-Lo siento -dijo con tono de delicada preocupación. Ya se había acabado. La peor pesadilla había sucedido.
Emma estaba muerta. La mano de Kendall se quedó paralizada entre la de _____ y su cara era fantasmal.
La enfermera seguía hablando:
-Siento que hayan tenido que esperar tanto tiempo, la cirugía está durando más de lo que habíamos pensado.
El mundo volvió a algún tipo de normalidad. _____ susurró:
-¿Qué?
-El doctor Warfield ha tardado más de lo que tenía calculado. Está terminando ahora.
-¿Quiere decir que está viva?
-Sí, está aguantando. La llevaré a la U.C.I enseguida. Podrán ir allí y les llevaré algo de té.
En la puerta de Cuidados Intensivos encontraron al doctor Warfield, que le dijo que las siguientes veinticuatro horas serían críticas. Podrían quedarse con ella.
Lo peor de todo era ver a Emma recostada, una figura frágil y pequeña entre una montaña de maquinaria. Estaba conectada a tubos, monitores, goteros, y yacía temerosamente inmóvil. Una enfermera la vigilaba muy de cerca. Sólo había sitio para otra persona al lado de la cama de Emma.
-Siéntate con ella tú -susurró _____-. Yo llamaré a Kathy y le diré cómo ha salido.
Hora tras hora. La línea verde que cruzaba la pantalla del monitor y sus pitidos regulares les aseguraba la vida. Cada respiración era una victoria. Kendall se sentó inmóvil hasta que el cuerpo le dolió de la rigidez. Por fin se levantó y se reunió con _____, sentada a cierta distancia. Se quedaron juntos en silencio hasta que, de repente, él dijo:
-Tenías razón.
-¿Acerca de qué?
-Me dijiste que debía haber hablado con ella. Ahora desearía haberlo hecho. No sé cómo, pero debería haberlo intentado antes. Me dije a mí mismo que lo había hecho todo por ella. Le di hasta una madre, tú, el mejor regalo de todos. Pero ahora sé que realmente estaba intentando tapar mis propias deficiencias. Y ahora... ahora... pienso en todas las cosas que me hubiera gustado decirle y que quizá nunca tenga la oportunidad.
-Pero sí tienes la oportunidad -dijo apresurada _____-. La tienes ahora.
-Pero no puede oírme.
-Eso no lo sabes. La gente inconsciente a menudo puede oír cosas. Los doctores me lo dijeron en el hospital cuando Sally estaba enferma. Y yo sé que es verdad.
Él la miró con rapidez.
-¿Cómo?
-Porque... -era el secreto más penoso de todos, uno que había creído que nunca le contaría a nadie, pero afrontaría cualquier dolor por aquel hombre-. Porque cuando Sally estaba en coma, en sus últimos momentos, le tomé de la mano y le dije que la quería. Y sentí su apretón. Hasta entonces no se había movido, pero me apretó la mano con bastante fuerza. Eso fue lo último que hizo. Fue su forma de decirme que me había oído, que lo entendía. También fue su despedida, pero al menos sé que se murió sabiendo lo mucho que la quería.
Kendall miró a Emma.
-¿Podrías tú...?
Le dolía negarle nada en aquel momento, pero no podía permitirse la debilidad por el bien de Emma y por el de Kendall a la larga.
-No. Es a ti a quien necesita. Porque si pasa lo peor y tienes que perderla... -él se encogió con agonía y ella le acarició con ternura-. Si eso sucede... no la abandonarás al vacío. Helen estará allí para recibirla de tu mano. ¿No lo entiendes?
Después de un largo momento, Kendall alzó la cabeza. Tenía la cara de una palidez mortal, pero muy calmada. Fue a sentarse al lado de Emma y le tomó la mano entre la suya. Inclinándose hacia adelante, empezó a hablar con ella en voz muy baja.
Al principio, _____ no pudo entender lo que decía, pero cuando empezó a caer la noche y la planta quedó más silenciosa, captó algunas de las palabras que murmuraba y supo que estaba hablando de la feria.
Oyó « Oswald y Oswald» y después, su propio nombre.
