puedes quedar conmigo Jude? - preguntó. Giré hacia él y me esperaba con los brazos abiertos.
- Sí - sonreí. Me senté a su lado en el piano, y me abrazo por la cintura. Toqué una tecla.
- No puedo creer que aún no hayas aprendido a tocar ni una sola nota - rió.
- No es mi culpa Bradley, no tengo manos hábiles para esto - toqué otra tecla - no me acuerdo ni que notas me enseñaste, no puedo, no me sale - sonreí. Se quedó mirando el instrumento unos segundos.
- Quiero componer - dijo frustrado, una vez más.
- Tenes que distenderte - puse mi mano en su nuca, y comencé a presionar levemente en círculos. Él cerró sus ojos - ¿Cuánto tiempo estuviste aquí? - los abrió y miro hacia arriba pensando.
- ¿Qué hora es? - frunció el ceño.
- Son las seis de la tarde.
- Desde que te fuiste por la mañana - abrí más los ojos, sorprendida del tiempo que estuvo encerrado aquí - paré para almorzar y después volví pero - cerró de vuelta sus ojos disfrutando los masajes - aún así no pude avanzar nada.
- Es porque estás estresado, y cansado - me levanté y me senté sobre su regazo, pasando una pierna por cada lado, dándole un abrazo reparador. Él se recostó sobre mi, relajando su cabeza en el hueco que habia entre mi hombro y mi cuello, mientras yo seguía abrazándolo. Estos eran los momentos que más disfrutabamos, cuando estabamos juntos, sin andar corriendo de aquí para allá, sin prisas, ni tours, ni trabajo de por medio. Eramos así, necesitabamos del cariño del otro y de su compañía para sentirnos mejor. Había momentos dónde sólo el abrazo de Bradley me podía hacer bien, y a él le pasaba igual conmigo.  Su respiración bajaba, apretó más fuerte mi cintura.
- Necesitaba esto - dijo por lo bajo. Puso sus manos por debajo de mi blusa, aún apretando mi cintura, eso llamó mi atención.  Se quedó en silencio, pude sentir que estaba sonriendo, fue ahí que me di cuenta que estaba por hacer.
— No, no, no — dije rápido, pero ya era tarde, estaba haciéndome cosquillas. ¡Las odio! —¡Bradley, no! — dije entre risas, él se reía a la par. Me gustaba escucharlo así. Besó mi hombro, y me miró a los ojos.
— Gracias — susurró. Se acercó lentamente, y terminé la distancia que había entre nosotros juntando nuestros labios en un dulce beso.

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Hellooooouuuu, si quieren dejar ideas para las próximas cartas las leo!! 🥰 gracias por la buena onda y el apoyo 💕 les deje una foto para que tengan idea del tipo de abrazo que tienen por si no se entendió, je.