CAPITULO 11

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Se separaron y _____ desvió la cabeza al instante. El corazón le latía acelerado y estaba segura de que se había sonrojado.

-Es un anillo precioso -dijo intentando hablar con calma-. Lo guardaré como un tesoro.

Cuando se quedaron a solas unos minutos después, Kendall dijo Avergonzado:

-De verdad que lo siento. Nunca pretendí que sucediera. No pensé que se involucrara tanto con los detalles.

-Yo tampoco, pero no importa -contestó ella, apresurada.

-Me aseguraré de que suceda lo menos posible. Te prometo que no tenía deseas... bueno, estoy seguro de que a ti te pasa lo mismo.

-Exactamente. Dejemos el tema.

_____ temía ir a comprar el vestido con Emma, pero cuando llegó el día, encontró contagioso el entusiasmo de la niña. Nora también las acompañó para encargarse de Emma mientras _____ estuviera probándolos y las tres se fueron al centro de Londres, al departamento de novias de un centro comercial tan caro que _____ no había entrado nunca antes. Ahora era la clienta de honor con un presupuesto ilimitado.

Enfrentada a una colección de vestidos rosas de satén, Emma se quedó sin habla de alegría durante unos minutos antes,de decidirse. Entonces anunció sin duda:

-Este.

Para el traje de novia fue más selectiva descartando decidida varios modelos que a _____ le parecieron bien. Estaba claro que la niña tenía una imagen muy clara y no paraba hasta satisfacerla. _____ sentía aprensión acerca del resultado. A ella le sentaban mejor las líneas sencillas y temía que Emma quisiera escoger uno de cuento de hadas que había en el escaparate, cubierto de lazos y volantes.

Al final, Emma señaló un traje y le dijo:

-Pruébate este.

En cuanto _____ se vio con él puesto, supo que Emma no se había equivocado. El vestido estaba hecho de seda cruda, de cuello alto, ajustado a la cintura y cayendo con un ligero vuelo por las caderas hasta el suelo. La espalda tenía una larga cola y las mangas se ensanchaban a medida que caía hasta tocar casi la moqueta de color gris pálido. La extraña decoración era de brillantes perlas cosidas.

-Nunca pensé que la seda podría pesar tanto.

-Está hecho a propósito para darle un poco más de peso. Intente andar con él.

_____ dio algunos pasos y el vestido flotó tras ella, como una mariposa de gloriosa belleza. Como por arte de magia, parecía corregir todas las imperfecciones de su cuerpo, sus anchas espaldas apenas eran perceptibles y su aspecto anguloso desaparecía sustituido por una redondez femenina y suave que nunca hubiera creído suya. Estaba asombrada. A pesar de su sencillez, el vestido tenía una magnificencia que contrastaba con la forma en que ella se veía sí misma: terrena, fiable, quizá un poco prosaica.

-No creo que... -empezó.

-Oh, sí, debes -interrumpió Emma con ansiedad-. Y mira, éste es el velo perfecto para él.

El velo era igualmente maravilloso, y llegaba casi hasta el final de la cola. Enmarcaba la cara de _____ en una suave nube blanca que le hacía brillar la piel y los ojos parecían enormes. Empezó a caminar de nuevo, sujetando la cola y Emma se puso detrás de ella para llevarle hasta el gran espejo del fondo de la sala.

-Es muy bonito -dijo Nora-. Estás maravillosa.

-¿Cuánto cuesta este vestido? -preguntó _____. La asistenta se lo dijo-. -¡¿Cuánto?! -gimió-. ¡Oh dios, es mucho más de...!

-Nos lo llevaremos -dijo Emma con calma.

-Me manejó como si fuera un juguete -le dijo _____ a Kendall esa noche a la defensiva-. Recuérdalo cuando te llegue la factura.

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