Era duro para él hablar con alguien que no respondía y después de un rato, se quedó sin inspiración y la miró en una súplica silenciosa.
-Háblale de la boda -le sugirió ella.
Él le dirigió una mirada de gratitud y empezó a decirle a Emma lo adorable que estaba cuando avanzaba por el pasillo, del carruaje de caballos y de todo lo que pudo recordar.
Se hizo de noche. Llegó un nuevo turno de enfermeras y Kendall tuvo que abandonar su sitio al lado de la cama mientras ellas realizaban su rutina, examinando y tomando notas. Les ofrecieron té, sandwiches y camas para pasar la noche, pero los dos declinaron la invitación. No la dejarían sola de ninguna manera.
-Háblale del futuro -le aconsejó _____-. De las cosas que van a hacer juntos.
El asintió y tomó la mano de Emma entre la suya.
-Te pondrás bien pronto -le dijo-. Y empezarás a dar tus clases de baile de nuevo. Mami hubiera sido una buena bailarina si no se hubiera casado conmigo. Cuando tú naciste, dijo que serías mejor bailarina de lo que ella hubiera sido. Y lo serás. Yo te veré bailar y estaré muy orgulloso de ti.
_____ se apartó, con un ligera sensación de dolor en el corazón. No debía pensar en ella en ese momento, pero cuando Kendall había dicho «mami» refiriéndose a Helen, le había producido un pequeño sobresalto.
Durante meses, Emma y Kendall le habían llamado mami. Pero la verdadera madre de Emma era Helen y ahora que la pequeña se debatía entre la vida y la muerte, era Helen la que estaba con ella. Y era justo que así fuera.
_____ salió al pasillo. Ellos dos ya no la necesitaban. Se tomó una taza de té y llamó a Kathy de nuevo para contarle que la niña seguía aguantando. Pero todo parecía ocurrir como en un sueño.
Cuando volvió a la habitación, Kendall seguía hablando con suavidad a Emma y ahora parecía que la inspiración le llegaba sin problemas. _____ se sentó a su lado y los contempló. De vez en cuando oía la palabra «mami». Intentó no escuchar, pero no pudo evitarlo. Mientras las horas pasaban sintió que el acceso físico de celos que había sentido por Deirdre no era nada comparado con el de corazón que sentía por Helen.
Emma había permanecido casi toda la noche sin moverse. Parecía imposible que su espíritu pudiera seguir luchando contra la debilidad y el dolor. Cuando rompió el alba, Kendall bajó la vista hacia su hija y le pareció que era más pequeña, como si se estuviera desvaneciendo. Le tomó la mano y se la llevó muy cerca del oído. Sólo quedaba una cosa por decir.
-Te quiero, cariño mío -susurró-. Siempre te querré.
Y allí apareció, inconfundible, el apretón de la pequeña con el último acopio de sus fuerzas. Justin alzó la vista hacia _____, que se había acercado a la cama.
-Me ha oído.
-Sí. Sabe que la quieres.
-Me ha apretado la mano. Como Sally. Tú dijiste...
-Mira -dijo _____ entre lágrimas-. Mira.
Muy despacio, los ojos de Emma se estaban abriendo. Estaban clavados en la cara de su padre.
-Hola, papi -dijo.
Él le acarició la cara.
-Pensé que me habías abandonado.
-Pero tú has estado conmigo.
-¿Lo sabes?
-Sí, todo el tiempo. Y mami también estaba ahí. Ella dijo que me pondría bien.
Sonrió y cerró los ojos de nuevo.
Entonces la maquinaria médica se puso en funcionamiento. Llegaron las enfermeras y los doctores, los exámenes médicos, monitorización y sonrisas de alivio y felicidad. _____ se acercó a la ventana y se quedó mirando afuera. La luz se estaba haciendo más fuerte, un nuevo día cargado de esperanzas y promesas. Y de repente, tuvo que cerrar los ojos porque la luz le hacía daño.
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Mi Mejor NOCHE DE BODAS
Hayran KurguEsta novela es de amor me gusto mucho por eso se las estoy adaptando para que la lean créditos a su creador...