Capítulo V: ‹ Cómo Tú ›

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«Sólo tú puedes borrar el dolor que tengo en mi, hacerlo que muera y no dejarme morir»
| Apocalyptica/Erick Canales• ♪ •Sólo Tú |
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~ ♥ ~«Sólo tú puedes borrar el dolor que tengo en mi, hacerlo que muera y no dejarme morir»| Apocalyptica/Erick Canales• ♪ •Sólo Tú |~ ♥ ~

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Su vida era una mierda.

Más en específico, su vida estudiantil.

Un grupo lleno de retrasados ineptos, que solían vítorear cualquier sandez que saliera de cualquiera de las múltiples bocas allí presentes, y que llenaban el salón de Ingeniería Electromecánica de puras estupideces.

A veces, Katsuki Bakugō no entendía las razones por las cuales el destino le deparaba escenarios más estúpidos por cada grado que cursaba.

Lo peor, es que los muy imbéciles no respetaban a los demás.

Creían que su tiempo en la Facultad era una fiesta, y al estar él allí dentro, lo consideraban parte de la misma.

No importaba las veces que los insultara, amenazara o golpeara.
Ellos seguían detrás suyo.

O los muy tarados en verdad no tenían ni un poco de amor propio, o Izuku le había ablandado demasiado el corazón.

Izuku.

Su delicada pompa de jabón, que coloreaba de múltiples tonos su
existencia.

Siguió pensando en cosas hermosas -y vergonzosas-, hasta que escuchó que muchos pasos se acercaban en su dirección.
Mal presagio.

Mina, Sero y Denki.

Para variar.

La cúspide de la estupidez, el colmo entre todos los colmos, la mismísima cara de la desfachatez humana, las inversiones a fondo perdido.

E iban directo hacía él.

El trío de zopencos tomó asiento cerca de su mesa, y comenzaron a hablar con voz demasiado alta sobre un montón de cosas tontas y poco útiles
¿El tema de conversación?
La próxima fiesta en casa de la pelirrosa teñida.

Aunque a Katsuki no le interesaban en absoluto ninguno de los diálogos que los zorimbos cercanos a su asiento dijeran, pudo notar que algo no cuadraba.

Algo faltaba, algo no estaba allí

Algo como...

-¡Perdón por la tardanza chicos!- una sonrisa de oreja a oreja hizo intromisión entre los presentes.

Cabellos de un rojo encendido, ojos como zafiros que brillaban con fuerza, cuerpo bien trabajado y cuidado, y sobre todo, una sonrisa capaz de hacer desaparecer hasta la más brumosa neblina.

-Con que ése era el desorejado que faltaba.- pensó Katsuki para sus adentros.

No era que en realidad le importara, pero el menos insoportable de todo su autodenominado "Squad" era Eijirō Kirishima.

Efímero Reflejo | Tododeku |Donde viven las historias. Descúbrelo ahora