9- ES POR EL BIEN DE LOS DEMÁS

14 3 0
                                    


                           MICHAEL

Cuando ya es completamente de día me despido de Lucy y vuelvo a casa, son aproximadamente las diez de la mañana, muero de hambre.
      Llego a la misma calle de la casa donde nos instalamos. Me detengo a unas casas de distancia pues veo que hay unos sujetos con armas hablando con mi hermano en la puerta. Camino con paso firme y apresurado pero uno de ellos me ve y alerta a los demás. En ese momento dos hombres se me acercan rápido y me sujetan los brazos mientras veo que el que estaba hablando con Axel entra a la fuerza a la casa. Comienzo a escuchar pelea y gritos de mis amigos mientras a mí me arrastran lejos y me ponen un saco en la cabeza. Trato de moverme pero recibo un golpe fuerte, provocando que pierda la fuerza y poco a poco cierre los ojos.

      Cuando despierto ya no tengo la cabeza cubierta y puedo ver dónde estoy. Es simplemente un cuarto vacío a excepción de una mesa frente a mi y dos sillas a cada lado. Estoy sentado en una, con las manos atadas tras el respaldo y frente a mi, en la otra silla, una mujer sentada viéndome fijamente. Tiene un cubrebocas médico así que no puedo ver bien su cara, pero tiene el cabello rubio recogido en una cola de caballo que le llega hasta los hombros.

–¿Qué carajo pasa? ¿Por qué estoy aquí?.– pregunto serio. Quizá descubrieron que entré sin permiso a dónde guardan los autos y robé cosas de la mochila.
–Hmm... Que raro. Normalmente la gente despierta y se pone histérica. ¿Estás haciéndote el duro, niño?.– ella se pone de pie y camina rodeando la mesa, viniendo hacía mi.
–¿Y eso que tiene de importante?.– la veo fijamente mientras se acerca.– Solo quiero saber porqué me tienes aquí y porqué entraron a la casa a la fuerza. Habla.– trato de mantenerme en un tono tranquilo para verme relajado.
–No tiene caso que te lo oculte, así que te lo diré.– se pone de pie detrás de mí.– Sabemos que faltaste a la entrevista que usamos para saber cosas sobre ti y ponerte un trabajo, así que supongo que no lo sabes pues no estabas con tu grupo. El punto es... Que uno de los que viven contigo está en problemas.– termina de hablar en el mismo tono tranquilo, como si no importara.
–¿A qué te refieres? eso no explica nada.– pregunto nervioso, estoy muy seguro que es por lo que hice.
–Tarde o temprano te darás cuenta... Esa persona está infectada, y se convertirá. Se estaba escondiendo y se atrevió a entrar aquí apesar de que lo sabía, puso en riesgo a todas las personas que viven aquí.– ella saca una linterna de un bolsillo y me obliga a abrir el ojo con sus dedos, pasando la luz de un lado al otro y repite lo mismo con el otro.– Tú estás limpio también...–
–Agh, mierda, eso duele.– parpadeo rápido para eliminar la marca de brillo que se quedó impregnada en mis ojos.– ¿Cómo estás tan segura que está infectada?.–
–Porque durante la entrevista notamos los síntomas, ya hemos tenido varios casos de infectados que vienen y se transforman, sabemos diferenciarlos. Su pupila se dilata mucho incluso aunque haya mucha luz y su iris se empieza a hacer borrosa con el paso del tiempo, va perdiendo su color hasta que es gris y la persona se transforma completamente.– me responde con tono de superioridad al terminar su explicación, como si estuviera presumiendo.
–¿O sea que cuando los entrevistaste pediste ver sus ojos? Es algo enfermo, yo no te dejaría.–
–Eso no importa ahora.– guarda su linterna en su lugar y vuelve a sentarse.– Ahora yo voy a entrevistarte igual que a los demás, como no estás infectado podrás irte al terminar.–
–¿Me vas a decir quién es el que está infectado?– insisto sin cambiar mi tono tranquilo pero insistente.
–Te lo diré al final de las preguntas, el saber quién es podría hacer que cambies tus respuestas por tratar de proteger a la persona.–
–¡Dime quién es! ¡me importa una mierda tu entrevista!.– grito tratando de levantarme de la silla, me molesta que me tengan así.
–¡Silencio!.– ella también grita y da un golpe en la mesa con su mano abierta, poniéndose de pie.– Limitate a responder, no es una entrevista difícil y solo tomará un momento.–
–¿¡Y mis amigos?! ¿¡dónde tienes a mis amigos?!.–
–Ellos están bien, estamos investigando si algún otro de ustedes está infectado, por eso te mantuvimos separado del resto, ellos pasaron mucho más tiempo que tú cerca del infectado.– al fin me da un poco de información.
–¿Y por qué raptarnos de esa manera? Pudieron simplemente decir la verdad, que alguien estaba infectado de manera pacífica.– trato de hacer que vuelva a perder la paciencia, así me responde sin pensar bien lo que va a decir.– Y también imagino que no me vas a decir quién eres, ¿verdad?.– sonrío leve.
–Niño, tú solo cállate y responde las putas preguntas.– me responde de mala manera poniendo las manos sobre la mesa, golpeandola leve con sus dedos. Conseguí lo que quería.
–Okay okay, tranquila.– vuelvo a sonreír.
–Perfecto...– suspira.– ¿De dónde vienen?.–
–Todos somos de Minnesota, ¿has ido alguna vez? Está a unas horas de viaje.– bromeo para exasperarla.
–Yo hago las preguntas.– me responde con tono autoritario.– ¿Tenían un destino en mente o simplemente viajaban sin rumbo?.–
–Nos dirigíamos a Florida, solo queríamos ir ahí pero no había una razón aparente.–
–Hmmm... ¿Tenían un vehículo o viajaban a pie?.– ella no deja de verme fijamente, como si analizara mis reacciones.
–Teniamos un camper...– me detengo para pensar. ¿Debería decírselo o eso arruinaría el plan para robar el camper?.– Pero cuando bajamos para buscar provisiones alguien lo robó.–
–¿Tienes algún parentesco con alguno de tu grupo?.–
–Soy hermano del mayor, Axel.– suspiro y trato de mover mis manos para soltarme de la silla. Estoy comenzando a cansarme, las cuerdas me lastiman las muñecas.
–¿De casualidad no tienes idea de cómo pudo infectarse tu compañero?, no sé... En alguna emboscada de los mordedores...–
–¡Pues si supiera quién está infectado te diría como creo que se infectó!.– grito sarcástico, es la pregunta más tonta de todas. Aunque, muy en el fondo, el sentimiento de miedo y desesperación va creciendo, espero que el infectado no sea mi hermano.

CRASH WORLD - Parte 1: SIN RETORNO Donde viven las historias. Descúbrelo ahora