Un conflicto que se tiene desde la creación del mundo, ángeles y demonios luchan por el destino de la humanidad para sus fines, pero esta se levanta en armas para luchar por su libertad.
Pero la guerra se ve distorsionada...
Esta es la historia de m...
Luego de escuchar aquellas detonaciones y maravillarnos con el pueblo es momento de salir a disfrutar del festival de Mikaru que vendra siendo un momento para evitar pensar en las cosas que me pasaron fuera.
—Alexa/Margo/Konoka: Listas.
Ellas estan cambiadas con trajes tipicos para ir a ver la festividad, Arakiela sale despues con una ropa mia dado que cuando estuvimos en Arkalia no le compre ropa a ella ya que la que llevaba estaba en buen estado. Alexa no tenia uno, Margo y Konoka si, por lo que tuve que prestarle uno de mi madre.
—Muy bien vamonos.
Cierro todo para evitar inconvenientes y nos dirigimos al festival que se le celebra en el centro del pueblo, los fuegos artificales todavia iluminan el cielo nocturno y la gente por montones se avoca al lugar para divertirse un poco y olvidar las cosas que suceden a nuestro alrededor.
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Muchos puestos hay a lo largo y ancho del centro, concursos de todo tipo y varias comidas tipicas son lo que hay junto al son de la marimba.
—Konoka: Mira hay un puesto de tiro con arma.
Lo señala con bastante emocion y vamos todos a ver. El encargado de dicho puesto se presenta.
—Encargado: Buenas noches quien se anima a disparar a los envases y ganarse unos premios.
Alexa y Margo no se ven dispuestas a competir y Arakiela no entiende el juego para nada.
—Konoka: Yo, yo, yo.
—Encargado: Muy bien.
Ella se acerca y este le entrega un rifle de juguete.
—Konoka: Cuales son las reglas
—Encargado: Las reglas son derribar unos envases de bebida los cuales son 10 en total y tendras 10 balines, si consigues derribar 6 por lo menos ganas.
—Konoka: Pan comido.
Una sonrisa es lo que dislumbra el encargado.
—Encargado: Pos el problema es que los envases estaran en movimiento.
Y el encargado acciona una palanca que provoca que los envases comienzen a moverse lo cual a mi vista es dificil. Konoka empieza a apuntar y jala el gatillo pero solo consigue derribar 3 de los 10 envases. Ella tiene un rostro de derrota y se me acerca.
—Konoka: Vamos otra vez no fallare.
—Claro.
Vuelvo a pagarle al encargado por otro intento.
—Konoka: Esta vez funcionara.
Los envases empiezan a moverse nuevamente y ella jala el gatillo con tal de derribar mas pero no es el caso puesto que no le da a ninguno esta vez y ella se desploma por la decepcion de no poder acertar.