Vuelve conmigo.

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[ LUKE ROSS ]

Volví a casa después de una dura clase de baile, en unas semanas bailaría en Central Park con mis compañeros por el festival de Navidad y el profesor está más que estricto. Pero más que el baile navideño me preocupaba más aún el estado de ánimo de Jade. 

Actúo como si no hubiera pasado nada entre nosotros en clase, aunque la conozco y algo me dice que es justo lo contrario eso me duele y más sabiendo que es culpa mía, pero sigo pensando en que sería lo mejor para el uno y el otro. 

- Ya estoy en casa. - dije una vez las puertas del ascensor se abrieron y subí con rapidez a mi habitación. 

Una vez allí dejé mi mochila tirada en el suelo, decidí darme una ducha de agua caliente para calmar mi estrés mientras escuchaba algunas canciones aleatorias que sonaban desde mi móvil. 

Después de la ducha relajante, salí del baño con una toalla atada a mi cintura y cogí algo de ropa para después bajar a cenar junto a mi familia.

Bertram había cocinado unas pizzas caseras, en la mesa podía verse que habían de varios tipos. Jamón y queso,  barbacoa, cuatro quesos...

- ¿Quién viene a cenar? - preguntó Emma al ver la gran cantidad de comida. Jessie apareció detrás suya. - Vuestros padres van a pasar unas semanas con vosotros hasta que se acaben las navidades. - le informó y todos saltamos de la emoción.

- ¿Cuándo van a venir? - preguntó está vez Ravi. - Estarán al llegar.

Antes de que pudiera acabar la frase, oímos como las puertas del ascensor se abrieron dejando ver a mis padres los cuales desde hacía un mes no veía, todos fuimos a recibirles cómo es debido.

Entre abrazos, risas y besos me acordé de mi ex relación con Jade. Ni loco se lo contaría a nuestros padres, creo que como mínimo me cambiarían de instituto si llegan a saberlo.

[...]

- ¿Y a ti cómo te va todo, Luke? - me preguntó mi madre, tragué algo de saliva. - Igual que siempre, las mates se me siguen dando de pena. - intenté bromear y causó efecto, aunque tenía los ojos penetrantes de mi madre sobre mí, creo que esta última poco me creyó.

La cena acabó al cabo de una hora. Mis padres se fueron a dormir ya que estaban agotados al igual que Zuri y Bertram, Jessie se quedó viendo una película con Emma en la sala de proyecciones, Ravi fue a su habitación a repasar el examen de historia que tiene mañana, y yo por último intentaba también dormir, pero no podía.

Cómo siempre por causa de Jade Lewis.

[...]

[ JADE LEWIS ]

Al día siguiente era viernes, último día de la semana y cuando iba a pedirle a Luke volver a ser los de antes y convencerle de que no tuviera miedo a enamorarse de mí, de hecho los dos lo estábamos del uno del otro.

En la vida hay que arriesgarse por muchos medios que haya. El amor es el sentimiento más puro y más bello que podemos tener, por eso no hay que dejarlo ir.

Llegué al punto en que me daba igual lo que opinaran mis padres sobre mi relación con Luke, me daba igual su apellido; él es mucho más que el hijo de quiénes, gracias a él he descubierto que a su lado soy mejor persona, me siento segura con él y si de verdad mis padres me quisiesen lo entenderían perfectamente.

Por eso mismo cuando mi reloj del salón marcaron las ocho menos diez de la mañana, me apresuré por llegar a tiempo a clase. Fui casi corriendo ya que iba con el tiempo muy justo. Al llegar el timbre había sonado me frustró no ver unas pecas en la entrada pero decidí no entretenerme más y entrar a clase.

Cuando entré a clase la profesora de matemáticas aún no había llegado, aproveché y fui a por Luke que estaba sentado en una mesa jugueteando con su móvil.

- Luke. - lo nombré haciendo captar su atención. - ¿Qué ocurre? - me preguntó algo preocupado al verme tan seria. - Me gustaría hablar contigo... - dije en un suspiro. - ¿Quedamos después de las clases? - le propuse y vi como chasqueó la lengua, definitivamente asintió y nos volvimos a nuestros asientos.

[...]

Tenía la sensación que las horas pasaban eternas hoy, pero con suerte sólo quedaban cinco minutos para que apareciera Luke en el parque.

Recordé automáticamente aquella vez que me lesioné el tobillo y casi nos besamos en la cocina de su ático. Oí como las pulsaciones de mi corazón se aceleraban y latían con fuerza.

- Hola. - me saludó Luke haciéndome sacar de mis pensamientos, lo miré a través de mis pestañas y lo analicé era consciente que desde hacía días tal vez semanas no dormía bien, sus ojeras se pronunciaban debajo de sus ojos cafés y sus largas y gruesas pestañas. - Hola Luke.

Me levanté del escalón en el que estaba sentada y empezamos a andar por Central Park. El parque hoy estaba bastante animado debido a niños que salían a jugar con sus amigos acompañados de sus padres, parejas enamoradas, adolescentes haciendo gamberradas, señores de ya una tercera edad, jugando a la petanca...

Decidimos ir a un lugar más íntimo, cruzamos un camino que estaba algo más escondido y nos sorprendimos los dos al ver que había un lago y unos bancos de madera. Alrededor había árboles, plantas, flores... Era precioso. Cómo si fuera de película.

- Creo que este sitio está bien. - dije rompiendo el silencio que había entre nosotros, Luke asintió y se sentó en uno de los bancos de madera.

Me aclaré la garganta y pensé que era el momento en declararme, y decirle todo lo que pienso de él y de nosotros. Levanté la mirada del suelo a él, en concreto a sus dos granos de café que me miraban atentamente.

- Luke sé que tienes miedo a enamorarte. Es normal que te entre el pánico, nunca has estado con una chica de verdad ni te has enamorado así. Yo la verdad es que tampoco me he enamorado así de alguien nunca. Pero he visto todo lo que has hecho por mí y sé que nadie más haría eso por mí, sólo tú. Sé que sólo soy una adolescente pero también sé que nunca nadie en la vida me va a hacer más feliz de lo que me haces tú. Eres tan perfecto que no tengo ni palabras para describirlo, y me da miedo perderte, no quiero dejarte ir. Me da igual el conflicto de nuestros padres lo único que quiero es estar contigo. Besarte. Abrazarte. Cogerte de la mano. Divertirte. Desearte. Sé que no será fácil, ¿Vale? Pero sólo si tú quieres volvemos a intentar - para mi sorpresa antes de que pudiera acabar, Luke presionó sus labios carnosos con los míos.

Sentir sus labios de nuevo hicieron que se me pusiera el vello de punta. En mitad del beso sonreímos. Nos besamos hasta quedarnos sin respiración, nos separamos con lentitud y abrimos los ojos.

- Sí quiero Jade. Perdón por todo. Te amo más que a nada. - me dijo en un suspiro para luego volver a juntar nuestros labios, dándome un beso más pequeño que corté yo. - Por favor Luke, no te vayas. Te necesito. - le confesé con lágrimas en los ojos.

Con sus pulgares retiró las lágrimas de emoción que estaban amenazando por caer sobre mis mejillas, y bajo el atardecer de Manhattan juntamos nuestros labios hasta que cayó la noche.

Enamorada de un Ross.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora