P.O.V. Alba
¿Dónde estoy?
¿Qué ha pasado?
Me duele la cabeza.
El pecho.
Siento mi boca seca.
Mi respiración es algo anormal.
Me cuesta abrir los ojos.
Veo a María a mi derecha.
Y Natalia a mi izquierda.
¿Natalia?
No.
Es un sueño.
¿Estoy muerta?
No.
-¿Alba?
A mis oídos les cuesta identificar la voz de la persona.
Natalia.
-¿Nat? - pregunto como puedo.
Mi voz está más raspada de lo normal.
-Hola chicas - saluda lo que parece ser el doctor - bueno Alba, qué alegría, ¿qué tal?
-Bien - muestro una pequeña sonrisa.
-Me alegro - se acerca a mi - ¿te duele algo?
La luz saliente de su pequeña linterna que apunta directamente a mis ojos me ciega.
-La cabeza y el pecho - me señalo a éste último con el dedo.
-Es normal - sonríe.
-¿Qué me ha pasado doctor? - pregunto con miedo.
-Has sufrido un ataque de ansiedad, pero más fuerte que el de la última vez - hace una mueca triste - mucho más fuerte.
Vaya.
Estaba acostumbrada a mis ataques de ansiedad.
Pero que este fuese más fuerte que el de la última vez, me asustó un poco.
Una última sonrisa por parte del doctor, y se marcha.
-Alba - la morena me mira con tristeza - ¿qué te ha pasado?
-Nada - intento mostrarle una sonrisa.
-¿Nada? - alza un poco la voz - ¿Nada, enserio?
-Natalia - susurra María.
-No, Natalia no - dice enfadada - ¿Nada, Alba? - me mira - he cogido un puto avión en cuanto me han dicho que estabas en el hospital, ¿y me dices que nada?
-Natalia - vuelve a susurrar un poco más fuerte María.
-¿¡Se puede saber qué mierdas te ha pasado!? - grita- te juro que pensaba que me iba a dar algo en el avión.
-Natalia - eleva el tono María.
-¡Pues no haber cogido el puto avión! - esta vez soy yo la que grito.
-¿Encima? - se acerca a mi - Alba, que si te pasa algo me muero.
-No tienes porque morirte por mi - le contradigo - muerete por Alicia, pero por mi no.
-¿Qué dices Alba? - pregunta confundida.
-Que por mi no merece la pena morirse - susurro - que no le merezco a nadie.
-¿Por qué dices eso Alba? - me sujeta la mano.
-Porque es la verdad - agacho la mirada.
-Alba - sonríe - en todo caso la que no te merece soy yo.
-No, Natalia, no lo entiendes.
-¿Qué no entiendo?
Ahora.
Ahora o nunca.
-Me he acostado con otra - susurro.
P.O.V. Natalia
-Me he acostado con otra.
¿Qué?
No.
¿Y la promesa?
¿Nuestra promesa?
No.
No puede hacerme esto otra vez.
Me esperaría.
Me prometió que me esperaría.
Si no yo me quedaría aquí.
Por ella.
-¿Cómo? - unas lágrimas empiezan a correr por mis mejillas.
-Natalia - me intenta sujetar la mano pero la retiro antes de que eso ocurra.
-Natalia - esta vez es María la que me llama - yo intenté decírselo pero no quería ver la realidad.
-No quise hacerlo - otro intento por cogerme la mano es fallido.
-No me toques - digo visiblemente enfadada.
-No, no, no - empieza a llorar - Natalia.
-Dejé a Alicia por ti - le reprocho - ella me ayudó en cierta manera a olvidarte por momentos, y la dejé - empiezo a elevar el tono - estuve a esto - hago un gesto con la mano - de dejarlo todo - empiezo a llorar - a dejarlo todo por tí - me está empezando a costar respirar - me lo prometiste, me prometiste que me esperarías joder - me seco las lágrimas como puedo - estaba dispuesta a olvidar toda la mierda que ocurrió entre nosotras.
Alba llora desconsoladamente.
María está cabizbaja.
Y yo lucho por no derrumbarme como otras veces.
No me esperaba esto.
No.
De ella no.
Joder.
Alba.
¿Otra vez?
Has vuelto a destruir las pequeñas murallas que había sido capaz de remodelar.
Y no te ha importado ni lo más mínimo.
Ni mis sentimientos.
Ni mi dolor.
No te ha importado volver a destrozarme.
Te ha dado igual todo.
La promesa.
Lo nuestro.
Alba.
Joder.
Alba.
Que estoy enamorada de tí.
Que yo pensaba que lo estabas de mí.
¿Vuelves a hacerme esto?
Sea lo que sea.
Quiero despertar de esta puta pesadilla.
HELLLOOOU
SORRY SI NO ESTÁ MUY BIEN ESCRITO, HOY NO TENGO MUCHA INSPIRACIÓN
ESPERO QUE OS GUSTE
BESIIITOOOSS PESETEEROSSS 🧡🕊️
P.D. GRACIAS, GRACIAS Y GRACIAS POR LOS + 2 K VIEWS ❤️
OS QUIERO MUCHO
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Las miradas dicen
RomanceDicen que la mirada de una persona dice mucho. Dicen que la forma en la que te miran dice mucho. Pero no dicen lo mucho que se siente cuando clavas la mirada en la persona idónea.