capítulo 5. celos

460 34 11
                                    

{Harry's Pov}
Aún aturdido por aquel beso, llegamos al antiguo despacho de Albus, donde ya no estaba ni él, ni su fénix. En cambio, nos esperaban unos impacientes Aberforth y Minerva.
-Tomad asiento chicos- pidió McGonagall mientras se ajustaba las gafas.
Hicimos caso, y una vez sentados frente a ellos, Aberforth comenzó a hablar.
-Vereis, tras las noticias que han sido dadas hoy, hemos recibido una llamada del ministerio... Una llamada, digamos, no oficial... El caso es que, nos han dicho que no podrán poner protección a Harry- .
-Pero sabemos que tampoco la necesitas. Esperamos que entiendas que al dejaros seguir en el colegio exponemos a muchas personas, incluidos vosotros al peligro que supone Lucius. Así que hemos pensado, que debéis huir de aquí. Donde no os encuentren. Debéis partir esta noche, pero no solo vosotros. También vuestros mejores amigos, debido a que son un blanco potencial. Por lo que, Ginevra Weasley, Ronald Weasley, Hermione Granger, Neville Longbottom, Luna Lovegood, Cedric Diggory, Pansy Parkinson, Theodore Nott y Blaise Zabini, abandonarán de manera obligatoria junto a vosotros el instituto- proclamó McGonagall.
-No lo pienso hacer- dejé claro-No pienso huir de un simple mortífago, no después de la guerra. Y además, si lo hiciese, ¿Hasta cuándo huiríamos eh, hasta que alguien lo atrapase? Pues permítame decirle que ese seré yo en todo caso.
Noté la mirada de Draco sobre mí, el estaba aterrorizado, pero yo no.
-Harry, comprendo que quieras rechazar la oferta, pero a pesar de que tu Gryffindor interior quiera salvar a todo el mundo, deberías pensar detenidamente. Tú puedes salvarte, pero quizás los demás, solos, fuera del castillo no- pronunció con calma Dumbledore.
Al notar que aún seguía sin entrar en razón, McGonagall se aclaró la voz:
-¡Por Merlín Potter! ¿Quieres que tu valentía de Gryffindor mate a tus amigos? ¿Quieres que mate a Draco? Porque si es así adelante señorito, ve y búscalo. Pero cuando lo encuentres y vuelvas, y no estén tus amigos para abrazarte y agradecértelo, entonces no podrás sentir que has salvado ninguna vida- me gritó Minerva de aquella manera tan característica suya.
Todos nos quedamos observando a McGonagall, en parte por admiración y en la otra por miedo. Aquella mujer era decidida.
Finalmente miré a Draco, quien suplicaba con la mirada que no me alejase de él.
-Está bien, ¿Cuándo salimos?- pregunté poco convencido.
Aberforth sonrió y chasqueó los dedos.
Aparecimos en una enorme sala oscura. El ambiente era frío, y emanaba un aroma familiar...
-¿Qué narices?- aquella era la voz de Ronald.
-¿Dónde estamos?- Cedric.
Al resonar su voz, Draco apretó levemente mi mano.
-"Ey, tranquilo, estoy a tu lado"- le susurré.
-Creo que estamos aquí todos- dijo Hermione-Palpad e intentar encontrar una luz, pero id con cuidado.

{Draco's Pov}
Solté la mano de Harry, si encendían alguna luz, no quería que nos viesen así. Me alejé un poco de él, y choqué contra un mueble. Palpé lo que parecía ser una escultura. Me recorrió un escalofrío, aquella pieza pertenecía al salón principal de la mansión Malfoy.
Estábamos en mi casa.
Me quedé quieto y muy callado esperando que nadie se diese cuenta. Pero Theodore se adelantó:
-Ey, no sé muy bien a quien dirigirme pero...
"De Picasso, para mis grandes amigos, la familia Malfoy"-  leyó con gran dificultad en aquel viejo cuadro que había colgado en la pared.
Se armó un gran revuelo, hasta que se acercó a mí mi elfo.
-Amo Malfoy, ¿Desea que encienda las luces por usted?- se ofreció amablemente.
-Sí, por favor- contesté nerviosamente mientras rezaba por que Harry no estuviera muy lejos.
En un segundo, las luces se encendieron, y en frente mía aparecieron todos.
-Malfoy, ¡eres un traidor bastardo!- acusó Longbottom acercándose a él.
-Oh no cariño, ni siquiera pienses en dar un paso más hacia a él- dijo Pansy antes de ponerse delante mía, acompañada por Theodore y Blaise.

Entonces, ví a Harry junto a Cedric, este poniendo sus manos sobre sus hombros.
"Yo que tú las quitaría de ahí querido, a no ser que desees la muerte" pensé.
-¿Ves Harry? Pobrecito, tú confiando en él, y te ha traicionado, nos ha mentido a todos, y aquí estamos, en casa de un mortífago- comenzó a decir aquel asqueroso Hufflepuff...
-Cállate, creo que puedo decidir por mí mismo quien es bueno o malo- dijo antes de hacerse a un lado.
Aquello me golpeó en un flashback, pero no tenía tiempo para recordar al Potter de hace 7 años. Quería saber que hacíamos en mi mansión.
Pansy andaba mirando alrededor distraída, mientras Harry hablaba, y de repente gritó:
-¡Ey! Mirad, allí hay ocho objetos... Raros- comentó señalando unos teléfonos móviles.
-¿Qué son esas cosas?- pregunté rehacio a tocarlas.
-Bueno, en ellas hablamos con gente, vemos vídeos, escuchamos música...- dijo Hermione con melancolía.
-Coged uno cada uno y encenderlo- indicó Harry.
Le hicimos caso, y en la pantalla apareció la cara de Aberforth, el cual decía:

Tú {𝙙𝙧𝙖𝙧𝙧𝙮}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora