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Jungkook caminaba hacia los casilleros dispuesto a cambiarse, acaba de terminar un partido de fútbol y sentía su cuerpo doler. Era demasiado asqueroso para él sentir su propio sudor pegado a su uniforme, así que siguió caminando.

Para su mala suerte cuando abrió este volvió a encontrar aquellas malditas cartas que todos los viernes encontraba. Frunció el ceño molesto, fue al basurero más cercano y las arrojó, no sin antes hacerlas añicos.

-Jungkook ¿Qué pasó?

-Nada, solo son las estupidas cartas de ese marica del segundo "D", estoy harto.

-¿Por qué no me dijiste antes? Le hubiéramos dado su merecido.- dijo el chico viendo al castaño suspirar para empezarse a cambiarse.

- ¿Se lo damos en el recreo?

- Como tú quieras, les diré a los chicos.

- Gracias, bro.- chocó puños para salir en dirección al baño, pero no pensó encontrarse por el pasillo a su chica favorita, quien le sonrió haciendo un gesto de invitarlo a pasar hacia el laboratorio.

Ingresó, y no más puso un pié sintió su cuerpo ser jalado, el picor de su labio inferior cuando la chica dio una leve mordida para meter la lengua a su boca degustando de su saliva mediante en un beso se unían.

Jungkook apretó las nalgas de las chica, escuchándola lanzar un gemido, pero no perdió tiempo cuando metió las manos debajo de la corta falda para amasar aquellas nalgas y dejó llevar sus dedos tocando aquella pequeña tanga y hacerla a un lado, metiendo un dedo en la vagina húmeda e embistiendo sin compasión.

Sintió su miembro ponerse duro, subió una pierna de la chica para desabrochar su pantalón y sacar su duro miembro, no hizo demaciado esfuerzo para penetrarla al azotarla más fuerte en la pared.

- Jung... kook la tienes tan grande, me encanta, te quiero. -

- Mh, no, esto no se trata de amor, cariño, solo es placer ¿vale?- La chica asintió.- Ahora, demuéstrame que sabes hacer con esa boquita.

Bajó la pierna de la fémina de su cintura para hacerla arrodillarse, ya se había arriesgado con solo de haberlo hecho sin protección como para correrse dentro de ella, ¿Y qué mejor que una chupada?

Él era Jungkook, las chicas estaban locas por él, todo el mundo quería sentir el pene de Jungkook dentro de su boca, pero solo pocas tenían el privilegio, y la chica que le estaba dando una mamada no era una de ellos, lo supo al momento que lo hizo mal, la sostuvo de sus cabellos arrojandola hacia la pared.

-Eres tan inútil, no sabes ni como chulparla, las mujeres son tan incompetentes, demasiado.- subió la cremayera de su pantalón después de guardar su miembro y la miró con desprecio.
- Ni se te ocurra llamarme.- Salió del laboratorio dejando aquella chica pasmada en el suelo del laboratorio, llorando porque era primera vez que fallaba en algo con Jungkook, todo el esfuerzo que había hecho se había ido por la borda y todos aquellos deseos de talvez poder ser 'la chica oficial' se habían acabado mientras lloraba en aquel piso frío.

Jungkook chasqueó la lengua al ingresar al baño, para su sorpresa encontró a dos chicos besándose, y eso solo lo hizo enfurecer, odiaba a los gays, los odiaba con todo lo que su frío corazón le permitiese.

Tomó a uno de los chicos de la camisa, le propinó un fuerte golpe en la cara haciendo que brotara saliba de su labio.

-¡Fuera de aquí! Maricas, saben que los odio y aún así se viene a revolcar en un lugar donde saben que puedo llegar, par de imbeciles, fenómenos.

Los chicos salieron del baño como alma que lleva el viento, con las piernas temblorosas y con el corazón en la mano. El castaño bufó molesto entrando de una sola vez al baño.

Parece que su día había sido el peor. El maldito gay de siempre no se cansaba de dejar las estupidas cartas en su casillero, una de sus chicas favoritas lo había decepcionado y ahora se encontraba a un par de maricones haciendo show en el baño.

¡Genial, nada podía ir peor!

Pero su humor cambió a un tanto feliz cuando sonrió y vio a su amigo junto a otros chicos sosteniendo el maldito gay de las cartas cerca del baño, esperándolo.

- Jungkook, lo tenemos.

- Así me gusta. - sonrió con sorna al ver la mirada miedosa del chico quien era sostenido con medio cuerpo en el suelo.

- Jungk...

El chico se cortó cuando sintió la dura bofetada llegar a su mejilla derecha.

-Ni se te ocurra decir mi nombre, tonta cosa rara gay. Estoy arto de tus acosos y de tus cartas sin gracia, ¿tanto te gustan los penes? ¿Tanto deseas que te follen?

- ...

- Bueno, pues si es así... chicos bájenle los pantalones. - los otros lanzaron una risotada cuando lo vieron forcejear y le tapaban la boca cuando tartaba de gritar. Jungkook estaba por tomar un palo de escoba cuando el timbre sonó.

-¡Mierda!, parece que tienes suerte, pequeño pedazo de mierda, solo una cosa te voy a decir, a mí me gustan las mujeres no los maricas, así que piérdete.

El chico se levantó con los ojos llorosos subiendo sus pantalones mientras corría e ignoraba las carcajadas de Jungkook y los chicos que lo acompañaban.

- Espero que le haya quedado claro con eso.

- Si no, ya sabes que cuentas con nosotros. - ambos chocaron puños y se dirigieron a sus respectivos salones de clase.

Jungkook ingresó al aula encontrándose con su gran amigo Jin.

- ¿Dónde estabas? Te he buscado como loco después el partido.

-He estado un poco ocupado. - contestó mientras se sentaba en su lugar.

La maestra de literatura ingresó al aula rapidamente, diciéndo:
- Buenos días a todos, antes de empezar la clase, les quiero decir que hay una alumna nueva, puedes pasar.

Todos miraron con atención a la chica quien ingresaba al aula con su uniforme entallado, cabello negro, liso y reluciente hasta el hombro. Piel pálida y sus ojitos singularmente gatunos.

- Hola a todos mi nombre es Min Yoongi, espero nos llevemos bien.

Para Jungkook fue como amor a primera vista, él jamás en su vida había visto a una chica tan hermosa, y a pesar que la chica no poseía tantos atributos como sus favoritas, ella tenía aquella aura llamativa que te hacía querer conocerla, sin duda alguna ella sería su chica, si no, dejaba de llamarse Jeon Jungkook.


Para Jungkook fue como amor a primera vista, él jamás en su vida había visto a una chica tan hermosa, y a pesar que la chica no poseía tantos atributos como sus favoritas, ella tenía aquella aura llamativa que te hacía querer conocerla, sin duda a...

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Suspiros Ajenos • [Kookgi]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora