Capitulo 3. Sirenas.

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-Félix...

-Wendy...

-es tarde, deberíamos volver o Peter se enfadará..

-si, deberíamos.- me levanté de su hombro y nos incorporamos para volver al árbol.

Empezamos a andar y de repente él se paró en seco. Me acercó a él ,me abrazó desde atrás, acercó su cara a mi oído y me puse nerviosa... Mucho. "¿Que hace?" Me preguntaba.

-nos están siguiendo, actúa.

Solté todo el aire contenido, me giré y le abracé.

-vale.

-corremos cuando yo te diga...

-vale.- dije pareciendo relajada.

-vale?

-si.- dije con el mismo tono.

-¡pues corre!- empezó a correr y yo no sabía como reaccionar así que corrí y bajé la velocidad cuando me di cuenta que no le veía.

-mierda...

-esa boca...- dijo alguien imitando voz de chica detrás mía. Me giré rápido y nada.

-quien o qué eres?- dije pareciendo firme aún que me rilaran las piernas.

-piensa, Wen...

-pe-ter...- dije enfadada.

-muy bien...- me susurró en el oído.- ¿lo has descubierto tu solita o te han ayudado?

Me giré y ahí estaba, de pies con los brazos cruzados y esa posición "Peter" de creerse superior, la diferencia es que no se lo creía, lo era.

-si, yo sólita.- él soltó aire por la boca de golpe y rió.- ¿dónde está el Peter que yo conocí?

-aquí me tienes..- se señaló de arriba a abajo con ambas manos.

-no! tu no eres Peter eres como su demonio eres cruel, frío, despreciable... ¿Y coquetear? ¡¿Que demonios?! ¡¡Si no sabes ni querer!! ¡¡Y por suerte que no has matado a los niños perdidos porque estarías SÓLO!! ¡¡Gracias a tu bonita manía de que cuando alguien se pone en tu camino, le apuñalas y le apartas!!... Ese no es mi Peter...

-¿ya?

-¡Demonios, eres despreciable!- me di la vuelta.

-no!- me cogió de la mano.

-si, si lo eres...- dije sin mirar. Me giró de repente y me abrazó, me intenté ir pero no podía así que dejé de hacer el tonto y disfruté ese esperado abrazo...

-prefiero abrazarte a decir algo mal y cagarla.

Sentía su olor a flores y su brazo rozando el mío.

-no hace falta que digas nada...- reí y me separé.- ya la has cagado.

Me giré y salí corriendo.

-¿¡cómo!?... ¡Wen!

Ese chico era bipolar... Hoy te aprecio y te abrazo y otro soy un maldito agrio que sólo quiero destrozar tu día. De repente me choqué con algo, mejor dicho alguien y caí al suelo.

-¡mierda, Wendy!- voz de chico, de Félix... Sentí como me rozaban el brazo y ahí fue cuando el dolor empezó a venir a mi frente.- ¡Wendy di algo!

-que pecho más duro, hermano...-él rió y me ayudó a levantarme, me puse la mano en la frente.

-¿hermano?-rió.

-si -reí.- allí se dice es como amigo, chaval...

-¡oh!- reí y él sonrió.- estás bien?

-si, si, tranquilo...

-vamos anda -me pasó el brazo por los hombros y me oriento mientras yo iba con la mano en la cabeza.

Íbamos "despacio" de camino al tronco y ya llegando no vimos a nadie fuera. De repente miramos a nuestra izquierda ya que un montón de... Eran chicas, con el pelo largo y todas nos apuntaron con arcos.

-¡¡Wen, mierda, aparta!!

Oí una voz, como se disparaban las flechas y un empujón enorme que me hizo rebotar en el suelo.

Me quedé un rato paralizada completamente por el dolor y el golpe pero saqué fuerzas de no se dónde y miré con más dolor de cabeza a quién había sido el responsable de aquel ingrato empujón y vi a Peter con una flecha en el brazo y a Félix con una en la pierna y otra en el estómago.

-¡¡no!!- ojalá pudiera decir "tiempo!" Y que fuera sólo un juego, pero no. Ayudé a Peter a levantarse y él me ayudó a llevar a Félix dentro mientras todos peleaban.- ¡¿qué era eso?!- dije dejando a Félix en el suelo.

-sirenas...- dijo Peter haciendo lo mismo mientras enseñaba los colmillos y entrecerraba los ojos arrugando le entrecejo en forma de dolor.

-no no no no... No puede ser.

-pues es. Se han tomado una poción y ahora tienen piernas, pero no por mucho más...- me arrodillé a ver a Félix e hice que me mirara.

-te pondrás bien, no pienso dejarte sólo, lo juro.- le besé la frente y él cerró los ojos y sonrió.

-no deberías jurar, mira...- se sacó el pañuelo blanco del pantalón y lo miré raro.- tienes que llevártelo muy lejos de aquí, ¿vale? Yo encontraré el suyo.

-¿y Félix?

-aquí.- dijo tirando de la flecha in cada en su brazo.

-no voy a dejarle sólo.

-no he pedido tu opinión.- tiró y sacó la flecha.- ¡AH!

-pero...

-ERA...- me cortó aumentando su tono para tapar el mío.- una orden.

Lo cogí rabiosa, miré a Félix y él me miró.

-ahora vuelvo...- le besé la frente.

Miré a Peter rápido y me fui corriendo hasta mi rincón secreto de nuevo... Ya no era tan secreto pero me gustaba ese nombre, "el punto más alto de nunca jamás" era demasiado largo.

Me senté, me metí el pañuelo en el pantalón y me tumbé. Que difícil era todo, ¿¡por qué!?

Me quedé como una hora y algo más allí, para acabar tumbada de nuevo después de haber bailado, cantado, hecho volteretas y de todo... Seguía como hace una hora y algo, tumbada y aburrida...

-¡Wendy!

Me levanté corriendo de repente por el susto y miré. Era Peter.

-dime...- dije desanimada.

-que.. Yo... Y entonces.. Y él..

-a ver Peter respira y ahora me cuentas.

Respiró hondo y vi preocupación en su cara. Me cogió de los hombros.

-es Félix, Wendy.

-¡¿qué le pasa?!- dije apretando los puños.

-tienes que acompañarme...

La verdadera historia de Peter Pan 2. [la última batalla]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora