LEEME

413 39 10
                                    

Salí envuelta en mi bata de baño, la verdad que las duchas de hotel siempre son maravillosas. Al avanzar veo a Bradley buscando en su armario, preparando lo que él va a ponerse. Nada es mas atractivo que verlo así, en serio.

– Terminé – sonreí. Giró su cabeza hacía mi y sus ojos brillaron.
– Mira ésto - se acercó al estante, sacando una bolsa de allí.
– ¿Más regalos? – me sonrojé.
– Sólo, quiero que hoy sea especial, ábrelo.

Tomé la bolsa y la dejé sobre la cama, comencé a abrirla y desplegué de ella un hermoso vestido rojo, con la espalda descotada.

– Es, es – hable con un tartamudeo – increíble – amaba que Bradley me conociera tanto, a tal punto de poder comprarme un vestido y pegarle justo en el blanco.
– Nat me ayudó un poco – se ruborizó– ¿Te gusta? – se acercó a mi.
– Me encanta – di un corto beso en sus labios – ¡Me lo probaré ya mismo!
– Yo iré a tomar una ducha – dijo, besando mi mejilla rápidamente.

Comencé a secar mi cabello y vi desde el espejo el vestido planchado sobre la cama, espero que sea de mi talle, por que era de verdad precioso. Me acerqué y lo tomé por las tiras del hombro, sentí su textura, era una suave seda, agradable a la piel. Bajé el cierre de la espalda y me lo coloqué, iba a la perfección, y se veía igual de bien, o eso mostraba el espejo.

– Te ves increíble – oí detrás mío.
– Gracias – me reí – ¿Me ayudas? – se acercó aún un poco mojado de su ducha y ayudó a subir el cierre, luego de eso besó mi hombro, siempre lo hace cuando me ayuda con estas cosas.
– Tenemos reservación para las nueve y media - susurró en mi oído, acariciando mi brazo.
– Ya casi estoy lista, amor.

Bajamos del taxi y quedamos frente a un restaurante luminoso, se veía tan bien que me hacia cuestionar si yo era alguien apto para tanta elegancia.
Bradley sonrió, se veía hermoso con su camisa y tiradores, su cabello con rizos, su sonrisa blanca, todo en él era perfecto.

Hablamos de lo de siempre, la banda, los chicos, mi trabajo, mis diseños, me escuchaba detenidamente.

– Que increíble ¿No? Tres años.
– Unos maravillosos tres años, Brad – acaricié su mano y sus ojos se pusieron brillantes – ¿Te encuentras bien? – sonreí un poco.
– Mejor que nunca Jude.

----------------

Nos retiramos de restaurante, y fuimos al lugar que no podía faltar para terminar la velada. La Torre Eiffel. Brillaba, brillaba mucho y era mágica.
Y este es el momento que jamás olvidaré.
Solté la mano de Bradley, y caminé unos centímetros delante de él, queriendo ver más de cerca la Torre. Me fascinaba su luz, la noche, el momento. Giré para volver a Brad, y estaba mirándome a mi, no a la inmensidad de Francia, sino a mi. Se acercó, y me acarició la cintura, robándome un beso el cuál jamás olvidaré, fue suave, único y frente a uno de mis lugares favoritos.
– Jude, busqué miles de formas para lograr hacer esto, que estés aquí, y aún estoy atónito de haberlo hecho tan bien. Las cartas, el pasaje, quería sorprenderte.
– Y lo haz hecho amor, funcionó y es maravilloso, todo lo que hiciste por mi.
– Aún, hay algo más – mis ojos se extrañaron, todo era tan mágico que no podía creer que habia más. Extendió otra carta – Es para ti Jude – era un sobre que decía "Leéme, ahora."
– Quiero que la leas, pero mirándo hacia la Torre, por favor.
– Eres tierno Bradley y por eso te amo tanto.
– Lo sé – se sonrojó – ahora léela.
Di la espalda, y abrí el sobre con una fuerte palpitación. Estaba nerviosa.

"Estoy seguro Jude, de que lo haremos bien, de que funcionará, de que seremos el uno al otro toda la vida, de que nuestro hogar es y será mi lugar en el mundo. De que junto a ti, todo estará bien.
¿Crees lo mismo que yo, Jude? "

Me volteé hacia él y estaba frente a mi con una pequeña cajita negra en sus manos, involuntariamente lleve mis manos a la boca y la tapé. Ya estaba llorando.

– ¿Lo crees Jude? ¿Pasar toda la vida juntos?
– Si – asentí con sollozo mientras él abría la caja.
– ¿Te casarías conmigo? – su voz se quebró al igual que la mía y sonreí.
– Si, si, si y si, a todo – dije llorando.
Bradley retiró el anillo de la caja, colocándolo en mi mano, sellando por fin nuestro compromiso. Se acercó, me abrazó, y nos dimos nuestro primer beso como una pareja comprometida, tomé su rostro con ambas manos, sin poder dejar de besar su mejilla.

Éramos nosotros, juntos, para siempre.

---------

– Primero usted futura Señora Simpson – dijo riendo llegando a la puerta de nuestra habitación.
– Gracias futuro señor Simpson – pasé y dejé mis zapatos en el suelo.
Su mano recorrió mi cintura y besó mi cuello, siguiendo un camino hasta mi hombro que me hizo estremecer.

Las palabras sobraban, la emoción nos desbordaba, y estabamos perfectamente como queríamos estar, uno con el otro.

Dejé caer mi vestido al piso, no llevaba brasier, y mi espalda quedó al descubierto frente a él, eso le encantaba, y a mi me gustaba sentir sus caricias.  Me giré y fui directo a su camisa para deshacerme de ella, lo logré, rodeé su cuello con mis manos y junté nuestras frentes, sentía su corazón latir, fuerte.

– Lo haremos bien Brad, lo hicimos hasta ahora – susurré.
– Lo sé - su pulgar seguia acariciando mi espalda, luego llevó su mano a mi mejilla.
– Te amo, mucho – y volví a sonrojarme.
– Te amo Jude, estoy enamorado de ti desde el primer día que te vi y soy la persona más feliz del mundo – solté unas lágrimas, y miré mis manos, el anillo en mi dedo, lo besé una vez más, sabiendo que ésto iba a ser para siempre.
--------
Me puse tierna ahre
Falta uno más bbs

Léeme - Bradley Simpson (terminada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora