[ JADE LEWIS ]
Pasaron unos días desde que Luke me dejó, tras revelarme que me fue infiel.
Al principio pensaba que se trataba de alguna excusa o una broma. Los días fueron pasando y Luke no me hablaba. No se atrevía. Ni yo tampoco fui a hablar con él, no sabía muy bien que decirle. Después de ver que no hacía ni lo más mínimo por hablar conmigo, pensé que la "excusa" o "broma", se había convertido en una realidad, me había engañado.
Algo en mí le daba asco y le guardaba rencor. Pero alguna otra parte de mí seguía queriéndolo haciendo que, no sólo le odie a él si no a mí misma también.
Por ello mismo, cuando pasó una semana y vi que no hacía nada por mí. Decidí que era hora de espabilar y dejar de derramar lágrimas por dicho pecoso.
El lunes por la mañana, sonó mi alarma, me puse una de mis canciones favoritas como alarma para despertarme con ganas de comerme el mundo. Saqué del armario una camiseta negra un poco escotada la cual, me puse con una falda, leggings y botines a juego.
Después de vestirme, fui al baño a peinarme. Decidí dejarme el pelo suelto con ondas en las puntas y recogerme de un lado con algunas horquillas.
Después de peinarme, cogí el estuche de maquillaje y decidí maquillarme. Delineé una larga línea en mis ojos marrones, peiné mis pestañas haciendo que estas se vieran más largas y por último pinté mis labios con un color bermellón.
Me miré al espejo, estaba realmente guapa. Nunca me había preparado tanto para ir a clase, y me gustaba el resultado.
- Me muero por ver la cara de Luke Ross cuando vea lo que se ha perdido. - pensé victoriosa.
Me puse mi chaqueta de cuero, cogí la mochila y fui al instituto como siempre escuchando música.
Llegué al instituto, estaba demasiado contenta aunque el día para nada me acompañaba. El cielo estaba grisáceo debido a la cantidad de nubes que le acompañaba, en cualquier momento parecía que iba a llover.
- ¿Por qué últimamente los días no me acompañan? - me cuestioné para mis adentros. Recordé que hará unos días el día tampoco me acompañaba, era un precioso cielo cuando el chico que más he querido me dejó por otra, me entró un leve escalofrío al recordarlo. Odio eso.
Decidí ir a clase antes de que mis pensamientos siguieran atormenatándome. Crucé el pasillo para dirigirme a mi taquilla y saqué los libros correspondientes.
Al parecer el día no estaba de mi parte, porque cuando cogí el libro de literatura se me cayó una hoja. Esa hoja era del trabajo de literatura, el de Romeo y Julieta, el cual ya estaba cualificado. Sacamos un sobresaliente y mis ojos se aguaron al recordarlo. Todo empezó por una clase de literatura.
Apreté el papel en mis manos y lo tiré a la basura. Cerré la taquilla con fuerza y con rabia me dirigí a clase de literatura.
Qué inoportuno.
Me senté en mi pupitre y saqué el libro junto a una libreta y el estuche. Estaba dispuesta de comenzar la clase, cuando siento una mirada en mí.
Empecé a mirar hacia los lados, hasta que me di cuenta de quien era.
Luke.
Me miraba a través de sus grandes ojos color avellana. Perplejo, confuso y apenado empezó a mirarme.
- Jade... - creí escuchar de sus labios.
Antes de que pudiera decir algo, el profesor entró haciendo que la clase comenzara.
[...]
Después de las clases, iba a ir dispuesta a casa. Cuando una voz me llamó. Me volteé y me encontré con Ravi. Automáticamente me puse nerviosa.
- ¿Sí? ¿Qué pasa? - le pregunté intentando parecer segura. - Quería hablarte de Luke... - dijo haciendo que soltara un bufido y me diera media vuelta. - ¡Espera!
Se paró enfrente mía.
- Él no te ha engañado. - me aseguró. - Te lo prometo. Emma, Zuri y yo queremos hablar contigo. A las cinco en casa, si quieres saber la verdad ven. - me ofreció. - Yo te aconsejo que vengas. No te veo nada bien a ti tampoco... Creo que tienes que saber la verdad. Pero haz lo que quieras.
Asentí dudosa.
Iba a ir a casa de los Ross, quería saber qué demonios estaba pasando.
«¿Por qué me engañaba? ¿Por qué me decía que me había puesto los cuernos con otra chica? » - me preguntaba.
Así pues a las cinco estaba subiendo al ascensor para acabar en el ático. Millones de recuerdos pasaron por delante de mis ojos haciendo que el corazón se me encogiera.
Al abrirse las puertas la primera en verme fue Emma.
- Hola Jade, tranquila Luke no está. Está en la academia de baile. - me dijo con una sonrisa, y yo le sonreí de vuelta.
Nos dirigimos al sofá, y vinieron Ravi y Zuri.
- Queríamos hablar contigo ya que Luke no es capaz de hacerlo. - dijo Zuri rompiendo el silencio, y los hermanos asintieron. - ¿Por qué me ha dicho que me ha engañado? - me limité a preguntar.
Ravi respiró y tomó la palabra.
- Luke es un chico difícil. Nunca se ha enamorado, ni mucho menos. - negó Ravi. - Sí, sólo le importaban las modelos de las revistas, la cantidad de chicas que veía por la calle y sobretodo cuando era más pequeño Jessie. - dijo Emma encogiéndose de hombros. - Pero todo cambió cuando llegastes tú. - terminó de decir, noté como el pulso se me aceleró. - Sí, horas antes de quedar por primera vez contigo en la cancha de baloncesto, estaba de los nervios. Se puso litros de colonia, llegó el primero del instituto y devoró la comida. - dijo esta vez Zuri haciendo que sonriera. - ¿Cuando se te declaró? Estaba de los nervios. Dijo que tenía que salir todo perfecto. - comentó Emma.
Tenía una sonrisa en los labios que cada vez se agrandaba aún más cuando me decían cosas de él.
- Y no te olvides, de que lo expulsaron por ti. - me recordó Ravi. - Pero si me quiere... ¿Por qué me deja? - pregunté de nuevo sin entender, los tres suspiraron. - No te quiere hacer daño. Por eso te dejó lo antes posible. Tenía miedo de que se fijara en otras chicas como antes con el paso del tiempo. - dijo Zuri y fruncí el ceño extrañada. - También lo de nuestros padres influye, nunca se sabe cuando pueden venir. - dijo Emma apenada.
Agaché la mirada, la sonrisa de mis labios se borró.
- Pero hablaremos con él. Tenemos que convencerle para que sea él quien hable contigo y así volváis. Eres de las mejores cosas que le ha pasado a Luke en la vida, como para dejarlo ir. - dijo Ravi emocionado y le di un pequeño abrazo. - Hablaré yo con él.
Ellos ya habían hecho demasiado por nosotros, ahora nos tocaba a nosotros hablar.
Iba a decirle lo mucho que estoy enamorada de él y asegurarle que él de mí. Lo iba a gritar a los cuatro vientos. Estábamos hechos el uno para el otro.
No me importaba nada. Ni siquiera nuestros apellidos. Ni los temas financieros. Ni las inseguridades. Ni las chicas. Ni Jake. Ni nada. Nadie nos iba a parar. Nosotros podíamos con todo.
Luke Ross, está enamorado de mí.
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Enamorada de un Ross.
RomanceDos familias son enfrentadas por temas de dinero, ellos son la familia Ross y la familia Lewis. ¿Pero qué pasa si un miembro de la familia Ross y una miembro de la familia Lewis se enamoran?