7- EL CHICO AL LADO DEL CAMINO

19 2 0
                                    

AXEL

Cuando despierto, lo primero que veo es la cara de Kat muy cerca de la mía. Nunca me di cuenta en que momento de la noche se acercó más, pero no me molesta.

Me quedo recostado un tiempo más jugando Pokémon, hasta que Kat se despierta y me mira fijamente.

-Hola...- me saluda frotándose los ojos.
-Hola.- le sonrío sin dejar de jugar.
-¿Qué haces jugando tan temprano?.-me sonríe también.
-El futuro maestro Pokémon no descansa hasta ser el mejor.- bromeo imitando el personaje principal del anime, que en realidad en 22 años de serie nunca consiguió serlo y ya nunca lo hará, pues los que hacían el anime seguramente estén muertos.
-A veces puedes ser un poco infantil.- ríe bajo.- Pues allá tú, yo tengo hambre, y de seguro tú también.- hace un tierno puchero. ¡¿Y me llama a mi infantil?!
-Tienes razón, también tengo hambre, voy a sacar algo de mi mochila.- digo poniéndome de pie.

JAIRO

Cuándo todo comenzó, estaba con mis cuatro amigos, tratando difícilmente de sobrevivir; pero llegó el momento en qué me separé de ellos por accidente pues estábamos rodeados de muchos zombies, en algún momento los perdí de vista y simplemente no los volví a ver.

Cuándo regresé al lugar dónde nos separamos mis amigos y yo, si encontré a uno de mis amigos, pero para mi sorpresa, estaba completamente destrozado, devorado, no quedó casi nada de él. Al final, me di por vencido y decidí dejar de buscar a mis amigos y avanzar solo.
Estuve caminando toda la noche hacia la ciudad más cercana, pero está demasiado lejos y yo ya estoy muy cansado, así que decido sentarme en una roca al lado del camino por lo menos a descansar las piernas un rato.

En el momento que amanece y la luz de día empieza a aclarar todo a mi alrededor, escucho detrás de mí el sonido de un motor, así que cuando me giro para ver, logro ver a un chico de cabello castaño oscuro y alborotado conduciendo una casa rodante.
Levanto la mano y le hago señas para que se detenga con la idea de que me ayude, pero no tengo mucha esperanza que se detenga, yo no lo haría.
Noto que él me ve y pone una expresión de confusión, pero para mi sorpresa empieza a orillarse.

El camper se detiene delante mío y la puerta se abre, pero de esta sale una niña, de aproximadamente quince años, apuntándome con un revólver.
¿Quién le da un arma a una niña?

-¡Wow, espera!.- inmediatamente levanto las manos para que vea que no estoy armado, solo traigo mi mochila con pocas cosas.
-¡¿Traes algún arma contigo?!.- me pregunta con tono firme, e incluso, amenazante. Cualquiera es amenazante si tiene un arma apuntandote.
-N-no.- contesto nervioso.
-¿Viajas tu solo?.- continúa interrogandome, en ningún momento me pierde de vista ni deja de apuntarme.
-Viajaba con otros cuatro amigos, pero nos separamos y uno de ellos murió.- siento un nudo en la garganta por recordar a mi amigo Samuel.
-¿Cómo te llamas?.- ella se relaja y baja el arma.
-Jairo.- le digo a la niña, relajándome también pues el arma ya no está directamente a mi pecho.
-Mmm... Jairo... Jairo... Tu nombre me suena familiar, siento que ya lo había escuchado...- dice pensando.
-¿Y tu cómo te llamas?.- le pregunto.
-Kat. ¿Tienes planeado que vas a hacer a partir de ahora?.- me responde con una sonrisa, al parecer solo fingía ser dura y amenazante.
-No, solo caminaba a la próxima ciudad.- señalo al norte, en la misma dirección que apunta el frente del camper.- Planeaba pedirles si podían llevarme y dejarme allá.-
-¿Por qué tardas tanto?.- escucho el grito malhumorado del chico que conducía cuando llega a la puerta y se para al lado de Kat, sin decir nada más.
-Bueno, podemos llevarte. ¿Pero por qué no vienes con nosotros? Entre más seamos, mejor.- dice Kat al entrar al camper.
-Pues... Si, es mejor que caminar.- digo entrando al camper detrás de ella. Al entrar, escucho un suspiro y un susurro del chico al volverse a sentar de mala gana al volante.
Dentro del camper hay otros cinco, dos mujeres y tres hombres.
-¿Cómo te llamas?.- me pregunta el de cabello castaño desde su asiento, sin voltear me a ver.
-Jairo.- respondo sentándome en el sofá. ¿Por qué todos me lo preguntan? -Jairo... ¡¿Jairo?!.- pregunta sorprendido y ahora sí se gira para verme.
-Si, ¿Por qué?.- a todos les parece familiar mi nombre. Es sospechoso.
-¿Te separaste de tus cuatro amigos por una manada de zombies?.- me pregunta otro chico.
-Emm, si...- esto me está poniendo nervioso.- ¿Cómo lo saben?.-
-¡Nos topamos con ellos ayer! ¡Están Buscándote!.- dice otra chica.
-¡¿Qué?! ¡¿En serio?!.- pregunto sorprendido levantándome del asiento. Siguen vivos, tengo que encontrarlos a como dé lugar.
-Si, lastima que no sabemos dónde pueden estar ahora... Los dejamos en la autopista y dijeron que iban a tomar un auto.- dice un chico algo parecido al que conduce, posiblemente hermanos. Nada de eso me desanima, con saber que están vivos me sube el ánimo y eso me hace sonreír.
-Nosotros podemos ayudarte a buscarlos, a reunirte con ellos.- dice Kat, la única que me ha dicho su nombre.
-Wow... Gracias, de verdad sería genial que me ayudaran...- vuelvo a sentarme.
-Entonces, si vas a viajar con nosotros déjame presentarlos.- Kat se pone de pie.- El malhumorado que conduce es Axel, el es su hermano Michael, Nayem, su prima Fer, Leslie y Michelle.- los señala uno por uno.

CRASH WORLD - Parte 1: SIN RETORNO Donde viven las historias. Descúbrelo ahora