Autumn Leaves (Max Mayfield y Billy Hargrove)

Chapter 17

Otro día más surgió en la vida de Max y Billy. Neill no había regresado a casa, luego de los acontecimientos de la noche anterior. Susan se mantuvo alerta toda la noche, esperando a que su esposo no hiciera una aparición repentina en su hogar.

A pesar de la crisis familiar que había entre la familia, Max y Billy estaban más unidos que nunca. Ambos se alistaron para la escuela. Susan no dudó en recordarles el castigo de ambos, algo que no les afectó mucho.

—¿Todo listo?—Cuestionó Susan en voz alta.—Faltan treinta minutos para las ocho. ¡Max, toma tu naproxeno!—Exclamó Susan.

—Sí.—Max salió de su habitación, a toda prisa.

Max tomó la píldora de naproxeno para el dolor. Pese a que no tenía dolor en su cuello, decidió tomarla para evitarle a su madre alguna preocupación.

—Billy, date prisa, llegaremos tarde.—Max le gritó a Billy.

Billy abrió la puerta en seguida.

—La escuela está a dos cuadras.—Habló Billy, despreocupado.—¿Cuál es la prisa? Ni que fuera a echar piernas.—Billy se dispuso a salir con Max de la casa.

—No cambias tus hábitos de impuntualidad...—Max protestó.

Susan los despidió en la puerta.

—Los quiero aquí antes de la cena.—Les recordó Susan.

Max y Billy caminaron hacia la escuela, alejándose poco a poco de su hogar.

—¿Y tu cuello como está?—Cuestionó Billy.—¿Duele o te molesta?—Billy le echo un vistazo al cuello de Max.

—No duele—Max respondió.—Estoy bien.—Max insistió.

Billy arqueó una ceja.

—¿Segura?—Preguntó Billy, entre dudas.

Max asintió con su cabeza. Ambos continuaron caminando.

—Se siente extraño caminar y ver a vecinos que ni siquiera sabía que existían.—Billy habló, entre risas.

—Debes acostumbrarte a caminar.—Le respondió Max.—Despeja la mente, es decir; tienes más contacto con lo que te rodea.—Enfatizó Max, sintiendo el aire en su rostro.

—¿Te refieres a tener contacto con los vecinos metiches?—Billy preguntó. Le encantaba molestar a Max.

—No...—Bufó Max.—Habló de el aire y la naturaleza.—Se explicó Max.—Al carajo los vecinos.

—"Al carajo los vecinos".—Repitió Billy, con jocosidad.—Esa es una buena frase.—Reconoció Billy.—Me apropiaré de ella.

—Como siempre...—Max habló, con ironía.

Billy la observó, retador.

—Oye.—Billy hizo una pausa.—¿Que tal si no vamos a la escuela hoy?—Le propuso Billy a Max.

—Ya me he saltado un montón de clases en estos días. No puedo seguir faltando.—Señaló Max.

—Puedes reponer el material luego.—Billy respondió.

—Sabes que el próximo año me graduó y el promedio de este año es muy importante, ¿no?—Max arqueó una ceja.

—No creo que el promedio sea un problema para tí.—Billy confiaba en su gran intelecto.

Max lo dudó por un momento, pero terminó aceptando la invitación.

—Al carajo todo. Vamos a divertirnos.—Habló Max, dándole un pequeño codazo a Billy en el brazo.