Capítulo XXVII ‹ Fuegos Artificiales ›

184 30 5
                                    

Atención: La segunda mitad de la lectura (después del separador), tiene contenido no apto para todo el público, o sensibles a temas sexuales. Se recomienda discreción.

«No puedo dejar que te desvanezcas, al igual que una lenta quemadura; di que nunca me decepcionarás, y nunca te vayas.»

| Apocalyptica • ♪ •Slow Burn |


>Introduce Shōto Todoroki:

–¿Y que te parece ese? –

–No lo sé, creo que es demasiado grande.–

–Puedes escoger una versión lite, o algún otro modelo. Pero ese es bastante bueno. –

–¿Siempre son así de caros? –

–Esperaría ese comentario de cualquier persona, menos del auxiliar primero de OFA. –

–¿Es muy tacaño de mi parte? –

–Todotacaño, jajajajaja. –

–Muy gracioso, Midoriya.–

Ambos chicos estaban aprovechando la venta nocturna de una enorme sucursal de electrónicos en el sur de la ciudad, con el aire frío pegando en sus rostros.

En varias televisoras, se seguía emitiendo lo que muchos consideraban la "boda del año." La cara sonriente de Fuyumi, sentada sobre las piernas de su marido, que presumía una silla bastante contemporánea, mientras cantaban las canciones que los cientos de invitados bailaban de fondo, era una imagen enternecedora. Muchos hubieran querido asistir al evento, pero se necesitaba estatus, apellido o familiaridad.

Curiosamente, un semi albino y un rizado esmeralda que tenían la fortuna de entrar en una de esas categorías, caminaban por las calles lumínicas de la ciudad nocturna, escogiendo un teléfono móvil para el chico de ojos dispares.

La integración a la era tecnológica por factores prioritarios, le había llamado Izuku.

Era seguro que ni en sus mejores sueños, Shōto jamás hubiera imaginado que estaría a las 3 de la madrugada, caminando por los rumbos del peliverde, escogiendo un teléfono por que según el diestro auxiliar, "ya era necesario".

Vil mentira.

Lo que estaba necesitando era estar más unido a Izuku, y un teléfono móvil sonaba como la opción más sensata(y la menos acosadora).

Después de que la que la sonriente dependiente de la tienda les explicara las ventajas de comprar el aparato, lo iniciaron y salieron al fresco ambiente, con la caja del móvil en la mano.

A pesar de estar a mediados de junio, la brisa fresca pegaba con ganas en la cara de los chicos, que empezaron a desear un cálido refugio.

Uno de ellos lo tenía menos claro que el otro.

–Oye, Shō. –

–¿Qué sucede Izu? –

–¿Intercambiamos números? –

El bicolor no pudo hacer menos que sonreír.

–Claro. –

Izuku le explicó de manera breve como agregar contactos, de que formas podía proteger su información y  cuáles eran las funciones básicas de su nuevo celular.

Y mientras el pecoso movía sus labios articulando palabras y abriendo de manera muy grande sus enormes pupilas verdes, Shōto sentía que el tiempo y espacio entre ellos se había detenido justo cuando vió esos carnosos labios.

Efímero Reflejo | Tododeku |Donde viven las historias. Descúbrelo ahora