xiii

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-Renacuaja, ¿estás bien? -preguntó Finn-. ¿No te gusta la cena? Si es eso... ¿puedo comerme lo que no quieras?

Levanté mi mirada de mi móvil, me había quedado helada, pero el corazón se me derretía, y lágrimas tibias me llenaban los ojos. Me prometió... Harry me prometió... él prometió... ¿qué diablos me prometió exactamente? ¿Acaso prometió amarme?

¡Por las estrellas!

Sea lo que sea, ha hecho a mi corazón derretirse y volverse un charco de dulce amor, porque sin que fuera su intención, me ha enamorado. O eso creo. Nunca me había sentido así.

-No llores, Ren, no puede estar tan mala la comida.

-No es la comida -sonreí y me limpié las lágrimas, los gemelos me miraban con sus ceños fruncidos-. Es algo que leí, no hay de que preocuparse.

-Tu hermana está cada día más chiflada -dijo Finn a Jack en un susurro.

-¿Crees que sea contagioso? Yo digo que no nos acerquemos mucho a ella, sólo por si acaso -respondió Jack, también susurrando, luego ambos gemelos me miraron y entrecerraron sus ojos.

Rodé mis ojos y soltando una risita comencé a comer.

Mamá y papá, sentados también a la mesa, miraban a sus hijos con cara de poco entender y bufaron.

Cuando terminé de cenar, ayudé a mamá a limpiar y fui a mi habitación.

RenRen: Creo que me enamoré

Nannnni: De Tyler?

RenRen: No

RenRen: De Harry...

Nannnni: Styles?

Nannnni: Pff! Dime algo que no sepa, Ren!!

Nannnni: Ya viste como estuvo hoy!?

Nannnni: Cada día está más sexyyyy

Adjunto al último mensaje, Nani envió una foto de Harry en el concierto de ese día en Japón. No podía negarlo. Harry Styles era un hombre perfecto y a cada día que pasaba, su perfección se hacía un poco más perfecta... si es que eso era posible.

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Mi nombre es Ren {h.s.}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora