3- ABANDONEN EL CAMIÓN

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                           MICHAEL

Es de noche y seguimos viajando a la base militar. No puedo dormir, veo que a Karim se le salen unas lágrimas  y a mi también me dan ganas de llorar cuando pienso en mis padres. No sé nada de ellos, al menos mi hermano está aquí.
      Antes de comenzar a llorar, escucho que alguien llora desde el asiento del conductor, creo que es el copiloto.

      De pronto, escucho que el llanto es más alto y una especie de forcejeo en la cabina.
      Se oyen disparos. El camión comienza a sacudirse y a perder el control por lo que yo me sujeto de mi asiento lo más fuerte que puedo. Veo que algunos militares caen al suelo por el movimiento, incluso Michelle cae, pues venía distraído en su asiento y no pudo reaccionar rápido.

       Por frenar tan repentinamente, la puerta de detrás del camión se abre y Michelle y un militar están apunto de caer por qué se deslizan.

       Actúo rápido y tomo su mano antes de que salga del camión y el sujeta a el militar, por el peso de los dos me resbalo del asiento y caigo pero sin soltarlo, sujetando mi otra mano en la pata de otro asiento.
      Los disparos comienzan otra vez y el camión cambia de dirección y sube por un puente sobre un pequeño canal por donde pasa agua. Los autos abandonados que hay en el camino no dejan al camión continuar y choca con varios, haciendo que pierda aún más el control.
      El camión se dirige a la orilla del puente y parece que va a caer. Al ver eso suelto a Michelle y se desliza hasta caer del camión, cayendo sobre el militar. Este amortigua su caída y lo salva, luego ambos ruedan en la carretera y los pierdo de vista.

–¡Todos salten!.– grito al ver que el camión va a caer de manera  inevitable. Salto por la parte trasera sin esperar a los demás y caigo sobre un auto a propósito para amortiguar mi caída.
      Pero no funcionó como yo esperaba, siento un dolor inmenso en mi pierna, que está doblada en una posición incorrecta. Grito unos segundos por el dolor y la impresión por que después me desmayo por el mismo dolor.

    
                            AXEL

Después de que Michelle cayera a la autopista, mi hermano Mica lo atrapó para que no se cayera del camión.
Pero cómo el camión ya estaba descontrolado, Mica soltó a Michelle, que cayó y rodó en la autopista junto con el militar que trataba de salvar.

–¡Todos salten!.– grita Mica saltando del camión y cayendo en un auto. El muy idiota ni siquiera calculó donde iba a caer.

      Después, todos nosotros saltamos del camión cuando este ya no va tan rápido, cayendo y girando en la carretera pero no tan mal como los demás.

      Cuando me levanto, trato de ir a donde mi hermano cayó, para ver cómo está. Cuándo llego, los militares, Michelle y los demás están con el; sin darme cuenta que el camión chocó contra los límites del puente y cayó al agua.

      Le pregunto a uno de militares si puede hacer algo con su pierna, que apunta hacia el lado contrario.
–Posiblemente no esté rota, solo dislocada.– dice el militar que porta un parche de una cruz roja en su uniforme, indicando que es el médico.
–Entonces... Si está dislocada, ¿se puede arreglar?.– pregunto mientras muevo a mi hermano por los hombros, para tratar de despertarlo.
–Pues si... Pero le dolerá mucho, ¿Pueden sujetarle los brazos?.– el médico sujeta la pierna mal orientada de Mica.
–Karim, ¿Me ayudas?.–  sujeto el brazo izquierdo de Mica.
–¿Crees que se despierte del dolor?.– pregunta Karim, sujetando el brazo derecho.
–Imagino que sí... Aunque supongo que se desmayó por lo mismo... Realmente se ve asqueroso.– lo sujeto con fuerza al ver que el médico se prepara sujetando la pierna por el tobillo.
–¿Listos?.... Uno.... Dos.... ¡Tres!.– el medico jala la pierna con fuerza, colocándola en su sitio y  escuchándose un Crack de hueso que me da escalofríos.
      Acto seguido, Mica se despierta y comienza a forcejear y gritar por el dolor.
–Relajate niño. Toma, para el dolor.– el medico abre una bolsa de su uniforme, sacando unas píldoras para el dolor y entregándole una botella de agua.
–¿Qué pasó?.– pregunta Mica tomándose las píldoras con los ojos llorosos.
–Al saltar del camión, fuiste tan idiota  que caíste mal y te dislocaste la pierna.– me siento a su lado en el capo abollado del auto donde cayó mi hermano.
–¿Y el camión? ¿como quedó?.– pregunta mi hermano, sentado a mi lado con la pierna extendida, no quiere moverla mucho porque le duele.
–Míralo tu mismo.– dice Karim, apuntando al camión a unos metros del puente y con la cabina bajo el agua.
–¿Por qué perdimos el control?.– pregunta Mica.
–El que iba de copiloto entró en depresión por su familia, mató al conductor y se suicidó, estaba muy triste, vio morir a toda su familia.– dice un militar cercano, que simplemente pasa por nuestro nuestro lado.

–Bueno, será mejor que nos vayamos.– dice el hombre al mando, el mismo que nos sacó de la alcantarilla.
–¡Hey! ¡Me había olvidado de Michelle, se cayó del camión!.– mi hermano baja del capo y se pone de pie, apoyándose en la pierna buena.
–Tranquilo. Está por allá.– señalo a Michelle sentado en el suelo, está siendo atendido por el médico.

                          MICHAEL

Me dirijo con Michelle para ver como está. Camino con una leve cojera porque me duele la rodilla con cada paso.
–Creo que ya no te debo dinero, te salvé.– me río cuando me paro a su lado.
–Tu no me salvaste, fue el militar. Tú solo me sujeaste y después me dejaste caer.– dice Michelle, con tono molesto sin verme.
–¿Y dónde está?.– pregunto con interés viendo alrededor.
–Se rompió el cuello con la caída. Por qué le caí encima...– me dice en tono de lástima.
–Mmm... lástima. Pero bueno, ya no importa. No tiene caso que nos lamentemos por una muerte, hoy murieron millones, vamos con los demás.– le quito importancia y extiendo mi mano, Michelle la toma y se pone de pie para reunirnos con los otros.

      Un rato después de estar todos juntos hablando y decidiendo que hacer, escuchamos gruñidos de cientos de zombies. Muy cerca...

–¡Yo pensaba que estaba despejado el lugar!.– dice Leslie asustada al verlos, empiezan a acercarse por la autopista que conduce de regreso a la ciudad.
–¡Todos corran!.– grita el militar al mando, y acto seguido todos comenzamos a correr.

      Pero no hay mucho tiempo de correr, los zombies ya están muy cerca y nos alcanzarán.

–¡Todos debajo de un auto!.– Karim se deja caer al suelo y se arrastra entrando bajo un auto.
–¡Vamos a volver por ustedes!.– grita el medico antes de irse, pues ningún militar se detiene a esconderse como nosotros, ellos siguen corriendo.

      Ya está, se acabó. No sobreviví ni un día en el apocalipsis.

CRASH WORLD - Parte 1: SIN RETORNO Donde viven las historias. Descúbrelo ahora