La verdadera historia de Peter Pan 2. [la última batalla]

Cap.7 el pájaro Yunae

-Y ahora...- dijo Felix hechando más hacia atrás el brazo y tensando la cuerda del arco. Giñó un ojo y con la punta de la flecha colocada en el arco siguió cada movimiento del pájaro. Disparó y como era evidente, le dió. Me miró sonriente.- vamos?

No articulé ni un monosilabo, me limité a asentir reperidas veces. Me cogió de la mano y empecé a sentir como mi mano empezaba a quemar del rubor que posiblemente tambien tendrian mis mejillas. Andó hasta el pequeño pajaro tirado en el suelo con una flecha clavada. Félix se puso de cunclillas y rozó delicadamente al pequeño pajaro blanco.

-lo has pillado?- me preguntó levantando la cabeza mucho para mirarme. Asentí de nuevo tragando el nudo de mi garganta.

Cogió al pajarito entre sus manos delicadamente mirandolo con pena, de repente agarró la flecha y la sacó rápido sin piedad. Fruncí el entrecejo le miré como si me hubiera dolido a mi.

Me miró y sonrió, nada encajaba. Entonces el pajarillo despertó en segundo plano sobre las manos de Félix, él miro al pequeño y se levantó mientras sonreía para dejarlo en una roca y que este hechara a volar al minuto. Miré a Félix. Él rió.

- lo que tu boca calla lo cuentan tus ojos...- sonrió- es un pájaro Yunae de aquí de Nunca Jamás con plumaje blanco y su naturaleza es cazarlo, cuando lo cazas es como que nace otra vez y asi podria vivir eternamente pero si no le cazas nunca solo es capaz de vivir 18 años.

- wow...- dije mirando al cielo y viendo como este volava el cielo con su bello y puro plumaje blanco. Al poco tiempo aparecieron más.

- es precioso, verdad?- dijo mirando él también.

- precioso...- solté.- realmente precioso...

-a partir de ahora te llamaré Yunae.

-y eso?- le miré.

-porque es precioso y puro como tú.- dijo mirando al cielo. Me miró y tosió a posta carraspeando su garganta.- bueno, te toca.- me pasó el arco.

-no pretenderás que lo mate, no?- vacilé.

-mmm...-soltó el arco dejandolo en mis manos.- ponte tal que en esta posición.-le imité con aire cansado.- y mira sobre tu pulgar, ya?

-mmm...-miré mi pulgar que sujetaba el arco.- si.

-pues tienes que encontrar al pájaro con ese dedo, el pájaro debe estar justo entre tu dedo y la flecha... no se si me entiendes.

-si, si, oido cocina.

-vale... pues luego...

Justo entonces le corté a mitad de la frase ya que tiré la flecha y no salió para nada como esperaba ya que, misteriosamente, se quedó donde estaba...

-ups...- solté sin mas y le miré sonriente con cara de ángel. Él empezó a reirse como nunca.

- pero escuchame, cielo- siguió riendo... Oh, cieloo...- ven aquí.

Me cogió de las manos y las usó para coger rápido el arco y en un movimiento que esté colocado.

-wo...-solté.

-ahora, lo del dedo...-tenia su cara muy cerca, me miró y, sonrojado, se apartó.- mmm... venga, va, tu sola.

Lanzé el arco y le di. Me sentí victoriosa como cuando en Navidad te despiertas y ves el precioso pino en tu salón con regalos llenos de jugetes e ilusión, esa misma ilusión fue la que sentí entonces.

-bieeeen!- aplaudió.- voy a quitarle la flecha y eso, ahora vengo y volvemos al tronco, tu entrenamiento ha acabado por hoy joven Yunae novata.- me guiñó un ojo y se fue. Así que solo tenia una opción: esperar sentada en el césped a que llegara mi Yunae...