Capítulo 10 "La fiesta"

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En estos momentos Ichigo estaba regresando a casa después de un largo día fuera, las clases hace una semana habían terminado, habían terminado para siempre y lo celebró con sus amigos. Pero ahora él regresaba con una sonrisa en su rostro, porque había ayudado a que Renji hiciese frente a sus sentimientos por Rukia hace unos momentos. Pues cuando dejaron a Rukia en casa y ellos habían empezado a irse Renji hablo.

— Debo hacerlo Ichigo

— ¿Ahora? — Ichigo lo miro. Debieron haberlo visto, el pelirrojo estaba tan nervioso que se le revolvía el estómago, pero su mirada decía todo lo contrario. El ojimiel solo sonrió y le dio una palmada en la espalda — Ve.

No pudo escuchar nada, pero en cuanto vio a Rukia salir y abrazar a Renji supo que todo había salido bien, por lo que sólo se dio la vuelta, para caminar solo de vuelta a casa. Era una sensación bastante agradable y le hacía sentir feliz por ellos, pero ¿por qué él se sentía raro?

***

Ya había pasado una semana desde que Grimmjow y Ulquiorra se fueron, y tres semanas desde que no había visto a Shirosaki. En casa solo estaban él y Sax, y como en los viejos tiempos estaba todo tranquilo. Fue a la cocina, se preparó una taza de café, tomo unas galletas y de la nada ya no sabía qué hacer.

— Guau!

El ladrido de Sax llamo su atención y miro hacia abajo para ver al perrito sentado a un lado suyo. Sonrió a su mascota y se paró de la mesa para apagar las luces, y salir por la puerta de cristal a la terraza del patio trasero. Y solo se sentó ahí en el suelo de madera con Sax acompañándolo.

— Sabes Sax, me pregunto ¿cómo es que siempre sabes que necesito decir algo? — El perrito solo lo miro con sus ojos negros y brillantes.

— Son estos últimos días los que me han hecho sentir bastante raro amigo, todo lo que he descubierto me hace pensar que haya fuera hay más de lo jamás imagine, conocer a Ulquiorra y a Grimmjow ha sido muy divertido, los demás eran raros, pero....Ja! Urahara! Es uno también puedes creer eso!

Sax no dejaba de ver a Ichigo y él sabía que de verdad le escuchaba, así que continúo.

— Renji por fin le dijo lo que sentía a Rukia, la escuela ha terminado y nosotros al perecer tenemos nuestra vida de antes —las lágrimas empezaron a asomarse por sus ojos— Sé que debería estar feliz, tener una vida normal es lo que siempre he querido, pero ¡ahora no puedo dejar de odiar el hecho de que la tenga!—la primera lagrima—....¿Nuestra casa siempre había estado tan vacía, Sax?

Con la luz de la luna las lágrimas que recorrían sus mejillas parecían finos cristales

— ¿Por qué es que nunca antes me había sentido así? ¿Por qué es que ahora odio estar aquí? ¡¿Por qué Sax?! ¡¿Por qué?!..........¿Por qué?

El pequeño Jack Russell con la cabeza cabizbaja se acercó a su dueño y como forma para consolarlo comenzó a lamer sus lágrimas e Ichigo lo abrazo. — Sax...¿Qué es lo que me pasa?

El perrito se apartó para mirarlo a los ojos y entro corriendo a casa, Ichigo miro confundido como es que subía las escaleras para que dentro de unos minutos Sax volviera a bajar, pero con algo en el hocico. Salió y se lo entrego en las manos. Sorprendido por lo que era miro el objeto y miro a Sax — ¿Cómo sabias donde estaba esto? — El objeto que Sax le había traído, era el collar que Rukia y Renji le habían regalado al lobo blanco.

Sax empujaba un poco con su nariz el collar y miraba los ojos de Ichigo. Él no sabía de lo que se trataba, sin embargo bastaron unas cuantas miradas más y pudo entenderlo. — ¿Crees...que lo extraño a él Sax? —El perrito ladro— ¿Tú lo extrañas? —un nuevo ladrido— Ulquiorra dijo que fue a ver algunos asuntos y que por ello, ellos se iban también. Además no me interesa — Arrojo el collar hacia el césped.

EN TÚ SANGREDonde viven las historias. Descúbrelo ahora