Discursos. Capítulo 18.

192 29 209
                                    

Cuatro meses y dos semanas desde la desaparición de Andrea

En el departamento blanco de Helena

Fue en una de sus visitas nocturnas al techo de la organización donde algo se le ocurrió a Contacto: Helena era la única persona externa al proyecto que tenía cercanía con Di Maggio. No obstante, sólo trataban asuntos netamente financieros. Escuchó furtivamente muchas conversaciones entre ellos como para saberlo. Sin embargo, en realidad no sabía quién era pero algo en ella le hacía sentir desconfianza. La rubia trataba de ocultar sus emociones cuando estaba cerca. Por ello se dio a la tarea de seguirla. La esperó fuera de la mansión. Observó toda la escena desde los árboles cercanos a las ventanas. Generalmente, iba a la casa de su jefe en su descapotable blanco, pero esa ocasión fue llevada a su hogar por el chofer. Así conoció la ubicación del departamento, moderno y de un blanco exasperante. Las cerraduras no eran un problema para la chica de negro. La siguió una noche, cinco, seis. En ocasiones, cuando sabía que la rubia estaría tratando de seducir a Di Maggio, aprovechaba para ir a ese sitio. Buscó información de manera infructuosa, sólo percibía aromas de los lugares en los que Helena había estado y de las personas que estuvieron en su casa.

El perfume muy fino de un hombre que no conocía predominaba sobre los otros.


Cuatro meses y tres semanas desde la desaparición de Andrea

Por la mañana, en las instalaciones del CDA

Contacto y el Nexo se encontraron en diversas ocasiones en el CDA. Como siempre estaba ocupada, lo vio sin verlo, cuando pasaba velozmente cerca de él. En cambio, el Nexo la había estado siguiendo de lejos. Era muy raro que alguien con un uniforme negro trabajara cotidianamente en el CDA.

En esa ocasión, la de negro salía de la organización por la mañana. No se sentía del todo bien, pues en el laboratorio del proyecto le habían practicado una prueba de alergias, con más de doscientas sustancias. Hacía mucho que no manifestaba la menor molestia, pero desafortunadamente encontraron un componente que le causó una violenta reacción, e incluso, le provocó convulsiones. Un antiespasmódico, que ironía.

Como la habían retenido toda la noche, por la mañana lo único que deseaba era irse a casa. Cuando salía se encontró con un hombre que le sonrió de manera burlona. Era alto y fornido. Usaba el uniforme del comando. Tenía el cabello teñido, lo que estaba prohibido en el reglamento.

Él no tenía idea de que Andrea y Contacto estuvieran vinculadas de alguna forma. Ella no sabía que su amiga había sido acosada por el hombre que acababa de pasar; mucho menos que la odiaba de una forma muy personal. Pronto comenzaría a enterarse.

Días después

En el CDA tenían un nombramiento nuevo. El Nexo, quien se hacía llamar así desde que había aspirado a ingresar al grupo Alfa, seguro de que lo aceptarían, y cuyo sobrenombre conservaba a pesar de haber sido rechazado, asumía el cargo de subdirector de logística. El nombramiento se debía, por un lado, a la jubilación de su predecesor, y por el otro, a la recomendación de Alex De Lois. Manuel, un hombre alto y moreno, de cabello negro, a quien apodaban el Perico, por su nariz aguileña, seguía siendo el subdirector académico; y Harry, el de seguridad. Los tres sostendrían reuniones frecuentes con Mateo Gil para informarle y planificar las actividades. Ninguno de los dos estaba de acuerdo con la designación de aquel, pero tendrían que acostumbrarse.

El Nexo sugirió que Contacto se integrara a su reunión esa tarde, debido a que todo el personal operativo del comando hablaba de su participación en dos peligrosos eventos. Después de todo, debido a su nueva posición, él debía enterarse de lo que ocurría en el comando. Harry no se opuso, a pesar de que no estaba de acuerdo en lo absoluto. Temía que se expusiera demasiado y sabía quién estaba detrás de la asignación del Nexo. Era un riesgo para el proyecto.

LA ENTREGADonde viven las historias. Descúbrelo ahora