Jade Lewis
Al día siguiente me desperté en el colchón de mi habitación algo sudorosa, por lo tanto me di una pequeña ducha.
Cogí de mi armario una camiseta ancha y unos pantalones de chándal, ya qué me imaginaba qué aquel día no saldría de casa.
Salí de mi habitación una vez lista, busqué a mis padres por casa y no estaban, me extrañó bastante pero supuse que estarían trabajando.
Fui a la cocina y abrí la nevera en busca de algo para llevarme a la boca, me conformé con una manzana, subí a la encimera y desayuné mientras miraba mis redes sociales.
Después de desayunar, me puse a ver series en Netflix , es una plataforma bastante buena qué te permite ver todas las películas y series qué desees, lo malo es que es una aplicación de pago, últimamente estoy muy viciada con Vis A Vis, una serie que trata sobre una cárcel de mujeres.
Después de ver unos dos o tres capítulos de la serie, mi portátil indicó qué tenía una llamada por Skype de Luke Ross, sonreí cómo una boba en la pantalla y le di a aceptar enseguida.
- ¡Ey, hola! - me saludó nada más verme aparecer. - Hola Luke. - le devolví el saludó con una sonrisa. - ¿Cómo estás, y cómo está Jessie? ¿Se ha tomado bien qué nos hablemos? - le pregunté preocupada. - Yo estoy bien, Jessie al principio le costó aceptar de qué fuéramos amigos, pero luego nos comprendió. Así que supongo qué todo bien, pero me avisó de qué tuviera cuidado ya qué mis padres a veces pasan por casa sin avisar etcétera. - hizo una mueca algo frustrado. - Pero bueno, ¿Tú cómo estás? - me preguntó intentando cambiar de tema. - Bien, acabo de ver Vis A Vis...
[...]
El despertador sonó indicando qué el fin de semana había acabado, y una nueva semana empezaba en el instituto.
Apagué la alarma torpemente con los ojos cerrados, solté un quejido y me levanté perezosamente.
Por si no os habíais dado cuenta odio los lunes y más si empiezan con clase de historia, más de una vez me he quedado dormida en algunas clases.
Después de arreglarme, una hora después más o menos, fui al instituto mientras escuchaba música, cómo solía hacer cada mañana.
Mientras tarareaba algunas canciones me encontré con los Ross, mi mirada se dirigió rápidamente a Luke.
Iba vestido con una camisa de cuadros azul, sus vaqueros, y sus convers.
¿Cómo hacía este chico para estar siempre guapo? - pensé para mis adentros.
Este se dió cuenta de mi presencia y me sonrió, le devolví la sonrisa y me dirigí a clase.
Ashley me vio en cuánto entre al aula, y me abrazó, le correspondí el abrazo y empezamos a hablar, mientras esperábamos a la profesora para empezar la clase más horrorosa del día y probablemente la de la semana.
- Cuéntame Jade, ¿Cómo te va con Luke? - me preguntó directa, yo me hice la sorprendida. - ¿Con Luke? Ashley, ¿A qué te refieres? - ella rodó los ojos. - ¿Qué a qué me refiero? ¿Te crees qué soy ciega? Me refiero a todo el rollo qué tenéis. Todas las miraditas qué os echáis, por ejemplo. - contestó irónica. - Vale, vale. - asentí dándole la razón. - ¿Quieres quedar hoy en el puesto de batidos del parque y te lo cuento todo? - le propuse. - Ya sabes qué en el instituto no se puede hablar de temas privados... - dirigí mi mirada a la pandilla de brujas del curso de Emma, aunque Emma no pertenecía a ese club obviamente, no le va esos rollos.
[...]
- Un batido de fresa y otro de limón. - pidió Ashley al encargado del puesto de batidos. - Gracias. - le contestó una vez con los batidos en mano, dejándole un billete de un dólar.
Nos sentamos en la primera mesa libre qué vimos en la terraza, le di un sorbo a mi batido de fresa bajo la mirada atenta de Ashley.
- ¡Ashley, deja de mirarme así me das miedo! - exclamé riéndome. - Vale perdón, pero es qué quiero saber ya tu rollo con el pecoso. - se quejó.
Rodé los ojos.
- No tenemos ningún rollo, tan sólo somos amigos. Todo empezó con el trabajo de literatura y ahora somos amigos, porqué compartimos gustos y ya está. - ¿Ya está? - preguntó la pelinegra extrañada. - Sí, ya está. - aseguré pero no me creyó. - Vamos que sois amigos pero a ti te gustaría ser algo más. - aclaró está y le di la razón algo apenada. - Eh, no te desanimes. Creo que a Luke también le gustas. - le miré sin creerla. - ¿Por qué estás tan segura de eso?
- Desde qué te ha conocido gracias al Sr. Henderson, no le he visto acercarse a otra chica qué no fueras tú. A ninguna mira cómo te mira a ti. Ni a ninguna trata cómo te trata a ti. Ambas sabemos cómo es Luke de mujeriego y desde qué te conoce, ha cambiado. Jade lo has cambiado. Ahora tú decides si creerme y declararte a Luke antes de que sea demasiado tarde, o no creerme y arrepentirte de haber perdido la oportunidad de salir con el chico qué te gusta. - la miré sorprendida de sus palabras. - No es tan fácil, Ashley. ¿Te olvidas de la movida qué tienen nuestros padres? Nuestros padres se odian y nunca nos perdonarían salir juntos. Es un amor imposible. - le di un largo trago a mi batido. - Cómo el de Romeo y Julieta. - sonrío pícara y solté una carcajada.
[...]
Al día siguiente después de la clase de lengua, me dirigí a mi taquilla para intercambiar los libros, ya que después del almuerzo me tocaba matemáticas.
Al cerrar la taquilla me encontré con Luke, me asusté y este empezó a reírse.
- ¿Qué quieres Luke? - le pregunté indignada. - Invitarte a comer. - extrañada lo miré. - ¿A comer? ¿Juntos? ¿Los dos solos? - empecé a preguntar, me estaba poniendo un poco nerviosa. - Sí, claro. Somos amigos, ¿Por qué no?
Una puñalada dolía menos. - pensé, pero acepté la invitación.
[...]
Comíamos entre risas, esos pequeños momentos qué vivía con Luke me encantaban. Era de los chicos más divertidas y carismáticos qué habría conocido en mi vida, y con él me olvidaba de todos los problemas qué pasaban por mi mente.
- Jade tienes un poco de salsa de tomate en el labio. - me dijo y yo avergonzada cogí una servilleta para limpiarme. - No, ahí no. - río, cogió una servilleta, cogió mi cara con delicadeza y me limpió la pequeña cantidad de salsa de mi labio inferior.
Atenta a sus gestos, se dió cuenta qué lo miraba y él hizo lo mismo, luego miro mis labios y yo los suyos.
El corazón me latía con fuerza, y recordé las palabras de Ashley en el puesto de batidos, fue entonces cuando me armé de valor y uní mis labios con los suyos, se sorprendió y me esperaba qué se apartara pero no fue así, siguió el beso y ambos formamos una sonrisa en medio del beso.
He besado a Luke Ross.
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Enamorada de un Ross.
RomanceDos familias son enfrentadas por temas de dinero, ellos son la familia Ross y la familia Lewis. ¿Pero qué pasa si un miembro de la familia Ross y una miembro de la familia Lewis se enamoran?