Capitulo 21

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La semana anterior a la Navidad, Kendall y Tom pusieron un enorme árbol en el jardín y lo llenaron de luces. Emma lo contemplaba con los ojos muy abiertos desde la ventana.
-¿Crees que nevará? -le preguntó a _____ por centésima vez-. Me encanta la nieve.
-Entonces, nevará -prometió ella con la esperanza de que la última Navidad de Emma fuera perfecta.
Decoró la casa con orlas rojas y doradas, azules, plateadas y verdes. Después, se puso otro árbol en la sala de abajo y colgó luces intermitentes.
Los días se sucedieron sin que nevara. Siguió el ajetreo de las compras, adquiriendo montañas de comida para todos los invitados y la compra de regalos. Emma tardó bastante en decidir el regalo de Kendall , pasando una y otra vez el catálogo que _____ le había llevado de la tienda para evitar que hiciera jornadas agotadoras.
-¿Qué te parece esto? -dijo señalando una elegante maleta-. Papá viaja mucho al extranjero a venderle cosas a la gente.
-No lo sabía.
-Bueno, dejó de hacerlo cuando tú te pusiste mala. Pero espero que lo vuelva a hacer en cuanto te encuentres mejor.
-Vamos a comprársela entonces.
-¿Qué quieres tú para Navidad, mami?
-No lo sé. No lo he pensado.
-Pero debes hacerlo. Tengo que decírselo a papá -puso un gesto de culpabilidad y se llevó la mano a la boca-. Se suponía que era un secreto.
_____ se rió.
-¿0 sea que te han mandado a espiar el terreno? Lo pensaré seriamente.

Mentalmente aplaudió a Kendall, que había recordado su consejo de que metiera a Emma en la conspiración. No podía decirle a Emma que lo que deseaba para Navidad era el amor de Kendall bien envuelto para la ocasión. Le dijo que le gustaban los espectáculos musicales y que le faltaban algunos en su colección. Emma apuntó los que ya tenía y se fue con aire solemne.
Kendall estaba en todas partes con la cámara, sacando a Emma preparando el árbol al lado de Nora, en el coro de Navidad del colegio, envolviendo los regalos y pegando las etiquetas con la lengua fuera de la concentración.
-Vamos a guardarlas -dijo Kendall, apagando el vídeo-. El año próximo será el momento de verlas.
Estaban sentados juntos a la una de la mañana. _____ apenas podía verlo, pero podía sentir las líneas de su cuerpo y con debilidad esbozó una sonrisa mientras se le rompía el corazón.
-Vámonos a la cama -dijo tocándolo con suavidad.
-Sí, de acuer... ¡Dios, dios! ¿Qué es eso?
Desde arriba, escucharon la voz de Emma que los llamaba apresurada:
-¡Papá! ¡Mamá! Suban, deprisa.
-Está enferma -dijo él con miedo.
Corrieron hasta el recibidor donde encontraron la silueta de Emma en el rellano de la escalera saltando con agitación.
-Vengan y miren -gritó con urgencia señalando la ventana-. ¡Está nevando!

..*..

En la boda, _____ había tenido poco tiempo de fijarse en detalles de la familia de Kendall, pero cuando llegaron para pasar la Navidad, tuvo ocasión de observarlos más de cerca. Kathy era como ella la recordaba, cálida y acogedora, con tendencia a decirlo todo a la cara. A _____ le sorprendía comprender que Emma había heredado toda su fuerza de carácter de Kendall y éste de su madre.
Kent, su padre, era un hombre suave, unos centímetros más Alto que su mujer, y un hombre contemplaba el mundo con cierto aire de sorpresa y a su hijo con cierta admiración.
Aparte de ellos, estaba la hermana Mayor de Kendall, Paula, que era tutora en una universidad a cierta distancia. Era una mujer tensa con aspecto severo y lengua sarcástica. Pero _____ notó que a Emma le caía bien y que buscaba su compañía ignorando sus indirectas o ni siquiera captándolas.
La hermana pequeña, Jazmine, había llegado desde Cornwall con su marido y sus hijos gemelos de once años, Dawn y Belinda. Eran unos niños alegres, pero sensibles y ambos sabían que debían tratar a Emma con cuidado. Después de la primera hora, _____ los dejó a los tres juntos con tranquilidad.
El día antes de Navidad, _____ estaba haciendo todavía preparativos para acomodar a tantos invitados. Al final, consiguió que todo el mundo tuviera una cama, aunque la casa está casi a reventar. Hasta Paula declaró que era acogedor que hubiera tanta gente bajo el mismo techo.
-Aunque no pensarás lo mismo el día de Navidad cuando llegue el resto -declaró sombría.
-¿Faltan todavía muchos? -preguntó _____-. Lo sabía, pero ya he perdido la cuenta.
-Varios primos -declaró Paula, agitando la mano-. A Chaz ya lo conociste en la boda Chris y Ryan. Están bien, a los menos alguno de ellos. Ryan no es tan tonto como aparenta. No es como Chaz que sí que lo es.
Emma soltó una carcajada.
-Bueno, ya sé que a ti te cae bien -dijo Paula-. A todos los niños les cae bien. A mi parecer, él mismo tiene mentalidad infantil.
-Exactamente -acordó Kendall con cierta aspereza-. Y no recuerdo haberle invitado a mi boda.
-Por supuesto que no -intervino Kathy-. Nadie invita a Chaz a ningún sitio. No hace falta, él siempre se presenta.

En medio del ajetreo, _____ consiguió tomar tranquilamente una copa de sherry con Kathy en la cocina. Ahora que eran amigas, era fácil compartir su preocupación acerca de la incapacidad de él de hablar con Emma, excepto de forma superficial.
-Él la adora, haría lo que fuera, daría lo que fuera por ella, excepto hablar con el corazón. Al principio, pensé que era maravilloso que él siguiera el juego de los Oswald hasta que comprendí que sólo era porque le resulta más fácil. Mientras tontea con los muñecos no tiene que decir nada más. No es un hombre superficial.
-Oh, no -acordó su madre-. Más bien al contrario. Siente las cosas con tal profundidad que no encuentra las palabras. Es igual que su padre. Nunca me ha dicho que me quería, pero los mejores retratos que me ha hecho han sido desde que perdí la belleza de la juventud. Por eso es por lo que sé que sí.
_____ sonrió.
-Es muy bonito. Pero yo no estaba hablando de Kendall y de mí.
-Si tu marido no puede hablar de sus sentimientos, también debe ser problema tuyo -observó Kathy.
Un impulso celoso le hizo a _____ preguntar:
-¿Cómo lo conseguía Helen? ¿Le dijo alguna vez que la amaba?
-No estoy segura. Pero eso era diferente. Verás, se criaron puerta con puerta, fueron a la escuela juntos y se entendían con alma y cuerpo. Helen no necesitaba las palabras.
-Ya entiendo -dijo _____ con un suspiro.

Mi Mejor NOCHE DE BODAS Donde viven las historias. Descúbrelo ahora