DIEZ

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K Y L I E

Estábamos todos rodeando la mesa ya que estábamos contando regresivamente ya que no faltaba mucho para que sean las doce y brindar por ello.

—¡Cinco! —dijimos todos al unísono.— ¡Cuatro.., tres.., dos.., uno! —y todos comenzamos a chocar nuestras copas.

Luego de eso comenzamos a abrazarnos y desearnos feliz navidad, luego pusimos algo de música para que algunos bailen o estan sentados charlando de cualquier cosa.

—¡Ey, Kylie! —grito Orma a mí lado ya que la música estaba un poco alta.

—¡¿Qué pasa?! —le respondo y él me muestra su celular y veo una llamada.

No entendía hasta que me lo acerco hasta que pude divisar el nombre de Benito junto con un conejo.

—¡Quiere hablar contigo! —me dice y yo lo miro extraña ya que el podía haberme llamado a mí celular pero le reste importancia.

—¡Gracias! —tomo su celular y me alejo un poco de la música dirigiéndose a la escalera para sentarme en esta.— Hum, ¿hola?

—Hola —dice él.— feliz navidad mí reina.

—Igual para ti —le digo.—, ¿cómo la estás pasando?

—Bien pero me hubiera gustado estar contigo ya sabes para pasarla más que bien. —dice y ruedo los ojos ya que se que se refiere a chingar.— ¿Tú la pasas bien?

—Sí, genial. —le digo.

Hubo un silencio ninguno de los dos hablaba solo se escuchaba su respiración y seguramente el escucharía la mía.

—¿Te gusto mí regalo? —dice luego de un rato.

—¿Qué regaló? —pregunto.

—Fijate es obvio el lugar donde puedes encontrarlo. —me dice y me paro de la escalera para dirigirme a la sala donde estaba el árbol navideño.

Cuando estoy frente a este ruedo los ojos ya que hay bastantes regalos, ¿cómo piensa el que encontraré su regalo.

—¿Alguna pista de cómo se ve la caja de tu regalo? —le digo.

—La única que tiene como envoltura con caritas de conejos, sabía que irían varias personas a tu casa así que supuse que sería muy difícil diferenciar colores. —dice y tenía razón.

Comencé a buscar la caja con la decoración de conejos en la caja y bingo la encontré al lado de otra que era para Kendall seguramente de Bernie.

—La encontré.—le digo emocionada.

—Abrela y dime lo que te parece. —me dice.

—Bien. —solo digo y rompo la tirita de moño que hace que la cajita no se abra.

Cuando lo hago saco la tapa poniéndola debajo de la cajita y veo una llave con las letras RR una encima de la otra, ¿RR, acaso está llaves son de un auto? Para ser exactos un Rolls Royce.

Saco la llave y la tomo en mí mano, no puedo creerlo mí primer auto bueno segundo pero el que me regaló mí ex no cuenta.

Menor de edad. - Benylie.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora