Cap2: Hola Argentina.
Me quedan por delante ocho horas de viaje, tengo a un señor mayor sentado a mi lado el cual está roncando y es muy incómodo, además tengo a un niño golpeándome el asiento, soy una persona de poca paciencia y este niño me mata la paciencia, Tomás calma.. Calma Tomás... Es sólo un niño...
Sin poder aguantar más volteo al asiento de atrás bruscamente y veo a una señora leyendo, el título del libro dice: ''Nada más y nada menos que todo un hombre'', supongo que es la mamá del niño así que le diré a ella.
-Señora ¿podría decirle a su hijo que deje de golpear mi asiento? -digo esbozando mi más falsa sonrisa.
-Uhmmm, él no está haciendo nada malo -dice volviendo a su libro.
Quiero matar a la mamá y al niño.
-Me está pateando el asiento ¿y quiere que le diga algo? Al final la mujer se vuelve loca y el señor sí la quiere, el señor se suicida con ella y su hijo -digo refiriéndome al libro, pues sí, amo spoliear, sonrío y vuelvo a sentarme, la señora me fulmina con la mirada.
Bingo Tomás, así se hace.
Después de leer cuatro horas sin parar y tener los ojos como huevos fritos me dispongo a dormir, me quedan cuatro horas por delante.
- Y VUELVO A DESPERTAAAAAAAAAAAAAR EN MI MUNDO SIENDO LO QUE SOY, Y NO VOY A PARARRRRRRRRRRRRR NI UN SEGÚN MI DESTINO ES HOY.
« ¡¿Qué rayos es eso?!» -pienso, a continuación abro los ojos y me encuentro con el mocoso ahora cantando, ¡¿Será que uno no puede estar en un vuelo en paz?!
Volteo y veo a la señora ahora viendo una película, el niño al verme canta más duro.
-Señora dígale a su hijo que se calle, quiero dormir -digo con un tono molesto.
-Lo siento, amo que mi hijo cante -ríe victoriosa.
Sí, sin duda se estaba vengando por haberla spoileado.
El niño canta más duro y me saca la lengua.
-Esa canción es de niña -digo volteándome y colocándome mis audífonos para no escuchar al mocoso.
Sin darme cuenta me duermo.
4 horas después.
Lentamente abro los ojos y me doy cuenta que faltaban sólo cinco minutos para la hora en que se planificaba aterrizar.
Doy un gran bostezo y suena la voz por el micrófono diciendo que vamos a aterrizar y dando ciertas instrucciones las cuales sigo.
Al fin estoy bajando del avión, vi el viaje eterno, puedo ver delante de mí al niño causante de mis pesadillas y veo que se cae lo cual me causa gracia, le paso por el lado.
-Tonto -digo riendo y ganándome malas miradas de alguno de los demás pasajeros.
Bah, se lo merecía, tomo mi teléfono y sigo las instrucciones de Patrick, el asistente del dueño de la academia, busco mi equipaje y salgo por un taxi, a continuación le doy la dirección del edificio que me había dicho Patrick, puedo disfrutar la vista de la gran ciudad la cual es hermosa.
Unos veinte minutos después ya estoy afuera del gran y hermoso edificio, lo miro y doy un gran suspiro.
Entro al edificio, hablo con la recepcionista, me da las llaves de mi departamento el cual está ubicado en el último piso.
Tomo el ascensor y subo, el edificio es grande y elegante, me agrada.
Al llegar a mi piso abro la puerta, cuando entro veo a una señora con audífonos, bailando mientras aspira la alfombra, no puedo evitar reír y hago ruido para que note mi presencia, me mira extraño y sale.
«Que señora de limpieza más rara» me digo a mí mismo.
Veo mi departamento el cual está muy bueno. Pequeño, cómodo y ordenado, es perfecto para mí.
Me acerco a una puerta corrediza de vidrio, la abro y es una terraza desde donde se puede ver la hermosa cuidad de Argentina, me recuesto en la baranda observando el paisaje y sonrío.
Hola Argentina...
(Foto del departamento de Tomas en el multimedia) .