Suspiros Ajenos • [Kookgi]

5

-Min Yoongi.

-...

-Min Yoongi.

-¡¿Qué?, joder!

-Despierta, ya es tarde.- la voz de su madre fue audible, al momento que tocaba la puerta .

Yoongi lanzó un gruñido pero aún así despegó la cara de su almohada favorita y se levantó, aún restregando sus ojos  hasta tomar su pasta de dientes y untar un poco en su cepillo. Observó su reflejo en el espejo y sonrió feliz al darse cuenta que la mascarilla que había puesto un día antes, le había hecho tratamiento.

Lo liso de su cara estaba perfectamente como debía ser, y la punta de su nariz un poco más suave que lo normal.

Empezó a poner su uniforme una vez salió del baño, junto a sus zapatos para sentarse frente al espejo a peinar su cabello. Tomó su cosmetiquera y puso sus ojos en blanco al recordar que había perdido su labial favorito, y que se suponía que respecto a eso había bajado un día antes a preguntar, pero luego encontró a su madre en una de sus mismas escenas de siempre, una cosa llevó a la otra y ahora estaba untando sus labios de un bálsamo solo para que no se secaran.

Bajó las escaleras, mientras arreglaba los llaveros de su mochila y fué directo a la cocina encontrándose con el novio de su madre sonriendo mientras veía la tele, sentado en una de las sillas del comedor, su madre preparando algo en la cocina.

-Buenos días, ¿Ya desempacaste?-- preguntó la mayor a su hija, quien se sentó junto al novio de su madre en la cocina, tomando unas de las cuantas uvas partidas del recipiente de la cocina junto a unos trozos de kiwi.

-¡Hey, niña, deja de comerte mi fruta!-- Yoongi sonrió pasándose a la otra silla, alejándose un poco mientras metía más a su boca. Y veía al hombre volver a ver la tele.

-Yoongi.

-¿Mh?

-Te acabo saludar y preguntar si ya desempacaste. -- su madre depósito café en una taza para ponerla frente a su novio, para ver fijamente a su hija.

-Ah...algo así. ¿Has visto mi labial de cereza? No lo encuentro por ninguna parte. -- dijo el menor mientras trataba de jalar el mantel y atraer el plato con frutas de su padrastro, quien ligeramente de vez en cuando.

-Mmm, déjame buscarlo por ti, ¿Noa tu haz visto el labial de cereza de Yoongi?

-¿Para que querría ver algo como eso? Lo único que me gusta ver, es lo que hay entre tus piernas. -- el hombre apretó una de las nalgas de la mujer, haciéndola sonreír y gemir por lo bajo. Yoongi hizo una cara de asco y se levantó yendo directo a la cocina y terminar de preparar uno de los sándwiches que su madre preparaba, para meterlo a su boca y terminarlo rápidamente, para tomar jugo de la caja del refri.

-¿Qué te he dicho sobre tomar de la caja? Yoongi ten un poco de respeto, por favor.

-¿Respeto?- Yoongi lanzó una carcajada -- no me hagas reír, pero favor- la chica dió un pequeño beso en la mejilla de su madre para dejarla con la palabra en la boca-- bye, te veo más tarde. -- giró los talones de sus zapatos y salió de su casa.

                           

-¿Cuántas veces tengo que decírtelo?-- Jungkook frunció el ceño molesto, estas malditas chicas no dejaban de insistirle y ya estaba harto de lo mismo.

-Solo serán dos horas, dame una oportunidad, mis padres no van a a estar, sería genial si... tengo mi primera vez contigo.

-Mira, se que dejar de ser virgen es algo que todos queremos algun día, pero en estos momentos tengo los ojos en alguien más.

-¿Alguien más?-- la chica aguó sus ojos, pero retuvo las lágrimas cuando el castaño volvió hablar.

-Si, pero... -- Jungkook se sumergió en una pequeña hipótesis. Talvez era conveniente hacer algunos movimientos para poder dar con sus objetivos -- si me consigues algo, talvez podría considerar tu propu...-- Jungkook dejó de hablar, atontando sus sentidos, al momento que vió a Yoongi entrar por la puerta y todos los del salón volvieron a verlo, no era nada nuevo el saber que todo mundo le había echado un ojo, en especial alguien con cabellos castaños, quien lo observó detenidamente hasta que se sentó, ignorando los llamados de Jin, quien le decía entre señas que cerrara la boca, mientras reía.

-Jeon.

-¡Jeon!

-¿Mh? -- Jungkook salió de su ensoñación segundos después, al darse cuenta que la profesora les estaba hablando, pues acababa de ingresar al aula y el por estar tan pendiente de la chica nueva ni siquiera se dió cuenta.

-Tome asiento, por favor.-- Jungkook obedeció sintiéndose un tanto avergonzado al ser el último en sentarse, pero nadie se atrevía hacerle burla, pues ese tendría su merecido.

-Dios, deberías verte. Nunca te había visto tan tonto por alguien, ¿tanto así te gusta?-- Jungkook asintió-- pues deberías hablar con ella primero, ¿no crees?

Jungkook ya había hablado con ella, pero tampoco es como si le fuera decir a su amigo que lo habían rechazado, claro que no. Esas cosas solo les pasaban a los perdedores y gays, según los pensamientos de Jungkook. Él nunca perdía y los supo al momento que la profesora habló, con algo que realmente si le llamó la atención.

-....es el trabajo final del promedio, es en parejas. Así que les daré unos papelitos y para que no se peleen, veremos quien les va a salir, suerte a todos.

Jungkook empujó su mejilla con la punta de su lengua, viendo hacia Yoongi, notando que número le había salido, notando que era el catorce, y maldijo cuando le tocó el nueve, tenia que ver a quien jodido le había tocado el número.

Intentó no chocar con los demás quienes buscaban a su respectivo compañero hasta que escuchó a alguien preguntando por el dichoso número catorce, y suspiró notando que era uno de los tantos ñoños de su clase y se acercó a él.

-¿Te tocó el catorce?

-SÍ ¿Tú eres mi pareja?

-Ya quisieras, ahora, dame el número.

-P... pero...

-¡Que me lo des, bastardo! -- el chico con las manos temblorosas se lo dió mientras tomaba el nueve y Jungkook el catorce.

Caminó en dirección hacia la chica de sus sueños, mostrando su peculiar sonrisa, mientras enarcaba una ceja.

-Parece que seremos pareja.

________________________________________