IV

1K 183 56
                                    

Nuevo capítulo 🙋

¿Qué les parece la historia?

Si ven errores, avisen ❤️

.
.
.
.
.

Levi había ordenado su ropa en un armario de madera, sus zapatos terminaron dentro de sus cajas en un baúl rústico. La casita era de dos plantas, abajo tenía un pequeño comedor con una mesa y cuatro sillas, casi pegado a ellas, un sillón de piel. Había una puerta que llevaba al baño y casi grita al ver que allí, había una bañera, baldes y lo que supuso que sería donde tendría que hacer sus necesidades, sí, hablaba de un agujero en el suelo de madera, allí sin nada más.
Otra puerta llevaba a lo que sería tal vez una cocina, no sabría decirlo con claridad, pero parecía un especie de horno para cocinar la carne, no había nada más como para mantener los alimentos en buen estado por más de unas horas.
La segunda planta era la habitación, subía la escalera y allí, sin puertas ni nada que impidiera la vista, estaba la cama doble, el armario y el baúl. Todo absolutamente de madera.
También para su mal pasar había descubierto que Robert tenía razón, no había electricidad, ni ninguna perilla o lámpara que lo probara, más bien, empotrados en las paredes se encontraban cuantiosos candelabros y en uno de los cajones de lo que llamaría "alacena", había encontrado las velas.
Miró su celular y comprobó lo que ya imaginaba, no tenía cobertura. Lo apagó por si necesitaba usar la linterna de éste en algún momento que las milagrosas velas no funcionaran. ¿Y si se iba? No, se había dicho a sí mismo que se quedaría al menos un mes, tal vez los jóvenes de la escuela necesitaban más ayuda de la que creía.

Cerca de una hora estuvo acomodando sus cosas, y cuando al fin pudo sentarse un rato en el sillón la puerta de la casa fue golpeada tres veces seguidas. Se levantó con pesadez y se dirigió a ella, quitando en el proceso la cantidad de seguros que poseía. Aún no conocía a nadie y no se confiaría tampoco.

La puerta se abrió y otra vez aquel jovencito castaño logró sorprenderlo, esta vez parecía haberse peinado, se había limpiado sus rodillas y manos sucias y se había cambiado la vestimenta. Sonreía, estaba enseñándole su gran dentadura blanca y perfecta como aquellos modelos de pasta dental. En sus brazos sostenía un canasto con frutas y vio por separado un poco de carne.

—Le he mencionado a mis padres sobre su llegada y han enviado provisiones para esta noche— comentó con un tono despreocupado —no sabíamos qué le gustaría así que aquí hay un poco de todo.

Extendió sus brazos esperando que Levi tomara el canasto, algo que hizo casi al instante.

—Pues muchas gracias, Eren.

Dio un paso hacia atrás, dándole una invitación silenciosa para que entrara, sin embargo el muchacho mantuvo sus manos detrás de su espalda y se balanceó levemente en su lugar.

—¿Quieres pasar?

Eren lo miró unos segundos y como si fuese posible agrandó la sonrisa que llevaba.

—¿Puedo?— no esperó respuesta para hacerlo en realidad, ya había entrado como si nunca lo hubiese preguntado  —gracias señor Ackerman.

El azabache cerró la puerta y fue hacia la pequeña cocina a dejar el canasto con las provisiones.

—Levi, puedes decirme Levi— miró al jovencito que aún se encontraba de pie en el comedor y le ofreció asiento —, lo siento pero no sé qué puedo darte para beber.

—En el canasto hay un poco de té, puedo preparar si gusta— tampoco esperó a que respondiera sino que en su lugar ya se encontraba buscando entre las cosas —Levi debe ir encendiendo las velas, pronto va a oscurecer.

El azabache un poco confundido terminó haciendo lo que el jovencito le había comentado, después de todo, no quería terminar en medio de la oscuridad sin saber dónde se encontraban sus cosas.

—Así que Eren...— comentó mientras el jovencito esperaba a que el agua se calentara —¿Así viven todos?

Eren lo miró, parpadeó como si fuese un robot y luego lanzó una carcajada.

—¿Están locos verdad?— vertió las hojas de té en las tazas y luego el agua caliente —Una vez escapé con el señor Robert— agarró ambos recipientes y los llevó hacia la mesa, Levi se le unió un minuto después —, soy el encargado de buscar las provisiones, junto a Armin y Jean, unos amigos. Ese día estaba solo y me encontré con Robert, le pedí que me llevara a su pueblo, solo una vez.

—¿Y lo hizo?

—Claro que sí, Lungs es hermoso, nunca había visto las cosas que tienen en ese lugar.

—¿Y por qué aquí no lo hacen?

—Es pecado querer más de lo que tenemos señor Levi—. Dijo después de dar un sorbo de su taza —Si lo hacemos dejaremos que el diablo camine por aquí.

Levi lo miró confundido, pero Eren sonrió dándole a entender que tampoco creía en lo que decía.

—Cuando termine de estudiar me iré muy lejos de aquí y...

Eren se detuvo abruptamente, Levi lo miró confundido cuando notó que aquellos ojos verdes no estaban posados en él, sino detrás. Giró su cabeza para poder observar lo que se había llevado la atención del muchacho, sin embargo cuando volvió a verlo, Eren le sonreía.

—Ya es hora de que me retire, mañana puedo pasarlo a buscar para presentarlo con el director— se levantó torpemente de su asiento y otra vez volvió a hacer una reverencia —Cierre las puertas y no las abra durante la noche. A ellos no les agradan los forasteros.

Levi terminó por despedir al joven en la puerta y luego casi solo por unos segundos las deja sin los seguros, algo que realmente cambió de inmediato, ya que pronto quedó encerrado. Sus ojos se pasearon por la casa, a la luz de las velas parecía demasiado tenebrosa. Esa noche no pudo cenar y se fue directo a la cama, sin saber que Fisher lo observaba desde el rincón de su habitación.

Campanas a Medianoche (Riren)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora