ÚLTIMO CAPITULO
Cuando sonó la segunda llamada a la puerta, ella ya estaba en la cama. Se puso una bata y cruzó adormilada hasta la puerta. Pensó que sería de nuevo Chaz y cuando abrió, ya estaba diciendo:
-No puedes venir a esta hora de la...
Entonces se detuvo con la respiración acelerada.
-¿Puedo pasar? -preguntó Kendall. Ella se apartó a un lado y cerró la puerta tras él-. ¿Quién creías que era? ¿Chaz?
Ella consiguió recuperar la voz.
-Estuvo aquí antes.
-Ya lo sé. Le vi llegar y esperé a ver cuánto se quedaba.
-Apenas media hora -susurró _____.
Había algo en la cara de Kendall que nunca había visto antes y se le aceleró de repente el corazón.
-Sí, media hora. Y te diré una cosa: si se hubiera quedado toda la noche, hubiera desaparecido y nunca te hubiera vuelto a ver.
-De eso nunca ha habido dudas. ¿Por qué estás aquí, Kendall?
El la miró durante un largo momento en silencio antes de decir:
-Quiero llevarte a casa.
-Esta es mi casa ahora.
-Ésta no será nunca tu casa. Tu casa está conmigo. Y con Emma. Si quieres todo esto -señaló sus libros-, puedes llevarlo. Podrás hacer el trabajo que quieras si significa mucho para ti.
-Kendall, tú no sabes lo que significa mucho o nada para mí.
El frunció el ceño.
-Eso es lo que dijeron ellas.
-¿Quién?
-Emma y mi madre.
-¿Estás aquí porque te han enviado ellas?
-Sí... no... Es mucho más que eso. Es duro de explicar. Lo único que tengo claro es que quiero que vuelvas. La casa no es un hogar sin ti.
Kendall vio que la cara de _____ seguía todavía impenetrable y supo que no había dicho lo adecuado. Sintió una oleada de alarma. Él, el Gran Arreglador, cuya lengua de plata reducía a sus adversarios a un furioso silencio.
Pero ahora sólo podría ayudarle las palabras adecuadas y no sabía cuáles eran.
-No lo entiendo -dijo _____-. Chaz se fue hace una hora. Si tú lo viste, ¿por qué esperaste tanto antes de llamar?
Y, de repente, él supo cuáles eran las palabras.
-Tenía miedo -dijo simplemente.
-¿Tú? ¿Miedo?
-Esto me importa mucho. Si me equivoco y tú no me amas...
_____ no estaba segura de haber oído aquello. Susurró con incredulidad:
-¿Amarte?
-Emma dice que sí. Dice que se lo dijiste tú. Yo pensé que se habría equivocado, pero insistió mucho.
La miró con interrogación en los ojos.
-¡Oh, tonto! -jadeó ella-. Eres un tonto.
-Ya sé que soy tonto -confirmó él con rara humildad-. La única cuestión es: ¿qué tipo de tonto?
Ella le respondió de la única forma que podía, rodeándole con sus brazos y posando los labios sobre los de él en el primer beso de amor mutuo. Por instante, él pareció demasiado anonadado como para reaccionar. Pero la vida volvió a sus miembros y la alcanzó en un feroz abrazo.
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Mi Mejor NOCHE DE BODAS
FanfictionEsta novela es de amor me gusto mucho por eso se las estoy adaptando para que la lean créditos a su creador...