Desde que el niño apareció frente a ellos, muchos miraban desde abajo al pequeño intruso y aunque volvieron a intentar subir, Urahara se los impidió.
—Pero si es ese niño de nuevo~ —Gin se cruzó de brazos mirando hacia arriba.
—¿Es ese de quien hablabas Urahara? —Shinji, uno de los capitanes se unió a ellos junto con Yoruichi y Kyoraku.
—Si así es —miro de nuevo hacia arriba y pensó lo que debía decir—. ¡Pensé que querías que te dejáramos en paz!
Todos esperaron la respuesta del otro, y ya no había rastro de carne en el pobre hueso, por lo que Shirosaki lo tiro sin mirar al desafortunado que le cayó en la cabeza, se levantó y miro a todos los de abajo. Urahara le mostró una expresión divertida, pero por dentro estaba terriblemente nervioso.
—Iré al grano —La expresión del rubio cambio—. Les ayudare, pero solo si me quitan estas malditas cosas. —Levanto sus manos para enseñar las cadenas.
—.....Claro~
Desde ahí varios días pasaron, había lobos, vampiros y extrañamente humados entrenando juntos. Urahara se había encargado de informarle sobre la situación, y es que se preparaban todos los días para la guerra en la que estaban envueltos. Nunca estaban en el mismo lugar por mucho tiempo, tenían que movilizarse. A veces se encontraban con aldeas, la mayoría de ellas saqueadas y abandonadas, había muertos por todas partes, el enemigo atacaba en las sombras. Por otro lado, las cadenas de Shirosaki no habían podido romperlas, ya que según Shirosaki decía, las cadenas crecían junto con él, ya que cada vez que brillaban significaba que absorbían su energía, como un parasito, mientras él se hiciese más fuerte las cadenas lo harían también. Habían intentado con armas o herramientas, e incluso poderosos conjuros, pero nada había dado resultado. Ichigo vivió por segundos en aquellos recuerdos como el albino intento quitárselas, había tratado cortándose las manos cientos de veces, quemándose, que los mismos monstruos se las arrancarán, pero siempre volvieron. Ya muchos de los capitanes habían visto su fuerza entrenando con él y temían que la única cosa que le mantenía ahí, la promesa de romper sus cadenas, fallaría. Por lo que le dijeron que la única persona que podría quitárselas era quien tenía que derrotar. Y eso fue lo que lo mantuvo a él con ellos hasta ese día....
Se alejó del grupo, estaba harto de tanto esperar ¡Él quería ser libre y mataría hasta lograrlo! Su objetivo estaba algo lejos pero sabía que era él por la cantidad de energía que sentía, era muy diferente a los demás, casi como él. Y sin una razón que pudiera encontrar, por cada segundo que se acercaba un sentimiento de ira crecía dentro el, y en sus pasos veloces por el agarre tropezó varias veces, sentía su mandíbula apretarse dolorosamente y sus uñas se convirtieron en garras, por lo que odiando su torpeza brinco extendiendo sus brazos, y así cuando toco tierra nuevamente comenzó a correr en cuatro patas, cuatro veces más rápido que antes. Su vista fija hacia el frente sabiendo que tendría que saltar, el lugar donde se escondía su enemigo estaba ahí y en un impulso se elevó en los aires rompiendo en pedazos el vitral que estaba en su camino y varios metros abajo vio a Yhwach, su deseo no podía aumentar más.
Los que estaban abajo retrocedieron cuando el lobo blanco aterrizo, Shirosaki miro fijamente al hombre sin prestar mucha atención a los treinta y dos hombres detrás de él. Ichigo observo que todos vestían uniforme blanco y se veían increíblemente fuertes, podía sentir el peligro en todas partes ¡Shirosaki tenía que huir!
—¿Quién eres tú? Acaso quieres morir —hablo uno de los hombres que tenía un aspecto, como decirlo, a Ichigo se le hacía muy parecido a un uniforme nazi. Y Shirosaki siguió viendo al líder— ¡Insolente! —ese hombre tenía mucha rabia en su voz.
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EN TÚ SANGRE
FanfictionIchigo Kurosaki decide irse de su país para empezar una nueva vida en el extranjero; Viviendo al final en un pequeño pueblo rodeado de montañas y bosques. Sin saber que los sueños le traerían de vuelta a donde comenzó todo. ▪▪▪▪▪▪▪▪▪▪▪▪▪▪▪▪▪▪▪▪▪▪▪...