Capítulo 29

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P.O.V. Natalia

7 Junio

El single de "Nana Triste" acababa de salir y estaba teniendo un gran éxito.

Nana Triste.

Así había decidido llamar a esa canción que llevaba el nombre de Alba escrita en ella.

Aquella canción que llevaba el sufrimiento por los cuatro costados.

Cada nota soltaba dolor.

Cada verso soltaba sufrimiento.

Cada palabra soltaba angustia.

Agonía.

Decidí sacar esta canción.

La más pura de todas.

Mostrarme al mundo tal y como soy.

Mostrar cada una de mis inquietudes mediante letras.

Expresarme.

Soltar todo.

Liberarme de cargas que se mantenían en mi espalda a través de melodías.

Nana Triste fue dolor y liberación.

Expulsé todo el dolor que me provocó la huida de Alba.

-Joder morena - me saca de mis pensamientos Mikel - ¿has visto el éxito que está teniendo Nana Triste?

Niego con la cabeza.

-Solo han pasado tres horas y llevamos más de cien mil visualizaciones - empieza a saltar por todo el departamento.

Mikel.

Sin él nada de esto hubiera sido posible.

Sin él estos dos meses hubieran sido un suplicio.

Me apoyó en esas noches de lágrimas.

Me ayudó con mis impaciencias continúas.

Me ayudó cuando algo iba mal.

Y celebró cuando todo iba genial.

Como ahora.

Verle saltar y gritar de la alegría a las tres de la madrugada sin importarle los vecinos lo más mínimo.

Y sobre todo cuando se alegra de mis triunfos me llenaba el corazón de amor y orgullo.

Orgullo de persona.

Que llegara a mi vida fue como un respiro en medio del ahogo moral.

Una bocanada de aire cuando notaba que el aire ya no me llegaba a los pulmones.

-Estoy tan orgulloso de ti - un beso en la mejilla que me saca una sonrisa - vamos a celebrarlo.

-Venga anda - me levanto y nos preparamos para salir.

P.O.V. Alba

-¡Dios! - un grito desgarrador pero lleno de placer inundan mis oídos.

Era el segundo orgasmo y no tenía pinta de ser el último.

-Alba - me acaricia con dulzura - eres la hostia.

Suelto una carcajada.

-Tú no te quedas atrás Marilia - le sonrío.

Se acerca a besarme.

Sonido.

Llaman por el móvil.

Mierda.

-Dime María - sueno borde.

-¿Puedo ir ya a casa? - pregunta - aunque ya sé que no porque te pasas todos los putos días follando - esto último lo dice con un tono enfadado.

Las miradas dicen Donde viven las historias. Descúbrelo ahora