Chapter 9

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Max entregó su libreta de matemáticas a la profesora.

—Buen día, profesora. Aquí tiene la tarea.—Max le hizo entrega de la tarea.

La profesora no tardó ni cinco minutos en corregir los ejercicios, estaban todos correctos.

—Me sorprendes Mayfield, están todos correctos.—Comentó la mujer.—Tu promedio ha subido a 3.87, y la calificación de tu examen de un 80% a un 97%. Vas en buen camino.

La profesora realmente se sentía contenta por el avance de Max.

—Es bueno escuchar eso, gracias por la oportunidad.—Max asintió con su cabeza, regresando a su pupitre.

—¿Cómo saliste?—Preguntó Eleven.

—Subí a un 97%.—Max no se notaba muy feliz.

—¡Eso es genial!—Eleven exclamó.

Eleven vió el semblante de Max, quién no se notaba muy contenta por la buena nueva.

Max sabía que no fue capaz de terminar su tarea y le hervía la sangre. Estaba consiente de que no le debía nada a Billy, mucho menos después de haberle humillado.

Sus sentimientos eran algo muy delicado y él se metió con eso sólo para joderle la existencia. Definitivamente había perdido sensibilidad humana. Max no podía buscar otra razón para ello.

Billy Hargrove seguía siendo tan cruel como siempre y de ocultó detrás de una fachada empática. Por un momento, Max creyó que en realidad la consideraba su hermana...

Quizá esa malicia estaba en su patología.

—Siento que algo malo te ocurre, y no me quieres decir, Max.—Eleven se pronunció al respecto.

—Creo que es mejor que hablemos en otro lugar.—Max prestó nuevamente su atención a la clase.

...

Eleven y Max decidieron cortar la última clase, después del almuerzo. Las chicas tomaron el autobús hasta el centro comercial.

Eleven pagó unos helados para ambas.

—El helado siempre es bueno, para los momentos tristes.—Habló Eleven.—No has dicho nada, Max. Siéntete cómoda de charlar.—Eleven sonrió levemente.

Max saboreó un poco su helado de chocolate y galletas.

—Dijiste que pensarás en ti, Max, pero parece que algo más te preocupa.—Eleven acarició el cabello de Max, colocando un mechón en su oreja.

—Terminé con Lucas está mañana.—Max narró.—Pero esta vez no habrá tiempos; es un rompimiento oficial.—Explicó la pelirroja.

—Lo siento mucho, Max.—Eleven respondió.

Max recordó por un momento todo lo que había vivido junto a Lucas, mientras reflexionaba en voz alta acerca de su sentir.

Eleven fue todo oídos, ya que eso era lo que más necesitaba su amiga; ser escuchada.

—Las cosas dejaron de funcionar desde que terminé con él por primera vez. Decidí retomar la relación una y otra vez, pensando en que había una esperanza, sólo para no sentirme sola.—Max suspiró, mientras reflexionaba un poco.

Max reconoció sus fortalezas, pero también sus debilidades.

—Ese era mi miedo, la soledad, no ser querida por alguien.—Max reconoció, en un suspiro.—Sinceramente, creo que estoy mejor ahora y que enamorarme no estará en mis planes.—Max sintió el tacto de Eleven.

—Si eso es reconfortante para tu paz mental, es lo que importa.—Dijo Eleven.—Tu misma me haz enseñado que para ser feliz, no se necesita la compañía de un chico. Quizá Lucas no es el chico indicado.

Autumn Leaves (Max Mayfield y Billy Hargrove)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora