Capítulo XXIV: ‹ Creando eco ›

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«Perderme en tu galaxia y no volver, si alguien me puede alejar de aquí, sabes yo te escojo a ti.»

| División Minúscula• ♪ •Humanos como Tú |

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Comenzaba a correr una brisa fresca cuando llegó a la puerta #5, en un complejo de departamentos que estaban en la zona más lejana de la ciudad, y a pocos metros de la facultad de Artes

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Comenzaba a correr una brisa fresca cuando llegó a la puerta #5, en un complejo de departamentos que estaban en la zona más lejana de la ciudad, y a pocos metros de la facultad de Artes.

Sólo alguien con una economía holgada podría vivir en uno de esos cuartos -y aunque él tenia mejores ingresos desde que había empezado a laborar en OFA,- seguía pareciendo un lugar bastante caro, y entonces entendió que a Izuku Midoriya no le iba precisamente mal en la vida.

Miró su reloj de mano, y aguardó a que marcara las 5:45 exactas.

Tocó con sus nudillos la puerta, y esperó.

5:46.

Volvió a tocar, esta vez de manera doble.

5:47.

Nada.

Cuando estaba a punto de darse por vencido e irse a su cuarto, se percató de que a un costado de la puerta se encontraba un botón de tamaño minúsculo, con un pequeño letrero que decía "Push me".

Se sintió como un troglodita salido de la era de piedra, y tocó el timbre.

Escuchó ruidos detrás de la puerta, pasos que se acercaban y una voz aclarándose en el fondo.

Y por fin -después de unos pocos minutos de ansiedad,- la puerta se abrió.

Y lo primero que se asomó, fue un joven digno de una instantánea monocromática.

Los cabellos verdes rebeldes estaban sujetos con unas pinzas color azules, que lo hacían ver más adorable. Su carita estaba seca, con rastros de toallitas desechables en la zona T, y sus carnosos labios estaban húmedos, y en forma de o diminuta.

Sonrió para sus adentros.

Era una imagen realmente preciosa.

-Hola, Izuku.-

El más bajo se ruborizó, contorneando sus bonitos mofletes de un tono melocotón, y haciendo más visibles sus pecas.

-Hola, Todoroki.-

Ambos se observaron unos pocos segundos más, hasta que la escena se volvió incómoda.

-Eh...-

Se miraron fijamente a los ojos.

-¿Puedo pasar?-

El peliverde pareció regresar a la realidad, y abrió totalmente la puerta, mientras hacia reverencias en forma de disculpa.

Efímero Reflejo | Tododeku |Donde viven las historias. Descúbrelo ahora