Capítulo 15. "Te contare mi pasado"

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¡Un ataque de pánico casi provoco un error terrible!

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¿Había escuchado bien? Porque no paro de ver al albino hasta que termino de sacar de su ropa esa tira de tela negra y que ahora cumplía la función de atarlo.

— Oye Shirosaki ¿Y ahora qué haces?

Te había dicho que esto es para que no te lastimes.

— Si, lo sé, pero ¡¿Por qué me atas?!

Los lobos pueden compartir recuerdos entre ellos o a quien deseen, y al hacerlo, aquella persona que recibió el nuevo recuerdo lo convierte en propio, por lo que nunca lo olvidaría; en resumen entraras dentro de mi mente —Shirosaki ya había atado las manos y pies del pelinaranja, y le miro a los ojos ya que el otro no paraba de mirarlo— Y como creo intuyes, al no ser un "lobo" el proceso será bastante doloroso, un fuerte dolor de cabeza...¿Estás seguro que quieres continuar?

— Shirosaki....¿Por qué todo tiene que doler cuando se trata de ti? —Ichigo le dijo con un tono suplicante y Shirosaki no pudo evitar soltar una pequeña risa.

No lo sentirás todo el tiempo, ya que...solo te desmayaras en el proceso.

— Oh, ¡wow! ¿Por qué no me sorprende eso?

El albino no dijo nada y acaricio aquel hermoso cabello naranja y le hablo en un tono más relajado, porque no le gustaba tener que recordar estas cosas; sin embargo es algo que se tenía que hacer — Ahora cubriré tu boca, no sabemos cuánto puedas contenerte.

— Bueno, solo no espero que alguien pase por aquí y me vea "así"—Ichigo hizo énfasis en lo último con su mirada—. Y crea que me están secuestrando.

Eso no sería algo bueno —Shirosaki le siguió el juego, solo que en un tono diferente, a lo que Ichigo solo rodó los ojos y dejo que le cubriera la boca—. Empezare, y espero no me arrepienta de esto.

Asintió como respuesta y el albino lo acercó a él para que sus frentes pudiesen tocarse....lo que paso después...ni él lo imaginaba....



†††


Ichigo intento abrir los ojos, pero sus parpados se sentían pesados, así que lo intento nuevamente pero un poco más despacio.

Estaba en un lugar bastante oscuro, no podía ver nada delante de él, pero si podía sentir el piso y la pared de lado y detrás de él, y por la textura y formas que sentía pudo intuir que estaba en una habitación construida por piedras, además olía a musgo y a humedad ahí dentro. — ¿Dónde rayos estoy Shirosaki?

No recibió respuesta, pero si el sonido que el metal hace cuando lo arrastras, se oía como ¿cadenas? Provenía del otro lado, por lo que a rastras comenzó a acercarse hasta sentir el objeto que había hecho ese ruido, y sí, era una cadena, una bastante pesada.

En ese momento, una luz de color azul neón comenzó a emanar de las cadenas, su luz no era muy intensa, pero si lo suficiente para mostrar lo que tenían como presa. Sus actos se detuvieron y sus ojos no podían apartar la mirada, era un niño, pero supo perfectamente que era Shirosaki, a pesar de que se veía bastante mal, era inconfundible la palidez de su piel y su cabello blanco. Tenía como única prenda una playera blanca, que en su pequeño cuerpo parecía un vestido. Estaba sucio y tenía vendajes por sus brazos y piernas, e incluso tenía manchas en las partes de su piel que no estaban cubiertas, eran moretones muy magullados ¿Qué le habían hecho?

EN TÚ SANGREDonde viven las historias. Descúbrelo ahora